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¿Es normal que duerma siempre con la boca abierta?

¿Es normal que duerma siempre con la boca abierta?

Con frecuencia nos preguntáis sobre cómo duerme vuestro bebé, si es normal que duerma siempre con la boca abierta, y nos preguntáis qué hacer o a quién consultar, ¡así que vamos allá!

¿Es normal que duerma siempre con la boca abierta?

Cuando un bebé duerme, de manera fisiológica debería estar la boca cerrada y la lengua arriba, en la zona del paladar. Por tanto, dormir con la boca abierta no es lo que deberíamos ver de manera habitual, aun así hay excepciones. 

Es cierto que en ocasiones los bebés pueden dormir con la boca abierta, y, si es solamente en ocasiones, esto en general no es motivo de preocupación. Los bebés pueden dormir con la boca abierta por varias razones:

  • Congestión nasal: Los bebés, especialmente los recién nacidos, pueden tener las vías respiratorias obstruidas debido a la congestión nasal o por tener mucosidad. Esto puede hacer que respiren por la boca para facilitar la entrada de aire.
  • Posición: La posición en la que un bebé duerme también puede influir en si duerme con la boca abierta. Algunas posiciones, como dormir boca arriba o en brazos o en un portabebés, pueden propiciar que el bebé mantenga la boca abierta.

Si es en estas circunstancias y es algo esporádico no hay que darle más importancia, a los adultos también nos puede pasar. Pero cuando dormir con la boca abierta y con la lengua en el suelo de la boca es una constante y el bebé siempre duerme así, la recomendación sería revisar qué está pasando. 

¿Qué más puede indicar que nuestro bebé debería ser revisado?

Además hay otros síntomas o situaciones que pueden acompañar a estas dos circunstancias (boca abierta y lengua abajo) que nos reafirman de revisar la boca del bebé: 

  • Dolor 
  • Dificultades varias y frecuentes  en la lactancia
  • Leche que cae por las comisuras
  • Escaso aumento de peso
  • Tomas muy largas (más de una hora los primeros meses)
  • Malestar a la hora de mamar o “rechazo” del pecho
  • Chasquidos continuos al mamar
  • Ronquidos mientras duerme

Los bebés que “viven” con la boca abierta son bebés que respiran por la boca y esto causa una serie de modificaciones en las funciones y las estructuras. 

¿Qué es lo que hay que valorar?

Por tanto, lo que se valorará habitualmente en estos casos es si el bebé tiene anquiloglosia, comúnmente conocida como “frenillo lingual corto”. Ocurre cuando la banda de tejido que conecta la lengua con el suelo de la boca es más corta de lo normal. 

Esto puede dificultar el movimiento normal de la lengua, lo que a su vez puede afectar diversas funciones orales, incluyendo la alimentación (succión, masticación, deglución y el habla). 

En algunos casos de anquiloglosia, los bebés pueden tener dificultades para succionar adecuadamente durante la lactancia materna y eso también puede observarse si la alimentación es con biberón. 

¿Esto puede ser un problema para el bebé?

Los bebés con anquiloglosia suelen ser respiradores orales, es decir, respiran por la boca en lugar de por la nariz, pueden enfrentar varios problemas y complicaciones debido a esta forma de respiración. 

Algunos de los problemas comunes asociados con la respiración oral en los bebés incluyen:

  • Desarrollo anormal de la mandíbula, el paladar y posteriormente los dientes: La respiración oral prolongada puede afectar el desarrollo de los dientes y la mandíbula, lo que puede llevar a problemas de alineación dental, maloclusiones y deformidades faciales. Y es que el paladar depende del posicionamiento de la lengua para ensancharse. La presión que la lengua ejerce en el paladar lo conforma en forma de U, lo que da un espacio vital para los dientes. 
  • Apnea del sueño: La respiración oral puede estar relacionada con la aparición  de apnea del sueño, un trastorno en el cual la respiración se interrumpe durante el sueño. Esto puede llevar a un sueño fragmentado y a la somnolencia diurna en el bebé.
  • Mayor riesgo de infecciones respiratorias: Respirar por la boca puede hacer que el bebé sea más propenso a infecciones respiratorias superiores, como resfriados y sinusitis, ya que la nariz tiene mecanismos naturales para filtrar y humidificar el aire inhalado.
  • Problemas de audición: La respiración oral prolongada puede afectar la trompa de Eustaquio, el conducto que conecta el oído medio con la parte posterior de la garganta. Esto puede aumentar el riesgo de infecciones del oído y problemas de audición.
  • Problemas de sueño y fatiga diurna: La respiración oral puede interferir con el sueño normal, lo que puede llevar a la fatiga diurna y afectar el rendimiento y el estado de ánimo del bebé durante el día.
  • Problemas en el desarrollo del habla: La respiración oral puede influir en el desarrollo del habla, causando dificultades en la pronunciación de algunas consonantes, por la imposibilidad de que la lengua se sitúe en el punto de articulación adecuado. En todo caso esto es algo que se valora a partir de los 4 años. 

¿Qué se puede hacer?

Es importante abordar cualquier problema de respiración oral en los bebés para prevenir complicaciones a largo plazo. 

Si sospechas que tu bebé es un respirador oral y está experimentando problemas relacionados, te recomiendo que consultes a un logopeda experto en terapia miofuncional para que pueda valorar y dar pautas específicas para facilitar que el bebé cierre la boca en reposo y posteriormente si fuera necesario derivar al cirujano o al otorrino.

Y si estás cerca de Barcelona, puedes venir a nuestro centro y tener con nosotras una visita de logopedia miofuncional.

 

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