Amor a primera vista

Siempre nos han dicho que la primera vez que vemos a nuestro bebé ocurre “el flechazo”, es cuestión de amor a primera vista, ¿siempre es así?

Nueve meses esperando, haciendo planes, preparando nuestro cuerpo, nuestro hogar… Nueve meses reenamorándonos, tocando nuestra barriga, soñando en el mañana…

Nueve meses meciéndolo, abrazándolo, queriéndolo, sintiéndolo…

Nueve meses volcada, nueve meses emocionada, nueve dulces meses… nueve largos meses…

Y al fin llega, al fin nace, y al fin vivimos ese momento, esos instantes en los que el mundo se detiene, al fin nos miramos a los ojos, nos abrazamos, lloramos de alegría, temblamos de emoción. Al fin llega, al fin nos acariciamos, al fin succiona de mi pecho, al fin me mira, al fin me regala ese olor… Al fin.

¿O no?

Al fin ha llegado, y he esperado a que sucediera como me contaron que sucedería, mirándole a los ojos, abrazándole a cada instante, pero no lo he sentido, no lo he notado… Al fin ha nacido, y aunque mi alma se ha despertado, yo no me he enamorado…

Al fin ha llegado y no sucede nada de lo que me habían contado. Le quiero, sí, con toda mi alma, también, pero estoy muy cansada, superada, desbordada.

Él está bien, está sano, en mi regazo, buscando mi pecho, oliendo mi piel, buscando mi mirada… y yo le respondo de la misma manera, pero aunque busque y rebusque esa intensidad de ese momento que debería suceder parece que no llega. ¿Seré peor madre? ¿Por qué no me sucede? ¿Qué he hecho mal? Me he preparado, he leído, lo he deseado, lo he buscado pero por más que busco, la intensidad no llega y sin ella siento que nada es real, que todo está mal.

¿Porqué no hay flechazo?

Y aquí tenemos dos escenas tan válidas, la una como la otra. Las madres nos podemos enamorar al instante igual que lo podemos hacer poco a poco. El amor no entiende de normas, ni de estructuras, ni de teorías. No está aceptado socialmente que una madre no se enamore de su bebé al instante y eso crea confusión y mucha culpa. 

La culpa…

Como dice nuestra psicóloga Judith Navarro, esta culpa nos hace cuestionar muchas cosas, nos cuestionamos si el amor que sentimos es suficiente, si somos suficientemente buenas madres, si nuestro vínculo es suficiente. Y al final nos terminamos cuestionando toda nuestra maternidad.

Las madres queremos a nuestros bebés más que a nada, es amor verdadero, del que no se puede contar, del que no se puede tocar y tan real es que aparezca con un subidón como que suba poco a poco, a fuego lento, forjando lazos con besos y abrazos. Puesto que cada persona siente de una manera distinta, y eso es tan válido en cada caso. 

Además, hay que recordar que el vínculo con el bebé no empieza en el momento de dar a luz, empieza antes de dar a luz, durante el embarazo.

Feliz día del amor a TODAS las madres.