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Signos de alarma en el posparto

Signos de alarma en el posparto

¿Sabes cuáles son los signos de alarma en el posparto? Después de dar a luz, y si lo has hecho en un hospital, tendrás el alta entre las 24 horas del parto y los 2-3 días del parto y es probable que no vuelvas a ver a un profesional de la salud hasta los 7-10 días del parto. O, en ocasiones, hasta el final de la cuarentena. En estos casos, ¿sabes qué síntomas debes conocer para acudir antes a una visita con tu matrona o ginecóloga? 

Lo habitual en un posparto es que se transcurra por él de una forma fisiológica, con sus cambios a nivel físico, la adaptación a un nuevo rol, viviendo esas primeras semanas dentro de la montaña rusa de emociones que conlleva el posparto.

Pero pueden haber complicaciones que no se deben pasar por alto, ya que pueden ser importantes para la salud física y emocional de la madre y que pueden tener solución si se cogen a tiempo.

No dudes en acudir a tu matrona o ginecóloga antes de lo previsto si te encuentras en las siguientes situaciones: 

  • fiebre
  • dolor
  • sangrado más abundante de lo habitual
  • loquios malolientes
  • dificultad en la respiración (y más si se instaura de forma brusca)
  • alteraciones visuales 
  • Dificultades con la lactancia materna, como tener dolor en las tomas

La fiebre es el síntoma más frecuente ante una complicación del posparto. Es probable que se acompañe de dolor (en el pecho, en la parte baja del vientre o incluso en la parte baja de la espalda) lo que nos puede dar una pista del origen de ésta y que, habitualmente, es de causa infecciosa.

La fiebre puede ser debida a una infección del endometrio (la capa mucosa que recubre la pared interna del útero), de la herida de una cesárea, de una infección de orina o de una mastitis. Es importante valorar tu situación y administrar el tratamiento adecuado.

Durante la cuarentena, vas a tener una secreción vaginal característica del momento: los loquios, una mezcla de sangre y restos celulares del embarazo. Tienen un olor característico, pero en ningún caso deben ser malolientes. En este caso, es ideal poder hacer una revaloración de tu situación, ya que podría ser causado por una infección uterina. Asimismo, la cantidad puede llegar a ser algo más abundante que una regla durante los primeros 4-5 días del posparto, para después disminuir a cantidad igual a una regla hasta el final de la 2a semana del posparto. Si observas que el sangrado es abundante más allá de lo normal, pregunta a tu matrona o ginecóloga. Una de las causas más habituales de este sangrado serían restos de placenta retenidos aún en el útero, que hacen que no haya una buena cicatrización de la zona donde estaba la placenta.

Uno de los controles que harán las enfermeras o matronas en planta durante la estancia en el hospital será el control de las constantes vitales, dando importancia a la tensión arterial. Puede ser que hayas oído hablar de la preeclampsia, que se relaciona con la tensión arterial en el embarazo. Esta situación también se puede dar en el posparto.. 

En casa, no hace falta que te midas la tensión arterial, aún así, si en algún momento tienes dolor de cabeza tipo presión y/o alteraciones visuales (como ver destellos de luz o un punto negro en tu visión) te recomendamos que consultes a una profesional de la salud.

Durante el embarazo, los cambios en el útero hacían que tuvieras una respiración más rápida o que tuvieras la sensación de falta de aire ante un aumento en la actividad física. Esto es debido al poco espacio que tienen los pulmones para hacer su función. Durante el posparto, el útero vuelve a su situación habitual y esta sensación va desapareciendo poco a poco. Por lo tanto, si en algún momento sientes esa sensación de falta de aire, sobre todo si es de forma repentina, no dudes en acudir al servicio de urgencias dónde te puedan valorar. 

El último punto lo dedicamos al cuidado de nuestro estado emocional. Después del parto, entramos en una montaña rusa en la que poco a poco nos vamos acostumbrando. Hay alegría, lágrimas, risas, tristeza, cansancio, energía,… todo a la vez. La llegada de un bebé es uno de los mayores cambios al que nos enfrentamos, y la adaptación a esta nueva situación conlleva semanas o meses. Durante este periodo de tiempo, viviremos de todo, sentiremos muchas emociones. En su mayoría, deben haber momentos de alegría, tranquilidad, de bienestar. Si sientes que no es así, si sientes más tristeza que alegría, si tienes miedos sin motivo, si hay más lágrimas que sonrisas, insomnio… No lo dudes, no lo demores y acude a una persona que te pueda ayudar a manejar esta situación y a salir de ella. Una psicóloga perinatal sería la persona ideal, pero si no sabes por dónde empezar o dónde buscar, tu matrona o tu ginecóloga te pueden guiar en la búsqueda.

Y si necesitas ayuda, puedes contar con nuestro equipo de expertas en maternidad y lactancia. Las tienes en las visitas y talleres y en el Canal de Consultas de nuestra app LactApp, de descarga gratuita para iPhone y Android.

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