El relactador, ese gran desconocido… ¡hasta que lo necesitas! Recibimos muchas consultas sobre el uso del relactador como método de suplementación durante la lactancia. Cuando pensamos en un sistema para suplementar al bebé, la primera idea que nos viene al cabeza suele ser un biberón. Hemos hablado en otra entrada sobre los diferentes tipos de métodos de suplementación, hoy nos centramos en el relactador y respondemos a las principales dudas que pueden surgir al respecto:

¿Qué es un relactador?

El relactador o suplementador es un dispositivo que cuenta con dos partes básicas: un recipiente y una sonda. El recipiente, en el caso de ser un relactador comprado, dispone de un cordel que permite colgarlo en el cuello para que no moleste y para que esté en una posición más o menos alta respecto al pecho. De esta manera, si el relactador está alto, la leche fluirá por la sonda con más facilidad. Si, por contra, está más abajo el bebé tendrá que hacer más fuerza para succionar y conseguir la leche.

También en los relactadores o suplementadores comerciales se ofrecen tres calibres de sonda con más mayor o menor luz, para según se la situación del bebé, ofrecerle la leche con más o menos rapidez.

Las sondas se pegan en el pecho y se acomodan sobre el pezón para que el bebé, al agarrarse al pecho, las tenga en su boca y pueda succionar tanto el pecho como el contenido del recipiente.

¿En qué casos se usa?

Los relactadores se pueden usar en situaciones muy diversas:

• En el caso de una relactación (volver a dar el pecho)
• En el caso de una inducción para un bebé adoptado o en el caso de una pareja de madres
• En el caso de un bebé que no gana peso y es necesario ofrecer más leche
• En el caso de madres que tienen un pecho hipoplásico y no consiguen una lactancia materna exclusiva
• En general, siempre que el bebé tenga una succión efectiva y necesite recibir suplementación ya sea de leche materna o artificial.

¿En qué casos no se debe usar?

En primer lugar no se debe usar si la madre no se siente cómoda o hábil con su uso. Para usar el relactador se necesita aprender una técnica básica de uso, saber introducirlo en la boca del bebé y controlar el ritmo del bebé. No deja de ser un “trasto” y muchas familias no se sienten cómodas con su uso fuera de casa.

Por otro lado, para los bebés que tienen una succión débil o inmadura, que son prematuros o que están enfermos y no tienen fuerza, el relactador es posible que no les vaya bien ya que deben succionar con fuerza para extraer la leche y es posible que no lo consigan, se cansen y no coman lo suficiente.

Ventajas e inconvenientes de usar un relactador

Es el único método de suplementación que estimula y anima al bebé a mamar. Y que además permite a la madre hacer dos cosas a la vez: dar el pecho al bebé y ofrecerle un extra de leche, ya sea leche materna extraída previamente o artificial.

Dentro de los inconvenientes está que el bebé se puede acostumbrar a la sonda y puede llegar a rechazar el pecho cuando la madre no la pone.

Otros bebés se acostumbran a comer solo de la sonda, aprender a succionar de ella como si fuera una caña y se terminan el contenido del relactador en pocos minutos lo que no es adecuado ni cumple la función para la que está pensado el relactador.

¿Hay algún truco que deba saber?

Es importante que usen la sonda pequeña o mediana toda la lactancia. Solo se usa la sonda más ancha cuando el bebé rechaza un poco el pecho y queremos mostrarle de donde sale la leche para que se anime a mamar.

También es muy recomendable ir pinzando la sonda, para que el bebé no se acostumbre a succionar solo de la sonda. Si la pinzamos de manera intermitente, imitamos las variaciones en el caudal de leche que el bebé notaría si mamara solo del pecho.

¿Puedo usar leche materna o leche artificial indistintamente?

Sí, no hay problema en que se use una u otra. Puede ser leche materna extraída previamente por lo que el bebé estará tomando solo leche materna y succiona el pecho a  la vez. O leche artificial, lo que llamamos lactancia mixta.

Lo que es importante es que la leche no supere los 37 grados centígrados. En el caso de la leche materna extraída tan solo es necesario calentar un poco la leche dentro de otro recipiente con agua caliente.

En el caso de la leche artificial, al tenerse que mezclar con agua a 70ºC es mejor hacer la reconstitución en otro recipiente, eliminar los grumos y trasladar la leche a la botella del relactador.

¿Hay que esterilizarlo después de cada uso? ¿Cómo se lava?

No, no es necesario esterilizarlo. Tan solo limpiar a fondo el recipiente antes del primer uso. Es cierto que las sondas se suelen ensuciar mucho por lo que es muy importante limpiar el relactador inmediatamente después de su uso.

Desmontarlo pieza por pieza y realizar una limpieza concienzuda con agua y jabón.

Las sondas suelen adquirir un tono opaco. Si en la limpieza se usa un poco de ácido cítrico evitaremos estos depósitos de cal pero es necesario aclarar a conciencia todas las piezas.

Dejar secar el relactador sobre un paño limpio y seco antes de volver a montarlo.

Uso pezoneras, ¿cómo coloco la sonda?

Si usas pezoneras la sonda la debes pegar al pecho igual con esparadrapo, colocar la sonda saliendo unos milímetros delante del mismo y colocar la pezonera encima. Para que se pegue con más facilidad la pezonera y no se mueva puedes usar aceite vegetal o lanolina si dispones de ella.

¿Cuándo podré dejar de usarlo?

Pues depende de vuestras necesidades y preferencias. Hay madres que lo usan toda la lactancia, otras que lo utilizan de manera intermitente y otras que lo usan solo unos días o semanas. Tan solo la evolución de vuestra lactancia y de tus necesidades y preferencias podrá determinar el tiempo que lo deberéis usar.

Si quieres, puedes ver nuestro video sobre el relactador en nuestro canal de IGTV de nuestra cuenta de instagram @lactapp_lactancia: aquí