¿Por qué las mujeres almacenamos más grasa que los hombres?
“He ganado muchos kilos en el embarazo”
“No me gusta mi barriga”
“Me siento cansada y no hago nada, sólo dar la teta”
¿Te suena?
¿Eres una feliz mamá con su retoño en los brazos, enganchado a la teta y con los pelos de loca? Bienvenida, yo también, y mi amiga, y mi cuñada.
Algunas mujeres sentimos que nos gustaría cuidarnos además de cuidar, que querríamos fortalecer nuestro cuerpo, la faja abdominal, el suelo pélvico, y por qué no… sentirnos bien, vernos bien, cada una a su propia manera, ¿no?
Bien, pues debo deciros que la lactancia materna y el deporte son mejores amigas. Sí, sí, sí. Practicar deporte durante el período de lactancia materna (previo descanso y recuperación del cuerpo tras el parto, y una visita a una fisioterapeuta para revisar el suelo pélvico) nos aporta un punto extra que no tenemos en ningún otro momento de nuestra vida como mujeres.
¿Por qué la lactancia materna nos ayuda a quemar grasas?
Vamos a comenzar por el principio… evolutivamente las mujeres hemos mejorado la capacidad de almacenar grasa, concretamente la grasa genoide, la cual se tiende a acumular en glúteos, caderas y piernas (esta diferencia entre mujeres y varones empieza en la pubertad), es una grasa subcutánea, gran administradora de omega 3 (componente imprescindible para el desarrollo cerebral del bebé). En cambio, los varones acumulan grasa androide, mayormente en el abdomen, y responde a motivos como mala alimentación y falta de ejercicio. NO así en el caso de las mujeres, dado que es una grasa prevista para la crianza. Y ésta grasa subcutánea el cuerpo se resiste a deshacerse de ella, por ese motivo cuesta eliminar la celulitis, por ejemplo.
Es muy importante mantener una alimentación equilibrada, rica en verduras, frutas, cereales integrales, semillas de lino, nueces, pescado (fuentes de omega 3), carnes magras, y reducir el consumo de productos procesados y fritos ya que contienen elevados porcentajes de omega 6. Hay estudios recientes que han confirmado que tenemos una alimentación demasiado alta en omega 6 pero baja en omega 3, y en el caso de las mujeres eso repercute en los niveles de grasa, pues en ella almacenamos el valioso omega 3 que necesitan nuestros bebés. Un plus de consciencia corporal es aumentar la ingesta de omega 3 (nueces, salmón, sardinas, tofu, semillas de cáñamo) para que nuestro organismo no guarde grasa de más.
Ya que evolutivamente estamos diseñadas para almacenar grasas necesarias para el embarazo, parto y posparto podemos aprovechar el período de lactancia materna (en el cual usamos los depósitos de grasa) para:
- Revisar nuestra alimentación y así mejorarla. Mantener una alimentación rica en verduras y frutas frescas. Carnes magras y pescados. Semillas, frutos secos, brotes frescos. Podemos cocinar al vapor, al horno y a la plancha (en este caso podemos usar aceite de coco en lugar de oliva dado que es menos calórico).
- Comer varias veces al día, e intentar que la última comida antes de ir a dormir sea ligera.
- Podemos darnos caprichos, ¡claro que sí! Pero sin abusar ya que forzamos a nuestro organismo a trabajar muy duro.
- Alejarnos del sedentarismo. Podemos aprovechar este periodo de lactancia materna para empezar a hacer deporte y darle un extra de quema de grasa a nuestro cuerpo.
¿Qué tipo ejercicios podemos realizar?
¡Aquí llega la parte divertida! Podemos usar un buen portabebés ergonómico y salir con nuestro retoño a caminar. Caminar deprisa, a paso ligero pero sin ahogarnos. Es una actividad con un alto consumo calórico, y lo mejor es que tú eliges cuándo y dónde.
Otros ejercicios que podemos realizar son ir en bicicleta, nadar, rutinas con pesas, gomas y fitball. Son rutinas muy sencillas que pueden realizarse en casa si se desea.
¿Y qué sucederá cuando la lactancia llegue a su fin? ¿Volveré a acumular grasa?
La pregunta del millón, sin duda. Gracias al deporte y a una alimentación sana, nuestro cuerpo mantiene el metabolismo activo, y sigues quemando calorías aún en reposo. Pero cuanto más fuerte vayamos teniendo la musculatura (el músculo consume más calorías que la grasa, por ello las rutinas de fitness son mejores quemagrasa que salir a correr durante horas) menos posibilidades de almacenar grandes cantidades de grasa (celulitis menos visible). El hecho de usar portabebés para cargar a tu cachorro aportan un plus de trabajo muscular, reforzando la espalda, los brazos, el torso, la faja lumbar, reduciendo poco a poco los dolores musculares que pudieran tenerse antes de tener al bebé.
Sin duda una vida activa, el uso de portabebés y comer de forma consciente y saludable no solamente nos embellecen por fuera, sino que nos sentimos más fuertes, menos cansadas, con más energía y mejor humor.
Gemma Guillamón,
Madre, asesora de porteo y fitporteo.
Instagram: @mum_fitness @porteonatural
Facebook: Porteo Natural
*Si os interesa profundizar en este tema y aprender a cuidaros al lado de nuestros bebés el próximo 21 de abril tenemos un taller en Barcelona. Más información y contacto en el correo [email protected] y la web de Porteo Natural.