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"El sacaleches pero ha sido un gran aliado para mí"

"El sacaleches pero ha sido un gran aliado para mí"

El inicio de la lactancia puede ser duro en algunos casos y es bonito ver cómo algunas madres son capaces de creer en sí mismas y en sus bebés para seguir adelante y conseguir la lactancia que desean. Es el caso de Yoana Terés, esperamos que disfrutéis con la lectura de su relato. Gracias Yoana por compartir tu experiencia.

Mi nombre es Yoana, soy Dietista-Nutricionista y antes de ser mamá tenía más que claro que quería dar el pecho, lactancia exclusiva hasta los 6 meses y alargarla hasta cuando pudiera. Creo que la información en todos los aspectos de la vida es importante y en un tema como este más si cabe (por mi profesión veo mamás mal y/o poco informadas). En mi caso, la obtuve por mis estudios, eso hacía que mi decisión de dar lactancia materna fuera tan firme.

En el hospital ya tuve mucha ayuda, pues es uno de los hospitales acreditados como “Hospital IHAN”. En él, cada profesional sanitario que entraba en nuestra habitación nos ayudaba a cómo realizar correctamente la lactancia. Me mimaron a mí y a mi hijo. Encantada estoy con todo aquel equipo.

Todo este apoyo en el hospital fue genial, pero llegó nuestra vuelta a casa y como madre primeriza que era tuve que empezar desde cero con todo, empezar a conocer a mi hijo…

Recuerdo perfectamente el tercer día, fue un mal día. Mi hijo lloraba y yo le daba el pecho pero veía que no me salía leche y me empezaban a doler los pezones. Mi hijo seguía llorando y mi ansiedad seguía aumentando a la par. Lloré con él. Sabía que la subida de la leche tardaba un poco, que todo es cuestión de tiempo y paciencia pero… Estaba derrotada de cansancio. No voy a negar que hubo algún momento durante unas 48 horas en el que pensé en dar leche de fórmula. Pero fue eso, un momento, esa idea desapareció de mi cabeza en segundos.

La leche apareció, pero no desaparecieron los dolores. Yo seguía teniendo alguna molestia (tema posicional supongo). El primer mes en casa llegó y con él algo más de tranquilidad. Mi hijo, con los días, sabía succionar mejor y yo me notaba algo más cómoda con la nueva situación. Con los días, vas conociendo a esa personita, notas cómo se crea un vínculo que va creciendo imparable.

Tuve días de dolor en mis pechos, he tenido perlas de leche que me han hecho llorar del daño pero nunca dejé de darle el pecho, y cuando me preguntan, a día de hoy, si lo volvería a hacer no tiembla mi voz al decir SÍ.

Utilicé un sacaleches desde la primera semana y así empecé a preparar mi banco de leche para cuando empezara a trabajar y poco a poco conseguí más de 2 litros de leche congelada. Una vez en el trabajo (soy autónoma) yo seguía sacándome leche en cualquier hueco que podía tener y desde entonces hasta ahora (mi hijo tiene 9 meses y medio), que todavía sigo dando el pecho a demanda junto con BLW (baby led weaning). Mi hijo tardó prácticamente un mes en coger el biberón, por mucho que el sabor era el mismo, pues era mi leche, la tetina no le gustaba, así que comía poquito y cuando llegaba yo le daba de mi pecho y entonces sí se hartaba. Pasado ese tiempo, ya cogía el biberón mucho mejor y comía más, por supuesto.

Actualmente no utilizo tanto el sacaleches pero ha sido un gran aliado para mí. Eso sí, me he sacado leche a todas las horas del día…Y de la noche. Ahora recuerdo cómo me levantaba por las noches una y dos veces a sacarme leche porque al despertarme para darle el pecho me encontraba toda la camiseta del pijama empapada. Así que le daba un pecho y después me levantaba a sacarme la leche del otro y así lo solía hacer sucesivamente un par de veces por la noche. De la misma manera, la camiseta del pijama me la cambiaba dos veces cada noche porque de llenos que tenía los pechos estaba totalmente empapada.

La lactancia para mí es un regalo enorme, como dice Carlos González no sé quién recibe y quién da. Todas las sensaciones que tienes cuando el bebé succiona sabes que sólo tú las sientes. Los primeros días notas cómo parece moverse algo en tu bajo vientre con cada succión. Con el tiempo, cuando el bebé succiona de un pecho sale leche por el otro también… Luego llegan los momentos en los que el bebé está teteando y, al soltar el pecho, varios chorros de leche ensucian su carita, su ropa, tu ropa… Y te echas a reír.

A veces pienso en mi pareja: él nunca podrá sentir y disfrutar nada de esto…

A día de hoy observo a mi hijo en el pecho y disfruto. Veo su perfección al succionar y recuerdo los primeros días…  Todo es cuestión de tiempo dicen, y cierto es.

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