El miedo a que la lactancia no funcione
Cuando estamos embarazadas podemos tener muchos miedos y cosas en las que pensar, sobre todo si es nuestro primer bebé. Todo parece haberse vuelto otro mundo, casi una carrera de fondo en la que la embarazada parece tener que conseguir hitos a medida que avanza: preparar la famosa habitación del bebé, hacer las compras básicas e imprescindibles para sobrevivir a la maternidad, hacerse todas las pruebas médicas pertinentes, preocuparse de su peso y de la dieta, decidir dónde va a parir…
Y entonces, en un punto de todo este proceso suenan campanadas sobre la lactancia. ¡Madre mía, la lactancia! ¡Como si no tuviera suficientes cosas de las que preocuparme! ¿Verdad? Y podemos pensar que seguro que no es tan difícil o que ya recibiré ayuda de los que me atiendan el parto. Pero la realidad es que los recursos de los que dispone un centro que atiende partos no suelen ser los suficientes como para que una madre reciba todo el apoyo y las indicaciones suficientes para amamantar con éxito.
Cada lactancia es un mundo
Aunque la mayoría de veces llegamos a la lactancia sin grandes miedos o prejuicios sobre cómo va a salir, otras veces sí que llegamos con miedo. Miedo por haber oído otras historias fatídicas en las que la lactancia no funcionó o simplemente por haber vivido en propia carne una lactancia que no consiguió tirar adelante. Hay muchas emociones en juego.
Primero, es importante tener en cuenta que cada lactancia es un mundo. Incluso la misma madre puede contar con experiencias dispares con distintos hijos. La historia no tiene por qué repetirse, ni para bien ni para mal.
Usa el miedo para prepararte
La lactancia no es innata, al menos no lo es para la madre (para el bebé, sí), y debemos aprender a hacerlo. Por ello, es importante poder acudir (incluso antes de que nazca el bebé) a grupos de apoyo a la lactancia, aunque lamentablemente el acceso a estos se ha visto muy dificultado a causa de la pandemia de Covid-19. Contar con grupos virtuales, saber a quién poder acudir en caso de problemas y acercarse a otras madres lactantes que puedan apoyarnos y guiarnos supone una gran ayuda.