Una de las cosas que aprendes cuando eres madre es que las cosas están MUY mal montadas, sobre todo en lo relacionado con la bienvenida de nuestros bebés al mundo. Y miras atrás y te das cuenta de todo lo que hiciste mal con tus amigos y familiares por no darte cuenta de lo que significa tener un bebé, lo agotada que puedes llegar a estar y lo que realmente necesitas, física y emocionalmente, en esta nueva etapa de tu vida.

Hemos hecho una propuesta de top 10 de las cosas que pueden pasar durante los primeros días del posparto y que, por si algún día alguien vuelve a montar el mundo, por favor que lo tenga en cuenta:

1. Recibir frases alentadoras: ¿Seguro que tienes leche? ¿No lo tienes mucho en brazos? ¡Otra vez!

Como si nos encontráramos en el momento más asertivo y relajado de nuestras vidas, hay algunas personas que deciden que seguramente es el momento ideal para traspasarnos todoso sus miedos, mitos y manías como si no tuviéramos suficiente con los nuestros.

2. Que se presenten todos sin avisar…

¡Claro que sí! Pasad cuando queráis… Total, como estoy tan cómoda con las hemorroides, mi compresa tamaño barca, los sudores de sauna, el pecho sensible y las ojeras hasta el suelo.

3. … y, en consecuencia, que haya más gente en la habitación que en el metro en hora punta

Entre la multitud y las fotos, a veces dudo de si estoy en exposición en una bonita jaula del zoo. La única ventaja del modo “metro” es que algunas personas acortarán su visita gracias a la aglomeración, aunque seguramente las que se van antes son las que más te apetece ver.

4. El sofá caliente “vayan pasando”

Ideal para aprovechar que tu bebé descansa para hacerlo tú también y tener más fuerzas durante las horas nocturnas. En las que, tranquila, que a nadie se le ocurre molestarte, puedes estar tranquilamente despierta atendiendo a tu bebé.

5. Pasar de ser la protagonista a la secundaria olvidada

Mientras estás embarazada (sobre todo del primero) todo son atenciones y cuidados. Pero nace el bebé y la madre parece que desaparece del mapa y se convierte en esas ojeras de panda que atienden al precioso bebé.

6. Que el bebé vaya de brazos en brazos y #tiroporquemetoca

Como si el bebé pudiera contagiar la eterna juventud, todo el mundo quiere tenerlo en brazos unos minutos para poder absorver toda su energía (¡y la nuestra!). Lo peor, cuando deciden desplazarse con el bebé en brazos fuera de la habitación… ¡que ya me dirás el tour tan bonito que hacen!

7. Regalos muy útiles: chupetes, calienta-biberones, esterilizador… después de haber manifestado repetidamente que quieres dar el pecho

“Quiero correr un maratón”, “Perfecto, pues te voy a regalar una caja de Donuts, una Play Station y un pijama.” … ¡¿No, verdad?! Pues regalarle un calienta-biberones a alguien que ha dejado bien claro que quiere dar el pecho viene a ser lo mismo. ¿No sabes qué regalar? Aquí algunas ideas.

8. Que cada sanitario que entre te cuente una versión diferente de lo que debes hacer

A veces creo que estoy jugando a Quieres ser millonario a ver si adivino cuál de las 4 cosas diferentes que me han dicho es la correcta. (Mira LactApp para saber la respuesta correcta).

9. Que te duela el pecho y todo el mundo te diga que es normal

¡Qué manía! Cuando te duela un zapato, haces algo ¿no? Puedes buscar la causa del dolor y dejar de sufrir, que si el zapato te duele, no te lo vuelves a poner seguro!

10. Y, para colmo, la extraña capacidad de las parejas de entrar en modo off a media noche y despertar por la mañana sin haber oído nada de nada

¿Habéis oído la frase “dormir como un bebé”? Pues habría que cambiarla, ¡mejor dormir como un PADRE!

¿Te ha pasado alguna de estas cosas? ¿Cuál es tu top 10 particular?

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