Son pocas las publicaciones sobre el sueño fisiológico infantil diurno en contexto de lactancia materna. El sueño es uno de los temas que más preocupan a las familias. Expresiones como “dormir como un bebé” son el claro ejemplo de que se suele pensar que los bebés tienen un sueño profundo y mantenido, cosa que ha provocado un sinfín de preocupaciones para las personas que son cuidadoras de éstos.

El sueño infantil es un proceso fisiológico que se inicia en la etapa fetal y que evoluciona hasta que la criatura tiene varios años de edad. Además, este proceso es altamente cambiante.

Si nos centramos en la evolución del sueño durante los primeros meses de vida, nos encontramos con escasa investigación. Aún más cuando el lactante es alimentado con lactancia materna.

En cualquier caso, se debe tener en cuenta que las necesidades y opciones preferidas por la familia deben ser la prioridad a la hora de realizar recomendaciones en torno al sueño infantil.

Durante los primeros meses, el sueño del bebé no suele tener un ritmo marcado. Hace ciclos cortos, muchas veces erráticos. Suelen dormir un poco más si están en piel con piel con un adulto, sobre todo con el cuidador principal y a las pocas semanas se despiertan cuando notan que se les deja sobre una superficie que no es otra persona.

Cuando el sueño aparece en exceso durante los primeros días después del nacimiento es indispensable revisar si la transferencia de leche es correcta, ya que la hipersomnolencia se puede relacionar con un déficit en el aumento ponderal del bebé.

Cuando la lactancia está bien establecida, para que se pueda dar el sueño es necesario estar saciado, sentir seguridad y tener la necesidad de contacto satisfecha. Y otra necesidad obvia pero fundamental es que el bebé tenga sueño.

Como se ha comentado anteriormente, son pocas las publicaciones sobre el sueño fisiológico diurno en contexto de lactancia materna. El Centro de Estudios del Sueño Infantil ha propuesto esta tabla para poder tener una idea de cómo puede ser la tendencia de sueño diurno según la edad. Es importante destacar el amplio rango fisiológico en cada una de las edades. Así mismo, conviene tener en cuenta que la consecuencia de no dormir correctamente es el cansancio de la niña o niño. Si está contento, descansado y activo es probable que su forma de dormir sea una fisiológica aunque no se rija por la propuesta de escalas o tendencias habituales. 

Referencias:

2023. Berrozpe. Curso de Sueño Infantil. Centro de Estudios del Sueño Infantil. 10 edición. 2022 – 2023.