Cuando el suplemento es necesario
A veces el suplemento es necesario, pero muchos bebés reciben “ayuditas” o suplementos cuando no no los necesitan. Además, la suplementación de leche artificial puede entorpecer la lactancia materna. Y en caso de ser necesario, el suplemento no tiene que ser necesariamente de leche artificial.
Hablamos hoy de los suplementos, de cuándo el suplemento es necesario y de las mejores opciones para administrarlos.
¿Qué son los suplementos?
Se trata de cantidades variables de leche que se administran al bebé una o varias veces al día después de las tomas de pecho habituales, para favorecer que gane o recupere peso.
¿Los suplementos siempre tiene que ser de leche artificial?
A pesar de que es muy común que se asocie el suplemento a la leche artificial, en realidad no debe ser así. Las recomendaciones incluidas en el documento de Unicef “Nutrición del Lactante y del niño pequeño, Estrategia mundial para la alimentación del lactante y del niño pequeño” son muy claras:
“La gran mayoría de las madres pueden y deberían amamantar a sus hijos, del mismo modo que la gran mayoría de los lactantes pueden y deberían ser amamantados. Sólo en circunstancias excepcionales puede considerarse inadecuada para un lactante la leche de su madre. En esas escasas situaciones sanitarias en que los lactantes no pueden, o no deben, ser amamantados, la elección de la mejor alternativa – leche materna extraída de la propia madre del lactante, leche materna de una nodriza sana o de un banco de leche humana, o un sucedáneo de la leche materna ofrecido en una taza, que es un método más seguro que el biberón y la tetina – depende de cada circunstancia.”
Así pues, la primera opción para suplementar es siempre ofrecer al bebé leche materna extraída. Y si la madre no quiere o no puede sacarse leche, la leche artificial es la segunda opción.
¿Cómo saber si el suplemento es necesario?
A pesar de que muchos de los bebés que los reciben no los necesitan, hay bebés que sí requieren recibir estas pequeñas cantidades extra de leche (ya sea materna o artificial). Los casos más habituales son:
- Bebés prematuros que tienen dificultades de succión
- Bebés enfermos o que pierden peso
- Bebés que pierden más del 10% del peso los primeros días de vida
- Bebés que, llegados a los 15 días de vida, no han recuperado el peso del nacimiento
- Bebés que sufren hipoglucemias
- Bebés cuyas madres se quedan embarazadas antes de que ellos tengan un año
En estos casos, es recomendable favorecer la alimentación del bebé para solucionar lo antes posible la situación. Una vez recuperado, los suplementos se podrán eliminar. En el caso de los suplementos de leche artificial y según la cantidad que el bebé tome, será necesario relactar.
En el caso de los bebés que toman leche materna, una vez se han recuperado, los suplementos se pueden eliminar de un plumazo, ya que el bebé encontrará la leche que necesite en el pecho.
¿En qué cantidad hay que darlos?
Normalmente se ofrecen pequeñas cantidades de 20 o 30ml (menos de 1 oz) varias veces al día. Va a depender de la situación del bebé y de las necesidades que presente, que esta cifra orientativa sea mayor o menor. Lo que es determinante es que el bebé consiga normalizar su peso.
¿Siempre se tienen que dar en un biberón?
Se pueden ofrecer en biberón, pero siempre hay alternativas cuando no se desea usar o es más adecuado utilizar otro método. Dependiendo de la situación y la edad el bebé se puede encontrar el método más adecuado en cada caso: jeringa-dedo, vaso, cuchara, relactador…
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