10 consejos para viajar con bebés y no morir en el intento
En este otro post hablábamos de cómo gestionar nuestra lactancia cuando tenemos que viajar sin nuestro bebé. Ahora abordaremos un tema que es totalmente lo contrario, qué necesitamos tener en cuenta si vamos a viajar con nuestro bebé.
Podemos pensar que viajar con bebés es mucho más difícil que hacerlo con niños más mayores, y no tiene porqué ser así. De hecho, muchas familias con niños más mayores suelen confesar que era más fácil viajar cuándo sus hijos eran bebés.
Aún así, por supuesto que hay consejos para hacer que podamos tener mayor control del proceso y podamos disfrutar más de cada momento. Al fin y al cabo, ¡para eso viajamos!
A continuación, te nombramos 10 consejos para viajar con bebés
1. PLANIFICA UN POCO MÁS DE LO HABITUAL
Ya no es lo mismo que viajar sin niños. Si eres de esas personas que disfruta viajando sin prever dónde dormirás o comerás cada día, quizá sí es el momento de planificar un poco más de lo que lo solías hacer. Los planes pueden ir variando pero sí es importante que tengas controlado dónde dormiréis y si cerca hay los servicios básicos que necesitas como centro de salud, farmacias, etc.
Si anteriormente ya eras una persona planificadora, seguramente no es necesario que planifiques mucho más que antes, simplemente que tengas en cuenta que ahora tenéis necesidades básicas que antes no teníais. Eso sí, la comida del bebé, siempre va a estar disponible y no tendrás que planificar nada. Máximo buscar el sitio más bonito para sentarte a dar teta.
2. SÉ FLEXIBLE
Puede parecer una contradicción con el punto anterior, pero no lo es. De hecho, no se puede ser flexible si no hay un plan previo. Solemos tener pocos días para disfrutar de las vacaciones y a veces queremos aprovechar todos y cada uno de los minutos realizando muchas actividades.
Cuando hablamos de flexibilidad nos referimos a ser capaces de renunciar a ver un monumento que queríamos ver, a no intentar hacer las 3 cosas que habíamos planificado para esa mañana o a decidir salir al parque o a dar una vuelta a pesar de que habíamos pensado que descansaríamos en el hotel.
3. DESCANSA
Viajar es cansado. Viajar con bebés es agotador. El bebé puede necesitar pequeñas pausas y quizá tú también.
Por eso, es bueno planificar descansos o aprovechar momentos de descanso que nos regala la vida. Si sois más de un adulto, es bueno que os ayudéis a descansar el uno al otro, de manera que los dos tengáis momentos de respiro para recargar pilas.
4. SACALECHES Y OTROS CACHIBACHES
No todo el mundo usa sacaleches pero algunas lactancias lo requieren por diferentes motivos. Por ello, es importante asegurarte de que lo puedas usar (acceso a electricidad, por ejemplo) y lavar adecuadamente. Otros productos que podemos usar de forma habitual son pezoneras, biberones, jeringas, etc. Es mejor que lo tengas todo en la maleta y que no tengas que salir a comprarlo.
5. BOTIQUÍN BÁSICO
Esta quizá es muy evidente, pero más de una nos hemos dejado cosas básicas que usamos en el día a día. Este botiquín depende mucho del lugar al que viajamos y de la edad de nuestros hijos: según dónde vayas necesitarás repelente de insectos, antisépticos y gasas, crema de protección solar, crema para el pañal, termómetro, tijeritas pequeñas, suero fisiológico en monodosis, analgésicos… ¡Ah! y añade antiinflamatorios (si no eres alérgica) por si el pecho decide darte un susto.
6. EQUIPAJE LIMITADO
Insistimos en que depende mucho de dónde vayamos y lo que vayamos a necesitar. Pensamos que es bueno tener en cuenta que en realidad no vamos a necesitar una parte de lo que llevemos en la maleta y que la maleta puede ser muy pesada.
Por eso, cuando estés preparando la maleta, imagínate arrastrándola con tu bebé en brazos, esto te puede ayudar a no añadir tantas cosas innecesarias. Y sobre todo, nada de llevar bolsas a parte de la maleta principal. Nuestros brazos son limitados.
7. PORTABEBÉS
Los bebés quieren estar en brazos muchas horas y puede ser agotador visitar un lugar y cargar con nuestro bebé a lado y lado. Por eso, el portabebés puede ser un gran aliado en nuestros viajes porque nos puede permitir tener al bebé cerquita e incluso durmiendo mientras tenemos los brazos libres y nuestra espalda mejor cuidada.
8. PECHO O LECHE ARTIFICIAL
La lactancia tiene la ventaja de poder amamantar en cualquier lugar y la leche siempre está preparada y en su punto. En caso de que tu bebé tome biberón, asegúrate de tener la leche que toma habitualmente, la puedes transportar en monodosis y así no es necesario medir la cantidad de polvo. Habitualmente es fácil encontrar quién te pueda calentar el agua, que es mejor que sea embotellada.
9. JUEGO
Los juegos con nuestros peques son la mejor manera de conseguir que un viaje sea un éxito o, por lo menos, que no sea un drama. Cuando son muy bebés, la mayoría de los juegos que nos funcionan son canciones, estoy-no estoy, contar historias, cosquillas, etc. Pero sí que hay algunos juegos físicos que nos pueden ayudar a tener más recursos como son los collares de lactancia, libros adaptados a los más peques, sonajeros, mordedores, etc.
10. CREA RECUERDOS INOLVIDABLES
Al final, para eso nos liamos la manta a la cabeza y salimos de nuestra rutina para visitar mundo (aunque sea el pueblo de al lado), para disfrutar del momento, vivir experiencias distintas y generar recuerdos bonitos en familia.
Por eso, es recomendable no perder la costumbre de hacernos fotos juntos para poder conservar esa imagen del peluche que arrastramos por medio mundo. Y para las familias más motivadas, también es muy bonito generar un cuaderno de viaje en el que guardar los comentarios, fotografías, postales y detalles que tanta ilusión nos hará ver pasado un tiempo.