Destete nocturno con el plan pareja
Cuando planteamos un destete nocturno a partir del año de vida del bebé, muchas veces os sugerimos que una opción a tener en cuenta, es el plan pareja, que también podréis encontrar en algunos lugares referenciado como el plan padre. Muchas veces se define esto como: que la pareja se ocupe del bebé en las tomas nocturnas. Y eso es todo. Bueno, eso no es todo, queda mucho por decir y muchas cosas que debéis saber para llevarlo a cabo de manera adecuada.
Cosas que debes saber antes de empezar:
- Si tu hijo/a tiene poca vinculación con tu pareja empezar con este plan de un día para otro quizá no es la mejor opción. Intenta antes de llevarlo a cabo fortalecer el vínculo entre ambos. Esto se traduce en que pasen más tiempo juntos, aunque que sea el fin de semana, o que intente dormir al bebé en las siestas de fin de semana. No se trata tanto, en el caso de las siestas, de que la pareja le haga dormir, es más bien que pasen tiempo juntos, que distraiga al bebé y, si se relaja, que se duerma con él. Si toman el pecho suelen tener muy claro que, si está disponible, para dormir en casa quieren teta, así que hay que hacerlo todo de manera muy sutil.
- Los sentimientos de todos pueden estar patas arriba: sí, en el proceso de destete los tres participantes podéis tener las emociones a flor de piel. No es raro, este es un proceso en el que se va a cerrar una etapa y dará paso a otra, una etapa en la que pueden aflorar situaciones de nervios, tristeza…
- Recursos: de la misma manera que cuando vayas a hacer un viaje necesitas preparar la maleta, en un destete debes preparar recursos que te ayudarán a confortar al bebé de noche cuando quiera teta y no la tenga.
- Planifica qué pasará: plantea distintos escenarios; ¿qué pasará si el bebé llora (a pesar de estar con tu pareja) y te pones nerviosa? ¿Qué hará tu pareja si se colapsa y no sabe qué hacer?… así tendréis claro (más o menos) qué hacer en cada caso.
Te quedas o te vas, ¿qué es mejor?
Muchas madres no quieren implementar el método pareja y quieren hacer ellas el proceso de destete. No es imposible, se puede conseguir perfectamente, pero pasan varias cosas que puedan ser complicadas de entender por parte del niño. Tener a mamá delante y que no le dé teta es complicado de entender y es probable que el bebé se comporte igual que lo haría con tu pareja: que te dé patadas, que se niegue a que le abraces, que te muerda, arañe o te tire del pelo. La frustración, la rabia y la incomprensión por lo que está pasando hará que se comporte de esta manera. Revisa la actuación que debe hacer la pareja en esta situación (siguiente punto) y ten en cuenta que las primeras noches van a ser tensas para todos.
Si no estás en la habitación tampoco vas a dormir, vas a estar pendiente de lo que pase, y no es nada fácil escuchar a tu bebé nervioso y llamándote. Es más que probable que tengas ganas de entrar en la habitación y poner fin a todo (lee en el siguiente punto sobre esto), darle el pecho y se acabó. Si decides acudir o tu pareja te pide que acudas, puedes hacer dos cosas: no ofrecer el pecho, abrazar, mecer, cantar a tu bebé, etc. hasta que se duerma, dejarle de nuevo e irte. O darle un poco de pecho para que se calme y se duerma. No hay nada malo ni bueno, nada… solo debes saber que si entras y le das el pecho el proceso de destete nocturno puede ser algo más largo.
Cosas que tu pareja debe saber antes de empezar
Saber un poco qué pasará en estas primeras noches es clave tanto para poder planificar qué podemos hacer para ayudar a nuestro bebé a conciliar el sueño, como para que sepa cómo se comportará el niño/a.
– Es importante preparar recursos para las noches. Cualquier objeto que pueda ayudar a ambos en la situación:
- Agua, leche (según la edad), comida
- Música
- Linterna para proyectar imágenes al texto
- Chupete. Si ya lo usa antes de empezar el proceso de destete nocturno. Si no lo ha usado nunca es más que probable que no quiera saber nada.
– Conocer el comportamiento que va a tener la criatura en el proceso:
Este punto es muy importante, pues el comportamiento que va a tener el peque puede ser desconcertante. No es solo que vaya a llorar o pedir teta, es que puede chillar, morder o dar patatas cuando se le intenta consolar. Cuando queremos consolar a un bebé o un niño que llora, lo primero en lo que pensamos es en abrazarle o tenderlo en la cama para que se duerma. Y esto es justo, lo que no hay que hacer. Y esta es la causa por los que muchos destetes no funcionan. El adulto que acompaña al pequeño debe estar presente y contener su llanto sin intentar nada de lo anterior, solo contenerlo.
En estas situaciones es de mucha utilidad hablar al pequeño, contarle en un tono lento, pausado (aburrido) cualquier cosa, desde un cuento a lo que hemos hecho durante el día. Y durante la narración es clave meter lo que en teatro se llaman morcillas, es decir, información que no tenga nada que ver con la narración y que obligue al/la pequeño/a escuchar. Os ponemos un ejemplo para que se entienda mejor: “Esta mañana he ido a trabajar, he bajado por las escaleras y he abierto la puerta de la calle, y ¿sabes que había?, pues un elefante paseando con su perrito. Luego he ido a buscar el autobús y el conductor, ¿sabes quién era? la abuela” Así que cuando quieras contener a tu hijo/a habla e introduce situaciones absurdas o imposibles en la narración que harán que el cerebro de tu peque tenga que parar para “entender” qué se le está contando.
Las tres primeras noches son las más complicadas, es posible que no te deje tocarle y tengas que ir contando estas historias nocturnas para calmar su llanto. Poco a poco irá buscando el contacto y dejará que le acaricies el pelo o la espalda. Hay que ponerle mucha paciencia y templanza, nada que nos altera tanto como un bebé llorando, así que mantén la calma y si ves que la pierdes avisa a tu pareja.
Para ello es clave que pactéis entre los dos una palabra de seguridad, que os ayudará a estar más tranquilos y saber que si te saturas tu pareja entrará en acción. En la búsqueda de esta palabra de seguridad evitad el uso de vuestro nombre o cualquier palabra que pueda reconocer vuestro hijo.
Qué puede ser mejor evitar:
- Que coincida con otros eventos: inicio de la escuela infantil, mientras el bebé decide dejar el pañal, mudanza, vacaciones (fuera de casa), etc.
- Que esté enfermo: cuando un niño está enfermo, suele estar mucho más dependiente del pecho, es por ello que suele ser mal momento para destetar.
- Que esté justo en una crisis de crecimiento: en los baches y crisis de crecimiento, el bebé suele estar muy demandante, ese aumento de demanda puede hacer que como madre tengas muchas ganas de dejar la lactancia. Y no es imposible, pero debes saber que puede ser más difícil conseguirlo.
- Evitar salir de la habitación: muchas criaturas cuando despiertan y no hay teta, quieren salir de la habitación e ir a jugar, ver la tele… es importante no salir de la habitación, si destetamos para dormir no es cuestión de pasar media noche en el salón.
- Entrar en la habitación y darle el pecho: es posible que mientras está con tu pareja intentando que se duerma, tengas muchas ganas de entrar y darle el pecho. No hay nada malo en hacerlo, solo debes saber que puede costar un poco más conseguir que se destete.
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