Y tú, ¿cómo concilias?
Las mujeres hemos hecho siempre malabarismos para llegar a todo y lo seguimos haciendo. Una de las mayores herramientas que tenemos es la comunicación entre nosotras, el compartir nuestras experiencias y vivencias, nuestros recursos y consuelos. Hoy desde LactApp –y para cerrar un poco esta intensos días de diálogo en relación a la conciliación familiar y laboral–, compartimos aquí distintas experiencias de mujeres que han resuelto su situación a su manera. Quizá leernos las unas a las otras nos pueda ayudar a ver que no estamos solas, aprender de los pasos que otras ya han dado y tomar nuestras propias decisiones con un poco más de información en mano.
Soy Marta Laurent y tengo una hija de 2 meses y medio. Por el momento sigo con la baja por maternidad, pero al ser autónomo y tener mi propia empresa (foreverbarcelona.com, organizamos tours privados por Barcelona), no he podido desconectar completamente: de vez en cuando hablo con mi secre para orientarla si surgen dudas o imprevistos. Incluso una semana después del parto tuve que solucionar un problema de nuestra web cuando se cayó el sistema de pago.
Cuando se acabe la baja por maternidad intentaré conseguir la baja por riesgo de lactancia, que son 5 meses más y a alguna compañera mía –guía turística– se la han dado.
En todo caso, me planteo quedarme en casa un año y tirar de lo ahorrado y de lo que dé la empresa (no mucho: gano sobre todo cuando el tour lo doy yo).
Cuando vuelva a trabajar coincidirá con temporada baja, así que la transición será suave. Y cuando suba la temporada podré permitirme trabajar sólo 4 mañanas a la semana: todo un lujo, que si no tuviera mi propia empresa no podría permitirme.
Pero para algo me he pasado tantos años currando fines de semana y tarde – noches (tours de tapas nocturnos), montando la web y respondiendo mails de clientes hasta tarde antes de conseguir montar un equipo…
Es la vida de la autónoma en España.
Marta Laurent
Mi hijo nació el 22 de julio de 2015, de momento hemos conseguido LME, tendría que haber vuelto al trabajo el 15 de diciembre, por suerte he podido pedirme un mes de excedencia y me incorporaré la semana que viene. Soy enfermera, me han concedido la reducción de jornada. Pero he tenido que adelantar esta semana los cereales y hemos comenzado con la fruta. Mi hijo no quiere chupete ni biberones y, de momento, solo toma 5 cucharadas de papilla. Quiere el envase original. Pienso que estamos muy lejos de sentirnos cómodos con la maternidad después de todo lo que he leído de la diputada, lo mejor sería una maternidad de 12 meses para hacer la introducción de los alimentos y poder continuar en la lactancia materna. Espero poder llevarlo bien. Mi opinión es que esté el partido que esté deberían mirar más por la lactancia y la maternidad. Yo no quiero dejar a mi hijo de 6 meses con los abuelos ni en una guardería, he tenido un hijo porque quiero criarlo yo, pero claro, somos una familia trabajadora, necesitamos pagar una hipoteca y con un solo sueldo es imposible. Por tanto, como ya he dicho, esperamos llevar mejor esto de “conciliar”
Judith Catala (Valencia)
Rosa (Córdoba)
Junté todo lo «juntable» para no tener que incorporarme al trabajo tan pronto. Soy una privilegiada, lo reconozco, e hice uso de los privilegios que mi trabajo me ofrecía (ironía mode on). Disfruté de las 16 semanas de baja maternal tras un mes por hijo ingresado (prematuro), 4 semanas adicionales por trabajadora estatutaria de la Junta de Andalucía, un mes de vacaciones atrasadas debido a que no las disfruté por estar de excedencia por riesgo laboral, días de exceso de cómputo horario anual y las horas de lactancia disfrutadas en periodo único.
Me incorporé a mi trabajo cuando el bebé cumplía 9 meses (7 de edad corregida) y estaba comenzando con AC. Eso sí, con una buena despensa de leche materna extraída en el congelador, que su sacrificio tiene.
Trabajaba 17h seguidas a una hora de distancia de mi domicilio, por lo que la jornada se alargaba a 19h, un día de cada 4. Esto es, entrada un día, salida al siguiente, disfrutando de ese día como saliente de guardia y dos más de descanso. Me sacaba leche cuándo y cómo podía, en el vestuario, en el menor tiempo posible.
Mientras, mi hijo se quedaba con su padre, que en ese momento trabajaba a turnos y hacíamos el pino con las orejas para cuadrar las horas, los entrantes y los salientes.
