La alimentación durante el confinamiento
A raíz de la pandemia provocada por la COVID-19, hace ya algunas semanas que, en muchos lugares del mundo, estamos confinados en casa. Esta situación de confinamiento ha roto nuestras rutinas del día a día. Es una situación muy nueva para todos y muchos notamos que estos cambios nos están afectando, a nivel psicológico y, también, en nuestra alimentación.
¿En qué está cambiando nuestra alimentación durante el confinamiento?
Mucho se está hablando estos días sobre alimentación y coronavirus. En primer lugar, hay que tener presente que ningún alimento o complemento alimenticio previene, trata o cura la infección por coronavirus. Parece obvio, pero es uno de los bulos que ha circulado estos días. Como siempre, lo que hará que nuestras defensas estén en el mejor estado posible, no solo ahora sino siempre, es gozar de unos buenos hábitos de salud y seguir una alimentación saludable y equilibrada.
Sobre alimentación y coronavirus, quizá dos de las preguntas que más nos estáis haciendo estos días a los Dietistas-Nutricionistas son: por un lado, qué comprar en el supermercado y, por otro lado, cómo evitar la ansiedad por comer más y peor. Vamos a resolver todas estas dudas con las siguientes 10 claves.
Decálogo alimentación y coronavirus:
- Marcar horarios y rutinas, también con las comidas. Sabemos que, ahora mismo con esta situación de emergencia sanitaria en la que estamos inmersos, cada uno y cada familia tiene situaciones, tanto personales como profesionales, muy diferentes. Es verdad. Pero, dentro de la situación individual de cada uno, los psicólogos nos están recomendando mantener, en la medida de lo posible, unos horarios y unas rutinas para el día a día: a la hora de levantarnos y vestirnos, a la hora de trabajar desde casa y, también, a la hora de comer. Intenta planificar con antelación las comidas de la familia y marca unos horarios más o menos fijos, lo más similares posibles a como eran antes.
- Evitar la ansiedad. La ansiedad es muy mala compañera, nos compromete en la salud del día a día y, también, afecta a nuestra alimentación. A cada persona le afecta de forma diferente, pero por culpa de la ansiedad, y la falta de planificación que antes te decía, tendemos a comer más y peor. Además de controlar la ansiedad a nivel psicológico, ¡intenta darle la vuelta y pensar de forma positiva!: aprovecha que estás más tiempo en casa para dedicarte a todas esas cosas que te gustan y para las que habitualmente te falta tiempo, incluida la cocina.
- Cocinar también puede ser una terapia muy valiosa. Una de las cosas que más nos dicen en la consulta de nutrición es “no tengo tiempo para cocinar” o “necesito ideas rápidas porque en mi día a día no tengo suficiente tiempo”. Aprovecha que ahora tiempo en casa no nos falta, para sacar esas recetas del cajón que tienes guardadas y cocinar más.
- El picoteo y los snacks pueden ser saludables. Tienes a tu alcance alimentos saludables para “picar” entre horas, como fruta, un puñado de frutos secos, lácteos sin azúcar añadido como el yogur natural o el kéfir, un vaso de bebida vegetal sin azúcares, pan integral con tomate y aceite de oliva, bastoncitos de zanahoria con hummus o paté vegetal, queso fresco, tortilla, bizcocho casero o tortitas caseras con ingredientes saludables y sin azúcares (harina integral, huevos, leche o bebida vegetal, fruta, cacao puro…), etc.
- No comprar lo que no queramos comer. Es uno de los trucos infalibles, pero, a la vez, uno de los que hacemos peor. Si sabemos que, al comprar un producto no saludable, luego lo comeremos en casa cuando sintamos ansiedad o aburrimiento, es mucho mejor directamente no comprarlo. Así de sencillo. Es la mejor estrategia para evitar el consumo de alimentos superfluos. En vez de esto, añade a la lista de la compra los alimentos del punto anterior.
- Prestar atención a la calidad de todas las comidas a lo largo del día. No solo es importante lo que comemos entre horas, también lo son los grupos de alimentos que forman parte de nuestras comidas principales durante el día: frutas y hortalizas, legumbres, cereales integrales, aceite de oliva y otras grasas saludables como frutos secos y semillas, etc. También lo es reducir el consumo de sal, azúcares y carnes rojas y procesadas.
- Realizar una compra saludable, sostenible y responsable. No nos vamos a quedar sin comida, nos lo han dicho varias veces. Pero, como salimos de casa para comprar los mínimos días posibles, puedes llenar tu cesta de la compra de los alimentos frescos que encuentres (y luego en casa congelar en porciones, por ejemplo) y de otros alimentos no perecederos secos, como conservas de legumbres, verduras o pescados, pasta o cereales, frutos secos, verdura congelada, legumbre seca o proteína vegetal como el tofu o la soja texturizada.
- Si hay niños en casa, involúcrales en las rutinas. Es una recomendación que damos siempre, pero ahora más que nunca, te recomiendo intentar involucrarles a la hora de decidir las actividades que vais a realizar en familia, el menú y, aún mejor, ¡preparar juntos todas las recetas que podáis compartir!
- Vida activa, también desde casa. No te olvides de seguir realizando actividad física desde casa. ¿Cómo? Por suerte, hoy en día tenemos a nuestra disposición un sinfín de recursos en la red para encontrar la actividad física que más se adapte a nuestras necesidades y poderla seguir desde casa. ¿Y, cuándo? En el momento del día que te vaya mejor, pero es importante marcar una rutina, un hábito y hacerla solos ¡o, mejor aún, en familia!
- Tener presentes las pautas básicas de seguridad alimentaria: como medida de precaución y porque forma parte de las medidas generales de higiene, es fundamental seguir los 4 pasos clave de seguridad alimentaria: limpiar (alimentos, superficies y utensilios), separar (crudos y cocinados), cocinar bien (los alimentos que vayamos a consumir) y enfriar (guardando en la nevera o en el congelador los ya cocinados que no vayamos a consumir ese día).
Si crees que necesitas ayuda especializada, tenemos a tu disposición los servicios de nutrición en LactApp Clinic. Puedes consultarnos cómo podemos ayudarte.
Laia Rovira
Dietista-Nutricionista
Especializada en alimentación infantil de LactApp Clinic.