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Supresión de la lactancia materna

Supresión de la lactancia materna

Existen pocas situaciones que realmente contraindiquen la lactancia materna, como la galactosemia, pero muchas por las que una mujer puede desear la supresión de la lactancia materna. Las madres pueden decidir querer amamantar o no a su recién nacido o suspender la lactancia en el momento en el que crea necesario.

Existen varios métodos para dicha supresión. Como personal sanitario debemos conocer sus características y contraindicaciones en el momento de informar y acompañar a una díada.

Inhibición fisiológica

La inhibición fisiológica es la que no precisa de fármacos. Se ofrece a la mujer una serie de medidas para la disminución de la producción de leche materna después del establecimiento de la lactancia, proceso conocido como lactogénesis II. 

La lactogénesis II es el proceso fisiológico en el cual se desarrolla la capacidad de secretar leche. Con la salida de la placenta, se inicia su segunda etapa. Existe una deprivación de las hormonas presentes durante la gestación y un aumento importante de la hormona prolactina, que toma el rol en la producción de la leche.

El pico máximo de la lactogénesis II se encuentra en las 48-72 horas después del parto, y es un proceso dependiente de las hormonas, es por ello que la lactogénesis II se dará independientemente de la preferencia materna respecto a la alimentación elegida por la madre. Socialmente es conocida como “subida/bajada de la leche”.

En caso de que la elección de la mujer sea la inhibición fisiológica de la lactancia, se propondrá a la mujer las siguientes actividades para mejorar su confort:

  • Evitar la estimulación del pecho
  • Aplicación de frío local en el caso de sensación de plenitud mamaria, tensión y/o molestia en el pecho.
  • Toma de antiinflamatorios si precisa, pautados por personal facultativo.
  • En caso de molestia o dolor en la mama debido al aumento de producción láctea se puede proponer la extracción de la cantidad justa de leche para notar mejoría de las sensaciones. La extracción de leche puede ser manual o con sacaleches.
  • En caso de ingurgitación mamaria, se puede proceder de la misma manera que una mujer gestante. Puedes consultarlo aquí.
  • En la medida de lo posible, se propondrá ir espaciando las extracciones

En ningún caso se debe proponer a la mujer medidas físicas como vendarse los pechos, evitar la ingestión de líquidos y la no recomendación de extraerse leche

Inhibición farmacológica

Existe evidencia limitada para apoyar los tratamientos para tal fin y no hay evidencia que indique que la supresión farmacológica sea más efectiva que que la inhibición fisiológica.

El fármaco más utilizado en nuestro medio para la inhibición es la cabergolina, fármaco perteneciente al grupo de fármacos inhibidores de la secreción de prolactina. Se administra vía oral inmediatamente después del parto u horas posteriores y tiene alta eficacia hasta 72h después del parto. Después, su acción disminuye. Tiene como objetivo evitar la lactogénesis.

En el caso de que la mujer desee recibir tratamiento para la supresión de la lactancia, se le informará de sus características, efectos secundarios y posibles complicaciones:

  • Se han notificado acontecimientos adversos graves como la hipertensión, infarto de miocardio o convulsiones. 
  • No debería utilizarse en mujeres que presenten hipertensión provocada por el embarazo y sería necesario la monitorización periódica de la tensión arterial. 
  • Es importante recalcar a la mujer que no es un tratamiento eficaz al 100% y que la lactogénesis II puede instaurarse igualmente. Por ello es necesario explicar a la mujer como realizar una inhibición fisiológica por si sucede.

El seguimiento del proceso de inhibición de la producción láctea es importante hacerlo, para poder informar y dar el apoyo oportuno a la madre que lo requiera. 

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