Vampiros blancos: lactofilia
Hoy un post en forma de aviso y para que tengáis precaución en las redes.
Os cuento. Desde hace ya unos años sabemos de la existencia de unos personajes llamados “vampiros blancos”. Se trata de hombres que tienen un tipo de fantasía sexual relacionada con la leche materna: beber o tomar leche directamente de los pechos de una mujer lactante.
Bien, la lactofilia es una parafilia más que consiste en la búsqueda de la excitación sexual al succionar el pecho como si se estuviera amamantando. Cuando esta situación se da dentro del ámbito de la pareja, no tenemos nada que decir. Pero cuando la situación se desborda y estos tipos pasan a perseguir a las madres, a ofrecer dinero por hacer realidad sus fantasías, la cosa toma otro matiz.
Sabemos que asusta y que si escribimos este tipo de artículos es para protegeros; cosa que también nos da rabia, pero al no ser sus peticiones un delito, no podemos ofrecer a las mujeres más que unas pautas para estar protegidas.
¿Cómo puedo saber que es uno de ellos?
Estos tipos pueden perder el sentido común obsesionados con sus deseos. Suelen empezar la conversación haciéndose pasar por padres, sanitarios o estudiantes de nutrición, enfermería, etc. Las preguntas al inicio no son sospechosas: qué edad tiene el bebé, si te gusta darle el pecho, qué sientes… y de ahí a preguntas cada vez más personales y más subidas de tono: cómo son tus pezones, te excita que los chupe el bebé, has pensado en que hay hombres a los que les gusta…
¿Qué hago si lo detecto?
Primero intentar tener el estómago de aguantar la conversación. Una vez estés segura de que es un vampiro blanco, haz un pantallazo de su perfil. Y no dudes en difundir la información entre los grupos de lactancia que conozcas. De esta manera, todas podemos bloquear o denunciar el perfil.
¿Denunciar o bloquear es suficiente?
Es una pregunta complicada de responder. Si les cierran una cuenta, suelen abrir otras o modificar su nombre y abrir otra (algunos no son ni capaces de esto) es lo que hay, y ya lo sabemos. Nuestra reacción e insistencia para frenarles depende de los ánimos que tengamos para ello. Podemos perseguirles y molestarles, o podemos simplemente proteger más nuestras redes. Evidentemente, el hecho de denunciarles ayuda a que cada vez tengan menos recursos para seguir molestando a las madres.
¿Y si ha usado fotos mías?
Aquí la cosa es diferente. Si encuentras alguna de tus fotos en una página o grupo de lactofilia, por ejemplo de Facebook, puedes denunciar a la misma red social la apropiación de la imagen.
La cosa es diferente si es tu bebé el que aparece en la foto, no dudes en denunciar al grupo de delitos telemáticos (en el caso de ser en España) https://www.gdt.guardiacivil.es/webgdt/pinformar.php
Cada persona debe encontrar la solución que mejor le convenga. Es posible que necesites proteger tu intimidad y evitar que este tipo de personas entren en tus redes sociales, si es así, otras cosas a tener en cuenta son:
- No mandes fotos de vuestra lactancia a nadie de quién no hayas verificado la identidad.
- Revisa la seguridad en tus redes sociales y limita quién puede ver tus publicaciones.
- No aceptes a personas que no conozcas, aunque tengan amistades con otras personas que sí son amigas tuyas. Pregunta a tu amiga de qué conoce a esa persona.
Internet nos ha permitido aproximar a todo el mundo el conocimiento de lactancia y eso es maravilloso. Así que ya sabéis, no se trata de tenerles miedo, se trata de estar alerta y detectarlos. Y de nuevo os decimos, nosotras somos más y más fuertes y valientes.
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