¿CÓMO SABER SI MI BEBÉ TIENE HAMBRE?
Para todas las madres una de las primeras preocupaciones es saber entender al bebé. Las dos principales incertidumbres de cualquier nueva familia es saber porqué llora el bebé y saber si tiene hambre. ¡Ojalá llegaran de fábrica con un traductor simultáneo!
¿Cómo sé que llora por hambre?
Los bebés pueden llorar por muchas cosas: aburrimiento, sueño, hambre, soledad…. Y lo mejor es que normalmente sea por lo que sea que lloren, aceptan el pecho, ya sea para comer o para calmarse. Así que ante la duda del tipo de llanto, ofrece el pecho. Si lo acepta y deja de llorar ¡misión cumplida! Recuerda la premisa: ante la duda, TETA.
Por otro lado, el llanto es una señal tardía de hambre, así que lo ideal es que el bebé no tenga que llorar para comer.
Principales señales de hambre de los bebés
Estas señales suelen ser indicativas de que el bebé tiene hambre:
- Se despereza.
- Se muestra inquieto.
- Hace muecas.
- Mueve la cabeza de lado a lado.
- Abre la boca y paladea.
- Se lleva los dedos a la boca
- Emite ruiditos
Etapas en las señales del hambre
Hay tres etapas en las señales de hambre, y los bebés las van expresando a la espera de que les hagan caso:
Tipo de señal Qué hace el bebé Nivel de hambre Qué debe hacer la madre Primeras señales Ruidos suaves, movimientos de los brazos, ladear la cabeza, sacar la lengua Mami: empiezo a tener hambre Poner al bebé al pecho Señales medias Movimientos más enérgicos de las brazos la cabeza, manos en la boca, ceño fruncido, lloriqueos Mami ¡Tengo hambre! Poner al bebé al pecho lo antes posible, no hay tiempo que perder Señales tardías Lloros enérgicos, movimientos muy enérgicos de las extremidades Mami estoy tan enfadado que no puedo comer El bebé no puede mamar en este estado.Debe calmarse antes de poder comer
Así pues, es importante atender a la primera señal de hambre para evitar que el bebé esté demasiado nervioso, o cansado, y tenga dificultades para agarrarse al pecho y poder comer.
¿Por qué mi bebe no llora cuando tiene hambre?
Antes de empezar: ¿has oído alguna vez estas frases?:
“Quién no llora no mama” / “Si tiene hambre ya llorará” / “Si no llora no tiene hambre”
Las frases populares en este caso están equivocadas y nos llevan a equívocos porque llorar es un signo tardío de hambre. Y cuando tienen tanta hambre no saben mamar. Tenemos que calmarles: darles un paseo, ofrecerles un poco de leche extraída, introducir el dedo de la madre o el padre en la boca del bebé para que succione y se calme…
Una vez haya pasado la ansiedad y el enfado será más sencillo que pueda agarrarse al pecho y comer.
Y si no espero a que llore ¿Cómo sé que puede tener hambre?
Por suerte los bebés tienen muchas maneras de comunicarse y solamente es necesario observarlos y traducir lo que están pidiendo. En este artículo listamos los comportamientos más habituales de los bebés durante la lactancia. Es importante saber identificar estos comportamientos para afrontarlos con mayor facilidad.
Cuando un bebé tiene hambre, antes de llorar hace muchas otras cosas como hemos visto antes: inquietud, muecas, abrir la boca y llevarse los dedos a ella… Y todo esto lo hace con los ojos cerrados, casi dormido.
El caos llega cuando sus demandas no son entendidas y satisfechas; cuando esto ocurre el bebé se desespera y llora. Es normal, si vas a un restaurante y el camarero ignora tus miradas, tus gestos con las manos para llamarle… al final le vas a gritar: ¡Ehh, que me muero de hambre!! ¿Me atiende? Y eso es justo lo que hacen los bebés.
Entonces si no llora ¿es que no tiene hambre?
Este es un tema delicado. Especialmente en bebés pequeños, prematuros o enfermos. Cuando un bebé tiene poca energía va a entrar en un modo “ahorro” que le puede llevar a dormir mucho y pedir poca comida. Al estar en este modo, si el adulto no despierta al bebé, le pone al pecho o le ofrece leche materna en diferido, el bebé sigue durmiendo sin reclamar alimentación lo que puede hacer que no gane peso suficiente o incluso que lo pierda.
Por tanto, en las primeras semanas es importante que la madre esté alerta a las tomas que hace el bebé. Si hace menos de 8 o 12 tomas en 24 horas es muy importante que la madre marque el ritmo de las tomas para asegurar que el bebé come lo que necesita. Después, cuando haya recuperado el peso del nacimiento o haya superado la enfermedad, la lactancia volverá a ser a demanda y el bebé nos dirá lo que necesita.
