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Lo que necesitas saber sobre la retrognatia

Lo que necesitas saber sobre la retrognatia

Cada vez es más frecuente escuchar el término retrognatia. Y muchas nos habéis pedido información acerca de esta condición estructural de la mandíbula de los bebés. ¿Qué es lo que hay que saber sobre la retrognatia?

¿Cómo se define la retrognatia?

La retrognatia es una situación en la que la mandíbula inferior se observa en una posición más posteriorizada que la mandíbula superior, es decir, está más hacia atrás. Cuando observamos al bebé de perfil se observa con más facilidad esta condición, la cual en la mayoría de casos es benigna.

Pero la retrognatia es normal, ¿no?

Todos los bebés nacen con cierto grado de retrognatia, esta mandíbula más retraída les permite salir por canal del parto con más facilidad. 

Por tanto, es esperable que al nacer los bebés presenten un leve grado de retrognatia que se irá corrigiendo a medida que crecen. La mandíbula se irá colocando en la posición que corresponda cuando el bebé sea adulto gracias al trabajo que hace al mamar. 

En estos casos hablamos de “retrognatia fisiológica” y no hay que hacer nada especial para corregirla. 

¿Cuándo no es fisiológica la retrognatia?

Sin embargo habrá otros casos en los que esa retrognatia y en ocasiones micrognatia (la mandíbula más pequeña de lo que sería adecuado) no son fisiológicas y van relacionadas con situaciones de patología, tales como:

  • Síndrome de Pierre-Robin. Este síndrome afecta tanto a la mandíbula como a la lengua, y puede producir una obstrucción de las vías respiratorias.
  • Síndrome de Treacher Collins. Afecta a varios huesos de la cara, incluida la mandíbula.
  • Retrognatia estructural. En este caso es un rasgo genético, donde uno de los progenitores o abuelos presenta esta misma condición sin que exista una patología concreta. 

¿Qué dificultades puede causar?

Los bebés con retrognatia pueden tener dificultades para mamar pero también para tomar un biberón, puesto que las dificultades pueden aparecer en el agarre.

Además es habitual que, si la retrognatia es muy evidente, ésta vaya acompañada de un frenillo lingual corto (anquiloglosia), pues durante el desarrollo embrionario, cuando el bebé está en el útero, la mandíbula crece a un ritmo más lento, o no tan óptimo como debería, y por tanto la estructura se ve afectada.

En ocasiones los bebés con retrognatia tampoco son capaces de cerrar la boca de manera eficaz en reposo. Esto hace que puedan tener patrones de respiración oral o que respiren por la boca en reposo y puedas observar que el bebé está la mayor parte del tiempo con la boca abierta y la lengua baja. 

Y, no olvidemos que todo ello puede causar un vaciado ineficaz de la glándula mamaria, el bebé no puede hacer correctamente los movimientos para extraer la leche. Por tanto, es probable que si tu bebé tiene retrognatia, tu tengas más tendencia a sufrir obstrucciones o mastitis de repetición.

¿Quién lo puede valorar?

Si estás lactando y tienes dificultades es importante que el bebé sea valorado lo antes posible. Para ello existen diversos profesionales que te pueden ayudar a verificarlo y otros a “tratarlo”.

En este caso la valoración la puede realizar: 

  • Una experta en lactancia. 
  • Una asesora de lactancia.
  • Una IBCLC.
  • Una comadrona.
  • Una enfermera pediátrica. 
  • Una pediatra. 

Para intentar ver si existe algún tipo de tensión mandibular o un frenillo corto las profesionales a quién consultar son una logopeda miofuncional o una fisioterapeuta experta en succión y deglución.

Habitualmente la lactancia no suele verse entorpecida por esta retrognatia fisiológica, que poco a poco irá mejorando. Por contra, cuando la retrognatia está relacionada con una patología es clave un acompañamiento cercano y certero para dar respuesta a las dificultades que pueden aparecer en la lactancia. 

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