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¿Cuándo preocuparse si le sale leche por la nariz?

¿Cuándo preocuparse si le sale leche por la nariz?

Cuando los bebés están amamantando, están aprendiendo a coordinar la succión, la deglución y la respiración. Este es un proceso complejo que en algunos bebés puede requerir tiempo para ser perfeccionado totalmente.

Hemos hablado en otras entradas sobre qué es una regurgitación o un vómito, así que hoy vamos a intentar aportar luz a una situación un poco más compleja: ¿qué pasa, y porqué pasa cuando a un bebé le sale leche por la nariz, es decir que regurgite leche por la nariz?

¿Debería preocuparme si le sale leche por la nariz?

Hay varias teorías que explican esta situación, que sin duda angustia mucho a las familias. Debemos aclarar que no pasa a todos los bebés, y que incluso le puede ocurrir de manera puntual a un bebé.

Cuando las regurgitaciones nasales pasan durante la toma y no desaparecen a medida que el bebé va creciendo, y/o se sospecha que afectan a su crecimiento; se debería buscar atención médica para que se pueda determinar la causa.

¿Cuáles son las causas?

Entre las situaciones habituales por las que se pueden producir regurgitaciones nasales encontramos: 

Inmadurez de estructuras 

Los bebés tienen partes de su sistema digestivo inmaduro. En algunos casos, los músculos y las válvulas que controlan el flujo de leche en la garganta y evitan que entre en la nariz aún no están completamente desarrollados.

Esto puede permitir que la leche materna fluya hacia la parte posterior de la garganta y, ocasionalmente, retroceda hacia la nariz, causando el reflujo nasal. 

Al final del paladar, la estructura del paladar blando también actúa como una válvula, pues cuando el bebé mama, la estructura se cierra y deja fluir la leche hacia el esófago protegiendo la nasofaringe que es la parte más posterior de la cavidad nasal.

Alteración/es de estructuras orales

Esta situación es un poco diferente, pues corresponde a los bebés que desde el nacimiento presentan una fisura en alguna zona del paladar, ya sea duro o blando. Es decir que el paladar, que separa la nariz de la boca, no se ha cerrado y hay una comunicación.

Esta comunicación puede dar como resultado que la leche tenga tendencia a salir por la nariz mientras el bebé mama. No siempre se observa un gran volumen de leche, en ocasiones lo que solo se observa es un goteo de leche continuo por la nariz.

La fuerza de succión

La fuerza de succión del bebé también puede jugar un papel importante. Algunos bebés tienen una succión más fuerte y vigorosa que otros, lo que puede hacer que la leche fluya más rápidamente hacia la garganta y, en ciertas circunstancias, hacia la nariz. 

Posición de bebé durante la toma

La posición del bebé durante la lactancia puede influir en la dirección del flujo de leche. Si el bebé está en una posición que permite que la leche fluya fácilmente hacia la garganta y la nariz, es más probable que ocurra el reflujo nasal.

En ocasiones los bebés presentan estas regurgitaciones nasales únicamente en ciertas posiciones. Estas suelen ser las que implican que el bebé esté más tendido, ya sea en la cama o en posición de cuna. 

Si es vuestro caso, solo es necesario buscar la manera que durante la toma el bebé mantenga la cabeza más alta que el resto del cuerpo y así favorecemos que la leche no tenga tantas probabilidades de ser regurgitada. 

Hiperproducción de leche o el reflejo hiperactivo de eyección de leche

Tanto si existe una hiperproducción de leche, o solo se circunscribe en los momentos en los que se produce una eyección muy potente de leche, el bebé puede presentar dificultades para poder gestionar la leche y deglutir con facilidad.

Además debemos tener en cuenta que estas situaciones maternas de superproducción de leche suelen estar asociadas a dificultades orales del bebé como puede ser un frenillo lingual corto. 

Frenillo lingual corto o alteraciones en la movilidad de la lengua

La anquiloglosia es una situación que produce que el bebé no pueda realizar unos movimientos óptimos de succión y deglución. Esto hace que el lactante busque la manera de conseguir la leche que necesita realizando lo que llamamos movimientos compensatorios con la musculatura oral.

Estos movimientos pueden conducir a agarres deficientes en los que los bebés tragan aire (se conoce como aerofagia). Esta acumulación de pequeñas cantidades de aire en el estómago pueden actuar de “propulsor” de la leche, y que la leche salga disparada por la nariz.

Suele ser una condición temporal

Es esencial tener en cuenta que en la mayoría de los casos, el reflujo nasal durante la lactancia no es motivo alguno de preocupación, y no provoca situaciones graves. Ésta tiende a mejorar a medida que el bebé crece, y todas las estructuras maduran completamente. 

Es importante que, a pesar de que esta es una condición benigna, es ideal que los padres observéis el comportamiento del bebé en el momento en que se produce la regurgitación nasal: si el bebé parece estar luchando para respirar o tiene dificultades significativas para alimentarse, se debe buscar atención médica de inmediato.

El especialista adecuado para valorar estas situaciones es el logopeda especialista en terapia miofuncional. 

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