¿Prohibir biberones para fomentar la lactancia?
Dos hospitales mexicanos -el Hospital Universitario y el Hospital General de Saltillo, en Coahuila- han sido noticia en los últimos días por prohibir la entrada de biberones, chupetes (chupones, como son conocidos en México), leche de fórmula y extractores de leche a las familias con bebés nacidos u hospitalizados en sus instalaciones. Las familias y visitantes no podrán acceder al hospital con ninguno de estos accesorios y, si los llevan, deberán depositarlos en una caja a la entrada, como se puede ver en la foto que acompaña este post.
Según se puede leer en esta noticia, los carteles avisan de la prohibición del “uso y acceso” de estos objetos dentro del recinto. En uno de los carteles instalados en el Hospital General se aprecia que la prohibición va acompañada del texto: “Apoyando y educando. En el Hospital General Saltillo apoyamos la lactancia materna exclusiva”.
Sin duda, los hospitales tienen una misión difícil a la hora de aumentar las tasas de lactancia materna en sus instalaciones y sabemos que muchos profesionales hacen grandes esfuerzos para trabajar en esa línea. Es importante reconocer ese trabajo, que en algunos hospitales realmente supone un giro de rumbo a los protocolos que se habían realizado hasta ese momento. Encontrar el camino para lograrlo no siempre es fácil.
Desde LactApp creemos que el papel de los profesionales es acompañar a cada madre en sus decisiones, tener la máxima empatía y la mejor formación posible para ayudarlas a conseguir sus objetivos. Ya sea una lactancia materna exclusiva, una lactancia mixta o una lactancia artificial. Aportar la mayor información posible a las usuarias para que logren el camino deseado. Creemos que decisiones como las de estos hospitales culpabilizan a quienes optan por una alimentación diferente a la lactancia materna exclusiva y también causan una enorme culpa a quienes no consiguen establecerla, en muchas ocasiones por no haber podido contar con un acompañamiento experto. Poner a la madre en el centro significa siempre preguntar primero qué es lo que desea hacer ella.
Más allá de esta reflexión, es cuestionable considerar que todos estos complementos impiden la lactancia materna exclusiva. No solo pueden ser compatibles con amamantar, sino que algunos pueden resultar de mucha ayuda para afrontar las dificultades de la lactancia. Dependerá de cómo, cuándo y para qué se utilicen.
El sacaleches, uno de los objetos prohibidos, puede ser muy necesario en las primeras horas y días para mantener la producción mientras no se consigue un buen agarre del bebé o para extraer leche con la que suplementar con dedo-jeringa (cuando el suplemento es necesario). Ofrecer el chupete debe ser una decisión familiar y antes que prohibir la entrada de biberones, sería interesante acompañar su uso explicando técnicas para ofrecerlo facilitando que el flujo de la leche sea lento para reducir el riesgo de rechazo del pecho.
Hemos querido contar en esta reflexión con la asesora de lactancia y periodista mexicana Miriam del Toral, quien nos ha ayudado a contextualizar esta noticia de su país:
“Este hecho no es nuevo, desde 2014 hay varios hospitales públicos que están intentando implementar en sus centros la certificación de la Iniciativa Hospitales Amigos del Niño (IHAN) y que han tomado medidas similares. El paso 9 para obtener esta certificación pide evitar el uso de chupetes y biberones, no obstante, no se está haciendo de una manera clara ni con una comunicación asertiva hacia las madres. Planteadas de esta manera, pueden resultar medidas muy extremas y causar malestar en las madres.
En realidad, lo que está prohibido es el uso de biberones y chupetes de forma proactiva por parte de los profesionales sanitarios con bebés que estén en sus instalaciones. La recomendación es que si una madre llega con un biberón a la consulta se le sugiera el uso de otras formas de alimentación y se le pueda enseñar a llevarlas a cabo, además de invitarla a un grupo de apoyo a la lactancia. Pero si no desea hacerlo, se respeta y nunca se riñe.
De todas formas, estas medidas encuentran su contraste en lo que se está haciendo en los hospitales privados mexicanos, donde no hay cultura de promoción de la lactancia. Son contados los hospitales privados donde se ofrece asesoría de lactancia materna en las primeras horas de vida del bebé. Y se sigue promoviendo la separación de madre y bebé por la noche para que la mujer descanse, ofreciendo tomas de leche artificial al bebé cada tres horas de biberón. Se favorece mucho la fórmula artificial y tampoco se ofrecen otras maneras de dar el biberón si resulta necesario. Ahí es donde creo que tenemos que centrar nuestra atención, en reclamar a los hospitales privados que se sumen a la promoción de la lactancia, además de que los públicos revisen la manera en la que están comunicándose con las madres”.
En definitiva, en una atención profesional a la lactancia materna son casi tan importantes los conocimientos técnicos como la capacidad de acompañar a las familias desde la empatía y el no juicio, la comunicación asertiva y el respeto.
Un comentario en «¿Prohibir biberones para fomentar la lactancia?»
La idea no es mala, el tema es que no a todas las madres se les hace fácil poder amamantar.