Soy madre de una niña de casi 4 años y un niño de 6 meses. Siempre he tenido muy claro que les iba a dar el pecho y les dejaría a ellos que se destetaran cuando quisieran, que iba dejar que todo siguiera su curso.

Cuando me quedé embarazada, mi hija de 3 años, tomaba el pecho para dormir, cuando estaba enferma y/o a la mañana nada más despertarse. Pero la toma más importante, era la de la hora de dormir.

Todo iba bien hasta que en el segundo embarazo empecé con molestias, pero bueno, lo soportaba bien. Cuando nació el bebé, esas molestias empezaron a ser más fuertes, y empecé a sentir un poco de rechazo hacia la mayor. También hay que decir, independientemente de la lactancia, que te sale la loba que llevas dentro, para defender al cachorro… y a la mínima saltas, en mi caso, la mayor no ha tenido nada de celos por el pequeño, es más, intenta protegerle y cuida de él, y tampoco demandaba más pecho como he leído en otro artículos.

Empezamos lactancia en tándem pero con los dos a la vez se me hacía incómodo y más molesto. Así que los turnaba. Al principio intentaba distraerme leyendo, con el móvil o entreteniéndome con el pequeño para olvidarme de ese rechazo.Y bueno, funcionaba, a parte que, al principio, no me molestaba todos los días. Pero hace dos meses ya empezó a ser más insoportable. Eso de distraerte no funcionaba, y ya llegó un momento que lo único que quería era que me soltara, me entraba ganas de arrancarle la cabeza (sí, literalmente, un horror, sólo pensarlo te sientes culpable, triste…no sé cómo explicarlo).

Las últimas semanas antes del destete, lo único que conseguimos fue, que en vez de ser un momento de cariño y relajación, en definitiva, nuestro momento, fuera una gran noche de enfado y lloros (le decía que me soltara un segundo, le quitaba el pecho, porque no lo aguantaba ) de hecho me echó de su habitación unas cuantas veces y llamaba a su padre.

Hacía tiempo, había leído sobre el destete respetuoso, y decidí que era el momento. Entre bronca y bronca le dije que la teta estaba cansada, o le daba largas, que le iba a dar primero al peque y luego a ella, así mientras esperaba su turno se dormía del cansancio.

Pero claro, esto funciona unos días y al final le dije la verdad: “La teta es para que las dos estemos bien a gusto, para tomarlo con cariño y mucho amor y tú y yo no estamos bien así, siempre terminamos enfadadas… no podemos seguir así. Estamos mejor si te hago mimos”. Todo esto se lo dije una noche, con todo el cariño, mientras le hacía muchos mimos y le abrazaba. Parece que lo entendió, se dio la vuelta mientras yo le acariciaba, hasta que se durmió.

Hasta el día de hoy seguimos así y ya van 2 semanas. Ha habido unos días que me lo ha pedido, de hecho, ayer me lo pidió, me decía que tenía sed, así que le di un vaso de agua y funcionó, ya veremos cómo seguimos…

Me ha costado muchísimo tomar esta decisión, porque por nada del mundo quería cortar ese vínculo, pero el rechazo supera a las ganas de seguir y con muchísima pena e impotencia tomé la decisión. De momento, el peque y yo seguimos disfrutando de la lactancia y ya veremos cómo termina cuando llegue el momento. Porque aunque tu pareja, el profesional o quién sea que te ayude, el destete, la “rotura” de ese vínculo es entre tú y ella/él.