Cuando me cambiaron el turno a uno rotatorio, que consistía en 2 mañanas, 2 tardes, una noche, saliente y dos descansos, tuve que pedir una reducción de jornada de un tercio por cuidado de hijo menor de 12 años.
Cuando mi hijo cumplió 2 años lo institucionalizamos en en centro infantil.
Y ahora? Ahora es todo más difícil. En marzo terminaré todos mis permisos y tendré que volver al trabajo con un niño de 3 años y una niña de 7 meses. Mi marido ahora trabaja de mañanas y con guardias de 24h. Estamos estudiando la posibilidad de una reducción de jornada para él también, y aún así va a estar muy complicado cuadrar horas, entradas y salidas. Conciliación familiar para turnos rotatorios? Ojalá.
Emma Arocas (Jaén)
Hola, yo soy farmacéutica y mi hija Candela ha venido muchísimos días a trabajar conmigo. Gracias a ser una madre lactante y farmacéutica ofrezco apoyo a madres lactantes y puse un cartel delante de la alimentación artificial para que si alguien pensaba en tirar la toalla, pudiera preguntarme lo que quisiera, y he ayudado a varias Mamas.
Cristina (Málaga)
Año 2009. Al reincorporarme de la baja por mi primera maternidad pedí reducción de jornada. Se me invitó sutilmente a incumplir mi derecho, puesto que no se adecuaba a las “necesidades” de la empresa. Tenía un cargo de responsabilidad. Dimití de manera voluntaria para que no me molestaran y porque entonces no tenía espíritu de lucha. Tras inne-cesárea y 5 meses de inicio de la lactancia muy duros ya tuve suficiente por aquél entonces.
NO VOLVERÍA A HACERLO.
Allona Riera Pastujova (Barcelona)
Soy Carmen, madre de dos niños, Roberto de cinco años que ya dejó la teta y Soren de año y medio todavía lactante.
Al quedarme embarazada de mi hijo mayor decidí dejar de trabajar fuera de casa, ajustarnos el cinturón y dedicarme a él en exclusiva. Así lo hice y así sigo. También decidí junto a mi marido que seríamos una familia homeschooler y lo estamos llevando a cabo.
Luego llegó el pequeño y empecé a sentir la necesidad de hacer más cosas pero sin dejar a mis hijos. Busqué hasta encontrar un trabajo como animadora infantil los fines de semana y días festivos que me permite llevar a mis hijos conmigo y atenderles todo el tiempo junto a los demás niños. En los descansos doy la teta al peque y escucho las aventuras del mayor.
Además, he decidido que empezaré a formarme como madre de día pues gracias a mis hijos he descubierto la necesidad que tengo de proteger la infancia.
Después de formarme, quiero ponerme al servicio de aquellas familias que quieran para sus hijos una atención de calidad y una educación libre y respetuosa.
Gracias por leerme. Un beso enorme.
Carmen
Soy enfermera y siempre he trabajado de eventual. Eso significa que tengo cuentos de contratos de un solo día, e incluso de horas, que vivía siempre pendiente del teléfono por si me llamaban para trabajar, siempre dispuesta a dejarlo todo y salir corriendo a trabajar. En varias ocasiones me han llamado a las 3 y media para entrar a trabajar a las 3, lo que significa abandonar lo que estés haciendo, salir corriendo y encima encontrarte con malas caras por “llegar tarde”. Así que cuando me quede embarazada lo tenía claro: para mi era imposible seguir trabajando. Por llamadas para ir a trabajar he perdido viajes ya contratados, cuotas ya reservadas… pero un hijo no lo puedo abandonar y dejar tirado para irme a trabajar y tampoco tenía abuel@, tí@ o similar que pudiera estar a todas horas dispuest@ a cuidar de él. Y dando lactancia materna todavía más complicado. La verdad es que no me arrepiento porque deseaba estar con mis hijos pero me hubiera gustado tener la opción de elegir y no tuve esa opción.
Joana (Vitoria)
Mamás trabajadoras: para mí sois mis superheroínas y si habéis continuado con la lactancia, ya sois lo más. Digo esto porque después de 9 meses gestando a mi bebé más de 5 meses 24 horas juntitos, mañana llegó la hora de volver a trabajar, y qué triste me siento aparte de culpable porque aunque se queda en las mejores manos (las de su padre) no dejo de pensar que es muy pequeño, que aún necesita mucho de mamá.
Ojalá la sociedad, algún día, sea más justa y trate este asunto. Yo solo espero que nos acostumbremos pronto y que Ícaro siga con su tetita tan feliz como hasta ahora o un euromillón jeje