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¿A quién acudo cuando nuestra lactancia no va bien?

¿A quién acudo cuando nuestra lactancia no va bien?

Cuando estamos embarazadas empezamos una actividad frenética para que todo sea perfecto una vez tengamos a nuestro bebé en brazos. Desde preparar y adaptar la casa, pasando por revisar todos los lugares donde parir, hasta leernos todo lo habido y por haber sobre la gestación, el parto, el posparto y… ¡la lactancia!

Una vez hemos hecho los deberes, una sensación de calma nos invade: ¡estamos preparadas!

Entorno a la lactancia, que es el temazo, hemos leído que es a demanda, que tenemos seis meses maravillosos donde no necesitaremos nada más que nuestro pecho y que, por encima de todo, la lactancia materna no duele… ¡fantástico, es un chollo!

Pasan los meses y parimos y, sobre todo si lo hacemos en el ámbito hospitalario (lo digo por la mezcla de profesionales que se juntan en tres días y el embrollo que eso supone, no por el lugar), aparece lo que yo llamo “la gran leche en toda la cara”.

Sí, porque aunque la lactancia es maravillosa, es a demanda y no duele, los primeros días/semanas, puede que surjan dificultades para las cuales no nos hemos preparado desde una falta de técnica por nuestra parte, hasta dificultades mecánicas por parte del bebé, entre otras… Sea por lo que sea, es entonces cuando pulsamos el timbre de la habitación y en demasiadas ocasiones…

¡Zasca! La primera leche: “Tranquila, es normal que duela”

¡Zasca! Segunda leche “Ui no no no, el pecho a demanda pero cada tres horas, sino te va a arrancar el pezón”

¡Zasca! Tercera leche: “Ui, es que lo haces fatal”

¡Zasca! Cuarta leche: “Ay chica, si no aguantas la succión del bebé ya me dirás cómo lo vas a criar, es que hoy en día os quejáis por todo”

¡Zasca! ¡Zasca! ¡Zasca! y 1000 zascas más…

“Pero… ¡No puede ser así! Hay un montón de mujeres felices dando el pecho y dicen que es lo más maravilloso… La naturaleza es sabia y no puede haber preparado esta tortura! Me he leído mil libros y sé que dar la teta no duele… ¿Qué está pasando? ¡¡¡Help!!! ¿A quién acudo?”

Uno de los grandes zascas es darte cuenta de que no sabemos a quién acudir porque de pronto, cuando estamos en plena crisis decidimos buscar ayuda pero… ¿Quién leches es el encargado o encargada de ayudarnos, acompañarnos y asesorarnos con la lactancia?

¿El/la gine? ¿Las/os enfermeras/os? ¿El/la pediatra? ¿La comadrona? Y eso de las asesoras… ¿Quiénes son? ¿Dónde están?

Y sí señoras, aquí está el quid de la cuestión, por suerte o por desgracia tenemos la información a un clic, y eso está muy bien, lo que es difícil es seleccionar esa información y quedarse con la más competente, por eso os queremos poner la vida más fácil y hablaros de los recursos reales a los que podéis acudir en cualquier caso:

  1. Ya desde el embarazo podéis acudir a un grupo de apoyo a la lactancia. En esa etapa veréis a las madres y a sus bebés y las complicaciones que pueden surgir y cómo poco a poco se van solventando. La educación prenatal sobre lactancia debería ser un básico, como mínimo un ABC, y saber, no lo que hacer, sino lo que no hacer.

Después de parir, ir a un grupo, ya sea con complicaciones o sin ellas, es muy buena idea. Los grupos de lactancia suelen estar conducidos por asesoras expertas, en ellos encontraréis a mujeres en la misma etapa que vosotras, y podréis hablar y conversar de todas esas dudas y vivencias entorno la lactancia materna. Seguro que muy cerquita tenéis un grupo de apoyo, os dejamos aquí el directorio de grupos a nivel nacional (España), la Liga de la Leche Internacional y la Federación Española de Asociaciones Pro-Lactancia Materna.

  1. Matrona: la matrona es la figura sanitaria con competencias para acompañar a la madre durante la lactancia y el posparto, pero no siempre se puede acceder directamente a ellas. Hay algunas mutuas que contemplan la atención posparto a domicilio, si es así no lo dudéis y acogeos al plan, pero debéis aseguraros de que la persona que os visita sea una comadrona. Otras veces, por la vía pública tenemos mala suerte y no nos sentimos a gusto con la comadrona asignada. Se puede pedir un cambio o contratar de manera privada a una comadrona independiente ya sea en consulta o a domicilio.
  2. Consultora de Lactancia Certificada (IBCLC, International Board Certified Lactation Consultant por sus siglas en inglés): es una profesional de la salud especializada en el manejo clínico de la lactancia materna. Las Consultoras Certificadas en Lactancia Materna trabajan dentro de unos estándares y de acuerdo a un código ético establecido por el organismo IBLCE y aceptado por las propias Consultoras. Hay IBCLC por todo el mundo, si tienes dificultad para dar el pecho puedes, igual que con las matronas, pedir una visita en consulta o a domicilio.
  3. Doulas y asesoras de maternidad expertas en lactancia: hay muchas mujeres muy formadas en lactancia materna que han convertido su pasión en su profesión, pero ojo, son profesiones no reguladas y no sanitarias, por lo tanto, hay que tenerlo en cuenta a la hora de pedir referencias o tratar según qué temas.
  4. LactApp: no es spameo, es una realidad y un recurso como la copa de un pino. LactApp se creó con el objetivo de ofrecer información personalizada a las madres desde el respeto a la toma de decisiones de cada familia. LactApp acompaña de manera gratuita, sencilla y eficaz ya desde el embarazo o en cualquier etapa de la lactancia, hasta el destete, y quiere ser totalmente compatible con la atención profesional que recibe la madre. Además, a día de hoy tenemos el servicio de CHAT gratuito para las consultas que no encuentres dentro de la app o por si en algún momento puntual necesitas una atención más personalizada.

 

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