La donación de leche, sea extraída y administrada al lactante con un recipiente o sea directa al pecho de otra persona que no sea la madre del bebé no es una situación nueva.

En la mayoría de los países, se suele regular la donación de leches, para bancos de leche, con fines de alimentación a grandes prematuros o bebés enfermos. Esto habitualmente está bajo el auspicio de un banco de tejidos, sea propio del hospital donde este tipo de pacientes están ingresados o sea una institución externa que coordina la recolección, tratamiento, almacenamiento y finalmente distribución de leche por los diferentes servicios de neonatología o UCIN que lo soliciten.

Aún así, la donación privada de leche es un hecho. Las madres y las familias buscan alternativas que pueden encajar en su forma de abordar la alimentación de sus bebés. Las situaciones pueden ser variadas. Las situaciones que pueden darse para ofrecer al bebé leche donada pueden ser múltiples: desde la dificultad de producción de leche por la misma madre, sea por dificultades fisiopatológicas, como situaciones personales, etc. Como profesionales debemos saber que la Organización Mundial de la Salud recomienda antes la leche donada que el uso de leche artificial, por lo que tenemos que conocer cómo llevarlo a cabo de forma segura. 

Si nos piden consejo, ayuda o simplemente nos informan que quieren hacerlo, es más que probable que nuestra primera reacción puede ser un “no” a esta opción. Pero esta negativa no suele ser algo que frene a las mujeres, por tanto, minimizar los riesgos ofreciendo la información oportuna sería lo más adecuado. 

Elementos a tener en cuenta en la donación de leche privada

• Conocer a la donante: 

En muchas ocasiones las donantes son miembros de la misma familia o amigas, lo que ofrece un poco de tranquilidad en el proceso. Es evidente que cuanto más desconocida es la persona más en jaque deberíamos estar. Sin duda muchas mujeres ayudan de manera altruista, pero también sabemos que se producen situaciones que ponen en riesgo la salud del bebé: manipulación irregular de la leche materna, agregado de leche de fórmula de vaca o incluso agua, poco control de posibles patologías o de hábitos tóxicos.  

• Medidas de higiene: 

Cuando se está hablando de donación para bebés sanos, las recomendaciones para la extracción, manipulación y conservación de la leche no suelen ser tan estrictas como en la donación de leche para banco público. Igualmente, es importante tener en cuenta que la leche es un tejido que se puede contaminar si no se trata con cuidado o se rompe la cadena de frío. La Academy of Breastfeeding Medicine, lo recoge en su protocolo número 8 (1). 

• Consideraciones de salud de la donante:

Son muy pocas patologías infecciosas que pueden pasar por la leche. Igualmente, podría ser interesante valorar la posibilidad de que la persona donante se haya hecho una analítica serológica para descartar infecciones como el VIH y el Virus Linfotrópico de células T Humanas tipo 1 (VLTH-1 / HTLV-1). Este virus es prevalente en países del oeste y centro de África, Perú, Caribe, Colombia, Brasil y Japón (2). De la misma forma, esta persona debe estar al corriente de la forma de transmisión de las infecciones, ya sean cutáneas, como el herpes simples, que si infectaran el pezón o areola no se recomendaría ofrecer la leche del pecho afectado al lactante. 

Por otro lado, si la alimentación del lactante es primordialmente con la leche de la donante y ésta es vegetariana, conviene realizar una anamnesis y, si es precios, una analítica de sangre, para descartar posibles deficiencias de vitamina B12 

La donación de leche entre madres ha sido algo que siempre ha existido. Tanto en situaciones de necesidad de suplementación, como en las que una de las madres ha tenido que separarse del bebé para reincorporarse a trabajar o por cualquier otro motivo, la lactancia directa o diferida con leche de otra mujer no es algo excepcional y de forma privada es muy probable que se siga haciendo. A veces, desde el posicionamiento del profesional sanitario parece que se quiera demonizar. Aún así, es importante pensar que fuera de la opinión de cada cual, las madres deben tener las herramientas que piden para poderlo hacer de forma segura e informada.

Referencias

1. De La, M., & Materna, L. (s/f). ABM Protocolo Clínico # 8: Almacenamiento de Leche Humana. Información para el Uso Casero en Bebés a Término (Protocolo Original Marzo 2004; Revisión #1 Marzo 2010). Bfmed.org. Recuperado el 31 de enero de 2024, de https://www.bfmed.org/assets/DOCUMENTS/PROTOCOLS/8-human-milk-storage-protocol-spanish.pdf
2. Virus Linfotrópico de células T Humanas tipo 1 (VLTH-1 / HTLV-1). En e-lactancia.org. Recuperado 30 Enero, 2024 a partir de https://e-lactancia.org/breastfeeding/human-t-lymphotropic-virus-type-1-htlv-1/product/