¿Influye la lactancia en el color de ojos de los bebés?
“Me han dicho que el color de ojos de los bebés no va a ser definitivo hasta que no deje de darle el pecho, ¿esto es así?”
Recibimos esta consulta de manera frecuente y ya te adelantamos que se trata de un mito, un curioso mito, que culpa de alguna manera a la leche materna de impedir que el color de los ojos del bebé se defina. Pero vamos a ir un poco más allá para saber de dónde sale esta creencia y cómo se determina el color de los ojos de los bebés.
El color de los ojos de los bebés al nacer no es definitivo porque la pigmentación de los ojos está determinada por la cantidad y distribución de melanina en el iris, la parte coloreada del ojo. Al nacer, la cantidad de melanina en los ojos de un bebé es menor y sigue desarrollándose durante los primeros meses de vida. El proceso de desarrollo de la pigmentación de los ojos se debe a la actividad de los melanocitos, que son células especializadas en producir melanina. Con el tiempo, estos melanocitos comienzan a producir más melanina, lo que puede cambiar el color de los ojos del bebé.
La genética juega un papel importante en la determinación del color final de los ojos de un bebé, ya que los genes heredados de los progenitores influyen en la cantidad y tipo de melanina producida, que al final determina si los ojos son de un color u otro. Sin embargo, aunque los genes proporcionan una base para el color de ojos potencial, no siempre es posible predecir con certeza el color exacto que tendrán los ojos del bebé al nacer.
Entonces, ¿por qué se cree que la lactancia materna influye en el color de los ojos de los bebés?
La lactancia materna en sí misma no tiene un efecto directo en el color de los ojos del bebé. El proceso de desarrollo de la pigmentación ocurre independientemente del tipo de alimentación que reciba el bebé. La influencia de la genética es el factor principal.
En cualquier caso, la mayoría de los bebés tienen el color de ojos más o menos definitivo a los seis meses o incluso antes, pero esto puede variar. Por ejemplo, los bebés con ojos azules al nacer pueden mantener ese color o desarrollar un tono diferente, como el verde o marrón, a medida que crecen.
Si el color se define entre los tres y seis meses de vida, es posible que la lactancia termine en algún momento de este periodo, pues sabemos que la duración de la lactancia en todo el mundo es limitada. Por tanto, es fácil que las dos cosas se produzcan al mismo tiempo. Se trata de casualidad, no de causalidad.