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Dolor y pezoneras: lectura crítica de estudio

Dolor y pezoneras: lectura crítica de estudio

Dolor y pezoneras: cuando las estrategias de los profesionales para reducir el dolor no son efectivas, el uso de la pezonera puede considerarse como uno de los recursos para el control del dolor en el pezón.

Es conocido que el dolor, y especialmente el dolor que se produce en el pezón, es una de las primeras causas de abandono de la lactancia materna antes de lo que las mujeres habían previsto (1). Para reducir el dolor, las profesionales que atienden a las mujeres en el periodo de lactancia deben valorar y ayudar a mejorar la técnica de la madre, verificando que el agarre y la succión del pezón sean correctos, así como dar pautas correctas para curar las lesiones que se han podido crear en el pezón.

Si estas estrategias para reducir el dolor no son efectivas, puede considerarse el uso de la pezonera. Las experiencias maternas sobre el uso de pezoneras indican que pueden ser útiles para iniciar la lactancia materna y evitar su interrupción temprana (2,3). Sin embargo, a los profesionales de salud les preocupa que el uso de pezoneras reduzca la transferencia de leche y en algunos estudios de hace años se   detalla como el uso de pezoneras afecta negativamente a la exclusividad y la duración de la lactancia, reduciendo el volumen de transferencia de leche (4).

Es necesario señalar que estos estudios presentan limitaciones metodológicas que suscitan dudas en cuanto a la validez de sus resultados. Por ejemplo, no tienen en cuenta los diferentes grados de plenitud de las mamas causados por tomas consecutivas y/o por el uso de sacaleches con y sin pezoneras. 

En este contexto, un estudio publicado en 2021 en la revista Breastfeeding Medicine evaluó el efecto del uso de pezoneras en la transferencia de leche y en el dolor en el pezón (5). Para ello, realizaron un estudio clínico aleatorizado en el que tanto en el grupo control (madres sin dolor) como en el grupo de dolor en el pezón les asignaron de forma aleatoria el uso de pezoneras o no y midieron la transferencia de leche por el método de la doble pesada (6), el contenido de grasa de la leche, el dolor en el pezón utilizando escalas de valoración de dolor validadas (McGill y VAS) y la eficiencia de la toma (en mL/min) dividiendo la ingesta total de leche por la duración de la toma. Los resultados más destacables fueron: 

  • En madres que sufren dolor, el uso de pezoneras no redujo de forma significativa (p>0.05) el volumen de leche transferida durante la toma ni la duración de la toma, pero sí que disminuyó significativamente la eficiencia de la toma (media de 4mL/min en las madres que usaron pezoneras en comparación a 7 mL/min en madres que no usaron pezoneras). 

  • En mujeres que no presentaban dolor, el uso de pezoneras sí redujo significativamente (p<0.05) el volumen de transferencia de leche, el porcentaje de leche disponible extraída y la eficiencia de la toma. 

  • No encontraron diferencias significativas en el grado de dolor que sufrían las mujeres, medido por la escala VAS y McGill, con el uso de pezoneras. Los autores apuntan que esto podría ser debido a que las mujeres del grupo con dolor no habían intentado amamantar sin pezonera antes del estudio. Dado que el dolor es una sensación que cambia con el tiempo, es posible que la intensidad del dolor haya disminuido a niveles más bajos al iniciar el uso de la pezonera. 

A pesar de que el tamaño muestral de este estudio es pequeño (25 mujeres en el grupo dolor y 34 en el grupo control), aporta nuevos conocimientos sobre el uso de pezoneras en mujeres que experimentan dolor durante su lactancia, siendo una estrategia que parece no afectar la transferencia de leche. 

Tal y como hemos explicado al inicio del artículo, es indispensable la valoración y la mejora de la técnica de la lactancia antes de asumir la necesidad de incorporar las pezoneras. Aunque cada vez disponemos de más estudios sobre su seguridad en la lactancia, no podemos obviar que es un elemento de distorsión y que aumenta la complejidad de ésta. Las pezoneras pueden ser aliadas en un determinado momento de la lactancia, cuando su indicación sea adecuada. 

Referencias

1. Schwartz K, J S D’Arcy H, Gillespie B, Bobo J, Longeway M, Foxman B. Factors associated with weaning in the first 3 months postpartum. J Farm Pr [Internet]. 2002;51(5):439–44.

2. Hanna S, Wilson M, Norwood S. A description of breast-feeding outcomes among U.S. mothers using nipple shields. Midwifery. 2013;29(6):616–21.

3. Powers D, Bodley Tapia V. Women’s experiences using a nipple shield. J Hum Lact [Internet]. 2004;20(3):327–34.

4. Auerbach KG. The effect of nipple shields on maternal milk volume. J Obstet Gynecol neonatal Nurs  JOGNN. 1990;19(5):419–30.

5. Coentro VS, Perrella SL, Lai CT, Rea A, Murray K, Geddes DT. Impact of Nipple Shield Use on Milk Transfer and Maternal Nipple Pain. Breastfeed Med. 2021 Mar 1;16(3):222–9.

6. Arthur PG, Hartmann PE, Smith M. Measurement of the milk intake of breast-fed infants. J Pediatr Gastroenterol Nutr. 1987;6(5):758–63.

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