Pero es que ¡Siempre acepta el pecho!
La mayoría de los bebés durante los tres o cuatro primeros meses de su vida no tiene reparo en aceptar siempre el pecho. Y, a pesar de que nos pueda sorprender, es solo cambiar el chip y pensar que la teta sirve para todo: calmar, alimentar, relajar… y entender que para ellos el pecho es el mejor sitio del mundo. Poco a poco, a medida que crezca (pasará por algunas crisis de lactancia o brotes de crecimiento), va a mamar más rápido y va a aprender qué pecho tiene más leche y qué pecho tiene menos y así va a preferir uno para comer y otro para dormirse.
Escuchar al bebé es la clave del éxito y entender que la frase hecha “quién no llora no mama” no se debe aplicar cuando hablamos de lactancia materna: el bebé que mama no tiene por qué llorar.Cuando una es madre, una de las primeras preocupaciones es saber entender al bebé. Las dos principales incertidumbres de cualquier nueva familia es saber porqué llora el bebé y saber si tiene hambre. ¡Ojalá llegaran de fábrica con un traductor simultáneo!
¿Cómo sé que llora por hambre?
Los bebés pueden llorar por muchas cosas: aburrimiento, sueño, hambre, soledad…. Y lo mejor es que normalmente sea por lo que sea que lloren, aceptan el pecho, ya sea para comer o para calmarse. Así que ante la duda del tipo de llanto, ofrece el pecho. Si lo acepta y deja de llorar ¡misión completa! Recuerda la premisa: ante la duda, TETA.
Por otro lado, el llanto es una señal tardía de hambre, así que lo ideal es que el bebé no tenga que llorar para comer.
Y si no espero a que llore ¿Cómo sé que puede tener hambre?
Por suerte los bebés tienen muchas maneras de comunicarse y solamente es necesario observarlos y traducir lo que están pidiendo. Cuando un bebé tiene hambre, antes de llorar hace muchas otras cosas: se despereza, hace muecas, mueve la cabeza de lado a lado, abre la boca y paladea, emite ruiditos…. Y todo esto lo hace con los ojos cerrados, casi dormido.
El caos llega cuando sus demandas no son entendidas y satisfechas, cuando esto ocurre el bebé se desespera y llora. Es normal, si vas a un restaurante y el camarero ignora tus miradas, tus gestos con las manos para llamarle… al final le vas a gritar: ¡Ehh, que me muero de hambre!! ¿Me atiende? Y eso es justo es lo que hacen los bebés.
Entonces si no llora ¿es que no tiene hambre?
Este es un tema delicado. Especialmente en bebés pequeños, prematuros o enfermos. Cuando un bebé tiene poca energía va a entrar en un modo “ahorro” que le puede llevar a domir mucho y pedir poca comida. Al estar en este modo, si el adulto no despierta al bebé, le pone al pecho o le ofrece leche materna en diferido, el bebé sigue durmiendo sin reclamar alimentación lo que puede hacer que no gane peso suficiente o incluso que lo pierda.
Por tanto, las primeras semanas es importante que la madre esté alerta a las tomas que hace el bebé. Si hace menos de 8 o 12 tomas en 24 horas es muy importante que la madre marque el ritmo de las tomas para asegurar que el bebé come lo que necesita. Después, cuando haya recuperado el peso del nacimiento o haya superado la enfermedad, la lactancia volverá a ser a demanda y el bebé nos dirá lo que necesita.
Pero es que ¡Siempre acepta el pecho!
Sí, la mayoría de los bebés durante los tres o cuatro primeros meses de su vida no tiene reparo en aceptar siempre el pecho. Y, a pesar de que nos pueda sorprender, es solo cambiar el chip y pensar que la teta sirve para todo: calmar, alimentar, relajar… y entender que para ellos el pecho es el mejor sitio del mundo. El paraíso para un bebé se llama TETA. Poco a poco, a medida que crezca, va a mamar más rápido y va a aprender qué pecho tiene más leche y qué pecho tiene menos y así va a preferir uno para comer y otro para dormirse.
Escuchar al bebé es la clave del éxito y entender que la frase hecha “quién no llora no mama” no se debe aplicar cuando hablamos de lactancia materna: el bebé que mama no tiene porqué llorar.
4 comentarios en «¿CÓMO SABER SI MI BEBÉ TIENE HAMBRE?»
Muchas gracias por estos tips <3 Me están siendo de gran ayuda, de verdad 🙂
muchas gracias, ahora mismo mi bebe de 1 mes y medio me pide teta pero se discute con ella, que puede ser?
Hola Marina, puedes contactar a nuestras expertas a través del Canal de Consultas de nuestra app LactApp y también nos encuentras en lactapp.es/visitas. Desde allí te puede atender nuestro equipo.