Visitar a un bebé
Te presentamos unas normas básicas para visitar a un bebé que puedes compartir con tu familia y amigos para que cuando vengan a conocer al bebé tengan las cosas claras. Las puedes adaptar y modificar a vuestro gusto, pero estamos seguras de que os van a resultar de utilidad para poner frenos a vuestro entorno si lo necesitáis a la hora de visitar a un bebé.
- Pedir permiso antes de ir a visitar a un bebé
Sí, no puedes ir a ver a una madre y a un bebé a la hora que a ti te vaya bien. Por más que sean familia, por más que haga mil años que os conocéis. Siempre pide permiso para ir y acata la hora que te digan. Es posible que no sea la hora que te va mejor a ti, pero sin duda es la hora que les va mejor a ellos, que son los protagonistas de esta historia. Y si el horario no te va bien, pregunta por otra posibilidad para hacer la visita
- Ir a la hora establecida
Es importante ser puntual. Si te dicen a una determinada hora, acude a esa hora. Y si por lo que sea llegas tarde, no te quedes más tiempo para recuperar el tiempo perdido. Esto es una cita que tiene una duración concreta. Si no llegas a tiempo, te lo has perdido.
- Llevar algo útil de regalo
Intenta no acudir con las manos vacías. Aporta un regalo útil y focalízate en la madre. Seguro que al bebé no le falta de nada y la madre también es la protagonista de esta historia, así que no dudes en hacerle un regalo a ella. No tienes porqué gastarte mucho dinero en el regalo. Si cocinas una ración más de pasta, arroz o guiso (que creas o sepas que le puede gustar), será un regalo muy bienvenido. Y si no has llevado nada y conoces a la persona bien, no dudes en ofrecerte para hacer algo: fregar los platos, bajar al perro, ir a comprar algo que les falte, tender una lavadora…
- No uses perfumes ni colonias si vas a visitar a un bebé
Los bebés nacen con sus sentidos poco desarrollados, pero el sentido del olfato es el más desarrollado de todos. Los bebés reconocen a sus madres por el olor, y cualquier olor fuerte y nuevo que entre en casa puede despistar al bebé o complicar la toma. Así que es mejor que acudas sin olores, aunque te parezca que es una colonia fresquita y suave… no te la pongas.
- Si fumas, evita hacerlo en una horas
De la misma manera, el olor a tabaco es muy intenso. Las manos, el pelo, la boca, la ropa de una persona fumadora huelen a tabaco. Para el bebé, y para la mamá, puede ser muy desagradable. Así que si fumas, evítalo en las horas previas a ir a ver a un recién nacido.
- No hagas comentarios negativos sobre el aspecto de la madre, ni el estado de su casa, ni del bebé
Si no puedes sumar, no restes. Si no tiene nada bonito que decir, no digas nada. Son momentos muy complejos para las familias, y lo menos importante es cómo están las cosas de la casa o cómo están la madre y el bebé: “Que mala cara tienes”, “menudas ojeras”, “que cabecita más apepinada tiene el bebé”, “qué desordenado está todo”, “cuánta barriga tienes aún”, “cuánto llora el bebé”, “¿otra vez quiere teta?”… Si esto es lo que vas a decir, mejor no digas nada.
- No quieras coger al bebé en brazos
No, el bebé no es tuyo, y tenerlo o no en brazos no es algo que puedas decidir. Si a la madre le apetece que tengas al bebé en brazos te lo hará saber. Si no te lo dice ni parece tener ganas, no pidas tenerlo en brazos y menos aún lo cojas en brazos por iniciativa propia. ¡Los bebés ajenos no se tocan!
- Pregunta si puedes ayudar en algo o hacer algo
En una casa con un bebé siempre hay mucho trabajo, así que si puedes ayudar la visita será mucho más productiva. Desde baja la basura al irte, limpiar los platos o sacar el lavaplatos, si te ofrecen una bebida lleva los vasos al terminar, si tiene ropa para plegar echa una mano…
- No esperas que te atiendan
Esta no es una visita en la que los padres del bebé deban hacer de anfitriones, no esperes que te cuiden, te alimenten o te sigan la conversación. Prepárate para que la madre o ambos progenitores tengan que dejarte solo/a o no pueden estar pendientes de lo que dices. Si ves que están alterados, nerviosos o que se sienten incómodos, vete inmediatamente, ya sabes dónde está la puerta.
- No te quedes demasiado rato, o vete si percibes incomodidad
¨Lo bueno si breve, dos veces bueno¨ así que es mejor que seas muy discreto/a que sepas despedirte e irte al poco rato de estar en la casa. Y por supuesto, si percibes tensión, la madre o el bebé se inquietan… vete, te lo van a agradecer.