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Fisuras y lactancia materna

Fisuras y lactancia materna

¿Cómo mantener (o intentar mantener según la gravedad del defecto) la lactancia en situaciones en las que hay fisuras labiales, alveolares y palatales?

Durante la gestación, los labios se forman entre la semana 4 y 7, y el paladar entre las semanas 6 y 9 de embarazo. Las fisuras labiales, alveolares y/o palatinas aparecen cuando no se produce la unión de los tejidos que forman estas estructuras orales.

Existe una gran variación en la presentación de este tipo de defectos orales: puede estar afectado solo el labio de manera unilateral o bilateral, y puede ser completa o incompleta según si afecta la narina (el agujero externo de la nariz), la fosa nasal o no.

En el paladar pasa lo mismo, podemos encontrar fisuras que afecten solo el paladar blando, fisuras que afecten el paladar blando y la úvula (la campanilla), que afecten al paladar duro, o que afecten a toda la estructura.

Y finalmente podemos encontrar fisuras completas que afectan al labio, el alveolo (la encía) y el paladar, y estas pueden ser laterales (afectar a los dos extremos del labio situados por debajo de la nariz) o unilaterales. En ocasiones cuando existe una fisura labioalveloar ésta puede afectar a la narina, ocluyendola de manera parcial o semiparcial, lo que puede dificultar que el bebé pueda mamar y respirar de manera eficaz. 

Hay muchas posibilidades, por tanto cada criatura será diferente y va a requerir una atención individualizada en la lactancia. Por si esto fuera poco, hay bebés con patologías o síndromes asociados que además pueden padecer otras alteraciones orales o faciales que entorpezcan la alimentación al pecho: retrognatia, micrognatia, macroglosia, anquiloglosia… Es muy importante una valoración por parte de expertos antes de decidir si se realiza la corrección quirúrgica del defecto.

Para poder succionar, los bebés necesitan poder estabilizar el complejo areola/pezón dentro de su boca, sellar con los labios y la lengua el tejido mamario, realizar el vacío y desplazar la lengua hacia el paladar para “ordeñar” el pezón. Y cuando este toca un punto determinado del paladar, empezar a succionar. Cuando un bebé presenta una alteración orofacial todos estos movimientos pueden verse alterados y dificultar tanto el agarre al pecho como la extracción de leche. 

Al revisar la evidencia científica al respecto, ésta es muy unidireccional en cuanto a que los bebés con fisuras, especialmente los que tienen paladar hendido o labio y paladar hendido, no pueden mamar. Es más, en alguno de los estudios ni menciona esta posibilidad. Por ello, durante mucho tiempo y aún ahora se indica a las madres que la lactancia materna no será factible.

Esto hace que en muchas ocasiones ni se intente empezar la lactancia materna o se “aconseja” no intentarlo. Lo que olvidamos todos es que los niños nacen para mamar, y el defecto, a pesar de existir, no va a evitar que ellos lo intenten; y por supuesto si sus madres tienen la información y las ganas se animen también a buscar información y ayuda para ver qué opciones. 

Hay que individualizar cada caso, pero veamos a grandes rasgos qué dificultades pueden suponer las fisuras: 

  • Fisura lateral en el labio: puede quedar una abertura entre el pecho y la boca del bebé que impida realizar el vacío dentro de la boca. 
  • Fisura bilateral en el labio: la principal dificultad es que hay dos aberturas que pueden quedar abiertas y dificultar que se realice el vacío intraoral. En muchas ocasiones, además, este tipo de fisuras pueden implicar la afectación de una fosa nasal, dificultando el proceso de respiración. 
  • Fisura en el paladar duro: El paladar duro es la parte más anterior del paladar, una abertura en esta zona comunica la nariz y la boca, por lo que dificulta que el bebé puede realizar el vacío intraoral, la leche se puede desplazar a la nariz y puede verse dificultada la respiración. La medida de la fisura es muy variable y determinará, a más grande sea, que aparezcan otras dificultades, como que el bebé pueda “ordeñar” el pecho al no encontrar este la limitación del paladar. 
  • Fisura en el paladar blando: esta es la parte posterior del paladar. En ocasiones este tipo de fisura implica que el bebé tampoco tiene campanilla y dependiendo de la zona afectada puede estar ausente el reflejo de succión, que se sitúa entre el paladar duro y blando. 
  • Fisura en ambos paladares: el defecto es tan grande que afecta la cavidad nasal y la nasofaringe. La leche puede pasar a la cavidad nasal, el bebé puede tener dificultades para respirar, mantener el vacío y succionar. 
  • Fisura labiopalatina: es quizá, según sea la medida del defecto, la fisura más complicada. Afecta al labio, al alveolo dental y al paladar. Las dificultades pueden estar en el agarre, la creación del sello oral, el drenaje de la glándula mamaria, y el reflejo de succión. 

