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Destete: “Dile siempre a tu bebé lo que sientes”

Destete: “Dile siempre a tu bebé lo que sientes”

Cuando planteamos un proceso de destete, uno de los lemas que podemos escuchar es el que dice que es necesario decir la verdad a nuestro bebé y contarle las verdaderas razones por las que queremos destetar. 

En vez de decirle: “la teta está enferma” o “la teta duerme”, se aboga por decir a los pequeños: “no te quiero dar la teta porque estoy cansada”, o, “no me apetece más darte el pecho”, vamos, dile siempre a tu bebé lo que sientes sin disfrazarlo.

Pero decirle lo que sientes le ayuda a aprender sobre ello, ¿no?

Bueno, lo primero que tenemos que poner sobre la mesa es a qué edad se va a plantear ofrecer esta información al bebé, pues, tenemos claro que para un bebé menor de un año esta información no le sirve de nada. ¿Pero y en niños más mayores?

Antes de seguir, tenemos que definir qué significa mayores, porque puede que a un niño o una niña de 15, 19, 20 meses… lo veamos muy mayor, ¿pero está preparado para recibir y entender esta información? Pues no, no lo está. Y no lo está porqué su cerebro no está preparado para entender las emociones de los demás, al no tener la capacidad de empatizar con lo que los demás sienten.

¿Cómo se desarrolla esta capacidad?

La empatía es la capacidad de ponernos en el lugar del otro y entender qué puede estar sintiendo. Es una capacidad maravillosa que nos ayuda a cooperar y trabajar en equipo, pero esta capacidad como muchas otras, la desarrollamos a medida que crecemos. 

Cuando nacemos y a lo largo de nuestra vida, tenemos una gran capacidad para leer las expresiones en las caras de los demás. Los pequeños son capaces de hacerlo desde muy pequeños, y la atracción innata que tienen hacia la cara de su madre, les ayuda muy pronto a reconocer los pequeños detalles y cambios microfaciales que determinan y modifican una u otra expresión de otra. 

Este es un aprendizaje que también se relaciona con las neuronas espejo. Estas neuronas que se sitúan en la corteza cerebral, nos permiten también aprender por imitación, a conocer la intención de los demás… en definitiva a “leer” a las otras personas.  

¿Cuándo va a poder entenderlo?

Los niños y las niñas entre los 3 y los 4 años están en plena fase egocéntrica, lo que implica el inicio de su desarrollo individual, y no es que no tengan empatía, es que la están trabajando. 

La empiezan a desarrollar a partir de los 2 años, pero  no será hasta la finalización de la etapa egocéntrica, en que serán capaces de entender que estamos agotadas de dar el pecho, que ya nos apetece o que simplemente queremos dormir. Está claro que podemos decirle que estamos cansadas de sacar la teta a todas horas a un/a niño/a, pero no podemos esperar que acepten lo que sentimos y que acepten nuestra demanda. 

¿Cómo lo hago entonces?

Por tanto, lo que vamos a intentar, en un proceso de destete de un/a niño/a de menos de 4 años es explicar y compartir lo que queremos hacer (destetarle) de una manera en la que pueda “entenderlo” o aceptarlo. 

No hay nada malo en decirle a una niña de dos años que la teta está cansada y quiere dormir, lo que hacemos es adaptar el mensaje a sus capacidades, facilitar el proceso de destete mediante mensajes que pueda comprender (que no aceptar, ¡ojo!) y empezar a trabajar con ellos la empatía, y es que ya llegará el momento en el que puedan entender qué implica que estemos cansadas y no queramos hacer algo. 

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