fbpx
Protección solar durante la gestación y la lactancia

Protección solar durante la gestación y la lactancia

Con la llegada del verano y el calor, a las familias les puede surgir la duda sobre la protección solar más adecuada para ofrecer a su criaturas. 

Se conoce la importancia del sol para los organismos vivos y la necesidad de protección para evitar problemas en la piel. La protección solar es un elemento clave para esta época, así como elegir la que mejor se adapte a cada situación

Luz solar

El sol emite energía en forma de radiación, una mezcla de rayos u ondas. Unas inofensivas, como las ondas largas, y otras más dañinas, como los rayos ultravioletas. 

Es la radiación ultravioleta (UV por sus siglas) la que promueve la síntesis de vitamina D, así como el daño tisular.

La radiación UV se clasifica en 3 tipos principales: UVA, UVB, UVC. La capa de ozono absorbe por completo la radiación UVC y gran parte de la radiación UVB. Por lo tanto, las ondas que se reciben en la Tierra son los UVA y parte de los UVB.

  • UVA: Los rayos UVA penetran en la piel y son los responsables de su bronceado. Por consiguiente, aceleran el envejecimiento de la piel y la aparición de arrugas.
  • UVB: Los rayos UVB penetran poco en la piel y son los causantes de las quemaduras dérmicas. 

Beneficios y riesgos del sol

El sol es esencial para los seres vivos y aporta beneficios importantes como:

  • Ayudar al organismo en la síntesis de la vitamina D.
  • Efecto antiinflamatorio ante algunas enfermedades dermatológicas: promueve la cicatrización de las lesiones de psoriasis y algunas dermatitis y ayuda a prevenir y controlar el acné cutáneo.
  • Mejorar los ciclos de sueño ya que regula la producción de melatonina.
  • Mejorar el estado de ánimo.

En cuanto a la vitamina D, ayuda al cuerpo a absorber el calcio y el fósforo de los alimentos y contribuye en la formación de los huesos, evitando situaciones como el raquitismo o la osteoporosis, además de jugar un papel importante en el sistema nervioso, muscular e inmunitario. Por el contrario, el déficit de vitamina D conlleva, entre otras, situaciones de fatiga, pesimismo, depresión, debilidad muscular, nerviosismo o insomnio.

Se entiende, pues, la importancia de la luz solar en nuestro sistema, sin embargo, también puede ser dañina si existe una exposición constante e indiscriminada a ella y sin protección adecuada.  

Cremas solares

La protección solar en forma de crema, loción o sérum usa las siglas SPF (Sun Protection Factor) para indicar el tiempo de exposición al Sol evitando la quemadura. 

El SPF mide la protección contra los UVB, ya que los UVA son variables y es complicada su medición, con lo que se recomienda la aplicación de crema o loción solar cada 2 horas como máximo o en caso de realizar un baño.

Existen dos tipo de filtros para dicha protección solar:

  • Filtro mineral: No se absorbe a través de la piel, haciendo que los UV reboten la mayor parte de su radiación, evitando así que entren en la piel. No se absorben, en especial si no están formulados como nanopartículas. Habitualmente los componentes utilizados son el Dióxido de titanio y el óxido de Zinc.
  • Filtro químico: Penetra en la piel y realiza su acción absorbiendo la radiación y transformándola en radiación inofensiva para la piel. 

Protección solar en gestación, lactancia y bebés

Se conoce que varios filtros químicos de protección solar actúan como disruptores endocrinos y son susceptibles de afectar al sistema génito-sexual y al eje hipotálamo-hipofisario-tiroideo del lactante. En diversos estudios se han encontrado estos compuestos en la leche materna en cantidades variables, aunque muy inferiores a las dosis necesarias estudiadas con efecto disruptor endocrino.

En cualquier caso, los efectos a largo plazo de una exposición crónica a los protección solar química con efecto disruptor endocrino son desconocidos, por lo tanto durante la lactancia son preferibles los filtros solares físicos (5).

En caso de protección a los lactantes, la recomendación general es evitar la exposición en las horas centrales del día y, en caso necesario, se aconseja el uso de protección solar con filtro físico, SPF alta y de amplio espectro a los lactantes mayores de 6 meses de vida. Se debería aplicar previamente a la exposición solar y cada 2h o antes si se realiza baño. Se pueden añadir otras medidas, como el uso de gafas de sol, sombrero y uso de ropa con protección solar. Esta ropa viene indicada con las siglas UPF, Ultraviolet Protection Factor, similar al factor de protección solar para tejidos.

En cuanto a las etapas de gestación y lactancia, no hay suficientes estudios sobre su uso, aunque las recomendaciones se orientan a preferir el uso de protección física y, a poder ser, sin la presencia de nanopartículas. En el caso de lactancia, se aconseja no aplicar en la zona de los pechos.

Referencias

  1. https://www.elsevier.com/es-es/connect/ciencia/beneficios-salud-del-sol
  2. MedlinePlus en español [Internet]. Bethesda (MD): Biblioteca Nacional de Medicina (EE. UU.) [actualizado 27 ago. 2019]. Vitamina D; [actualizado 12 noviembre 2021; consulta 16 jun. 2023]; [aprox. 5 p.]. Disponible en: https://medlineplus.gov/spanish/vitamind.html
  3. https://www.cdc.gov/nceh/radiation/nonionizing_radiation.html
  4. https://www.cdc.gov/spanish/nceh/especiales/radiacionuv/index.html#:~:text=La%20radiaci%C3%B3n%20ultravioleta%20(UV)%20es,causar%20riesgos%20para%20la%20salud.
  5. https://www.e-lactancia.org/breastfeeding/topical-sun-protector-cream-lotion-gel/synonym/



Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

DESCARGA LA APP GRATIS