Una vez descritas las dificultades vamos a ver qué podemos hacer o plantear, recordando siempre que será importante contar con el acompañamiento de una experta en lactancia en bebés con fisuras palatinas, para facilitar la lactancia. Y es que la lactancia y la leche materna, de la que nunca hablamos de sus beneficios, es en estos casos, un tesoro:

  • La leche que va a entrar en contacto con la cavidad oral no causará inflamación por todos los componentes antiinflamatorios que contiene la leche materna.
  • Hay menos riesgo de infecciones de oído (otitis) pues si se produce flujo de leche materna a través de la trompa de Eustaquio ésta no causará inflamación y los movimientos que realiza el bebé al succionar el pecho, facilitan la ventilación de la misma (regulando la presión del oído medio).  
  • Menor incidencia de patología respiratoria. 
  • El trabajo de succión ayudará al fortalecimiento de las estructuras orales afectadas, lo que será positivo para la posterior intervención. 
  • Disminución de las presencia de dislalias cuando empiece a hablar.

Se debe tener en cuenta que muy probablemente cuando el bebé nazca, si tiene el paladar fisurado se realice algún tipo de intervención sobre el paladar para facilitar el proceso de alimentación y dependiendo de la gravedad de la situación, existe la posibilidad de que se coloque una sonda nasogástrica. Habitualmente, se coloca un obturador palatino si hay fisura palatina y en caso de labio fisurado, existen un tipo de bandas de aproximación que permite ir acercando ambos extremos de los labios. 

Hay algunas estrategias básicas que se pueden ofrecer a las madres. Al principio se pueden sentir perdidas y aclaparadas por la situación, es importante recordarles que acabarán la mejor experta en su bebé.

Para los bebés con labio fisurado:

  • Buscar la manera de situar al bebé en la que el pecho de su madre pueda cerrar el defecto del labio. No hay una posición concreta, será necesario buscar según sea la forma de su pecho o si el defecto es lateral o bilateral. 
  • La postura que más buenos resultados suele tener suele ser a caballito con un agarre en e-dancer para sujetar la barbilla del bebé, el pecho y tapar con los dedos el defecto. 
  • En el caso de que la fisura sea bilateral, puede ser útil que uno de los defectos quede cerrado con el tejido mamario y para el otro se puede usar los dedos de la madre..
  • En heridas bilaterales una pezonera puede ser de ayuda. En ocasiones es necesario buscar entre las diferentes marcas, la que permite cubrir con más facilidad la zona afectada
  • Es probable que el bebé pueda tener alguna dificultad para succionar, por ello realizar compresión mamaria activa le ayudará a obtener leche con más facilidad. 

Para los bebés con paladar hendido:

  • Lo primero que habrá que valorar es si el bebé sabe o puede succionar
  • De nuevo los agarres en vertical o en rugby pueden funcionar mejor que otras, pero aún así repetimos que cada madre encontrará la mejor manera de hacerlo. 
  • En algunos casos la posición biológica con la madre reclinada y el bebé completamente encima le facilitará la gestión de la leche.
  • Las pezoneras de nuevo pueden ser un buen recuerdo en algunos casos para que la pezonera tampe el defecto. 
  • Habrá que mantener al bebé lo más sentado posible para evitar que la leche pase a la cavidad nasal
  • Es probable que el bebé se canse y necesite ser suplementado con leche materna o artificial. 

Para los bebés con labio fisurado y paladar hendido:

  • Puede ser todo un reto alimentar a un bebés con una fisura labiopalatina, las dificultades no solo estarán en la succión del pecho, también pueden presentarse en la succión del biberón. 
  • Hay que seguir las pautas anteriormente indicadas y evaluar la transferencia de leche
  • Si el bebé está inclinado ligeramente sobre el cuerpo de la madre, el reflejo de deglución se activará con más facilidad
  • Si no se consigue el agarre adecuado y por tanto no existe una transferencia de leche adecuada, se puede valorar realizar una lactancia diferida (extracción de leche materna y suplementación de la misma)
  • Si el bebé no se frustra, se puede intentar seguir ofreciendo el pecho a modo de succión de “chupete”, para que el bebé se beneficie del trabajo muscular que representa la succión. 

Si a pesar de intentar todo tu bebé no consigue succionar de manera eficaz y por tanto necesita ser alimentado de otro modo es probable que se recomienden el uso de un biberón con una tetina especial. Existen diversas marcas que hacen tetinas para bebés con labio o paladar fisurado, con formas que ayudarán al bebé a alimentarse según sea el defecto. Si se opta por la lactancia diferida se recomienda que, a pesar de ir despacio y requerir tiempo, se le ofrezca el biberón al bebé con mucha calma, de manera lenta, sentándose para que tengan la cabeza más alta que el culete, lo que les ayudará a deglutir y gestionar la leche con más facilidad. Y, en la medida que sea posible el bebé no deje de succionar el pecho. Ni que sea un rato varias veces al día, ni que sea sin sacar leche o para calmarse. La succión que realicen les será muy positiva en el desarrollo de los tejidos para afrontar la intervención de reconstrucción que suele producirse entre el año, año y medio. 

Parece todo un mundo, y es probable que las madres tengan muchas dudas sobre cómo hacerlo en cada caso específico, por ello el seguimiento estrecho por parte de una experta en este tipo de situaciones es fundamental. Las profesionales que atienden a las madres en estas situaciones, es indispensable que conozcan los recursos que hay para podérselos brindar.

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