¿Por qué no se recomienda donar leche artificial en crisis humanitarias?
Es habitual que ante una situación de crisis humanitaria haya iniciativas para donar alimentos, ropa y otros materiales a las zonas afectadas. Y dentro de este movimiento solidario se puede pensar en donar leche artificial. Hoy queremos hablar sobre los riesgos de este tipo de donación cuando se hace de forma indiscriminada, ya que a pesar de tener una base solidaria, puede causar situaciones complicadas y contraproducentes. Hemos hablado otras veces sobre este tema, como en este post a raíz de los campos de refugiados en la isla de Idomeni.
A raíz de que Alba Padó, cofundadora de LactApp, hablara sobre ello durante el inicio de la guerra en Ucrania, recibimos el mensaje de una profesional española que se dedica a la cooperación internacional. Ella conoce de primera mano qué gestión se realiza de la leche de fórmula en zonas de conflicto. Os compartimos su mensaje porque es muy ilustrativo de lo que puede suceder. Además, más abajo os compartimos más información de algunas entidades que han hablado sobre el tema. Tener estos aspectos en cuenta nos puede servir para ofrecer una ayuda más adecuada si queremos colaborar en crisis humanitarias.
Soy cooperante internacional y os quiero contar más sobre las zonas de conflicto y la lactancia:
Cuando estás en el terreno, muchas veces no se puede realizar ayuda personalizada. Se reparte lo que hay de la manera más equitativa posible. Por ejemplo, si no queda leche de fórmula de continuación, se reparte la que haya. A esto hay que sumarle que el bote viene en otro idioma, lo que complica aún más el saber cómo prepararlo o qué medidas tienen que utilizar. A veces hay leche de fórmula, pero no hay biberones. A veces hay biberones que no se pueden limpiar. A veces el bebé acostumbrado a la lactancia materna lo rechaza, y el bote entero se tira. Tampoco hay nadie especializado que sepa cómo se preparan los biberones o qué tipo de leche deben entregar para hacer los biberones, porque lo he vivido.
Sería genial poder enviar personal especializado y que enseñen a preparar biberones o a usar un relactador. Pero la realidad es que en los corrillos humanitarios dejan pasar al personal justo y necesario y muchas veces ese personal no sabe ni qué bote de leche está entregando.
Otra cosa es la atención que se presta en un territorio en el que se encuentran a salvo, como son fronteras, campos de refugiados o, la última que yo he vivido, en el hangar de Torrejón con la llegada de refugiados afganos. Recuerdo que todas las mamás venían dando lactancia materna a sus bebés. Venían en estado de shock postraumático. Nos contaban barbaridades, venían heridas, y aún así no perdieron sus lactancias.
Yo no sé mucho de lactancia, solo la que he realizado con mi hijo, con el que ya llevamos tres años de lactancia materna. Pero me comentaban las mamás de la zona los bebés demandaban muchísimo más, quizá para que esa producción no se ralentizase o se perdiera. Lo que sí hacían, por si acaso, era hacerse biberones, que luego no usaban.
Cuando han llegado bebés deshidratados, les hemos instado a que la mamá le diera pecho en un sitio tranquilo. Si el peque no podía succionar, entonces se le perfundía líquido IV. Con bebés no acompañados, por la causa que fuere, se le preparan biberones. No sé si por cultura o porqué, ninguna mamá lactante se ofreció a dar el pecho a otro bebé que no fuera el suyo.
En el caso de Ucrania, nos estamos saltando una parte muy importante de este conflicto. Las personas que se han ido de su casa, antes de emprender el viaje han hecho acopio de lo que pensaban que iban a necesitar. Y las madres de lactancia artificial llevan sus fórmulas para el viaje hasta la frontera. Las que no han podido hacer acopio compran en los pueblos colindantes, en los que las tiendas siguen abiertas. No todo está destruido y no todo está siendo atacado al mismo tiempo. Las que han decidido quedarse, se sabía que están en refugios, cuántos son más o menos y qué necesidades tenían. Ellas son las que piden lo que necesitan. Es mejor comprar leche en polvo bajo demanda de estas madres o de organizaciones que extrapolan los datos a las organizaciones del exterior, que llevar palets de botes de leche.
Como resume esta cooperante, lo ideal es apoyar a las organizaciones que están trabajando directamente sobre el terreno y ofrecerles la ayuda en la manera en que la soliciten. Les puede suponer más esfuerzo enviar desde otro país un bote de leche artificial que estará en otro idioma, que hay que transportar y saber distribuir bien y que tendrá una fecha de caducidad que puede condicionar su envío. En cambio, si tienen los recursos económicos, pueden comprar leche artificial bajo demanda, ofreciendo material en buen estado y bien transportado, desde un comercio más cercano.
Esa es la manera de trabajar de organizaciones como Unicef, que explica aquí por qué no acepta donaciones en especie. La web e-lactancia habla en este post de que “los lactantes alimentados con fórmula en situaciones de catástrofe tienen una alta mortalidad” y referencia estudios que señalan que algunas de las causas de la disminución de la prevalencia y duración de la lactancia materna en áreas afectadas por la guerra son “la falta de promoción y apoyo a la lactancia materna por parte de las agencias de ayuda, la escasa preparación de los agentes de salud y la distribución gratuita sistemática de sucedáneos de la leche materna por organismos humanitarios internacionales y locales”.
También la organización inglesa sin ánimo de lucro Baby Milk Action UK explica aquí por qué las donaciones de fórmulas pueden ser un riesgo. Os adjuntamos además esta declaración institucional de Unicef hecha tras la guerra de Ucrania en la que hace un llamamiento a “no solicitar, apoyar, aceptar ni distribuir donaciones de sucedáneos de la leche materna, incluidos preparados para lactantes, otros productos lácteos, alimentos complementarios comerciales y equipos de alimentación (como biberones, tetinas y sacaleches)” ya que estos productos “deben ser adquiridos por el cuidador o adquiridos por UNICEF”.
Queremos aprovechar para agradecer a todas las personas y organizaciones que están ofreciendo su ayuda profesional y voluntaria en las zonas de conflicto y ayudando a tantas familias a sobrellevar esa horrible situación. Como en anteriores situaciones, os animamos a compartir en este post las iniciativas y organizaciones que sepáis que están trabajando sobre el terreno a las que podamos apoyar.
2 comentarios en «¿Por qué no se recomienda donar leche artificial en crisis humanitarias?»
Muy interesante información, y en caso de que madres quisieran donar su leche o servir como nodrizas, frente a temas como VIH, que consideraciones se tendrían en cuenta, se podría donar la leche o amamantar un bebé huérfano sin exámenes de VIH? Gracias
Hola Karen, las consultas las atendemos en el Canal de Consultas de nuestra app LactApp. La puedes descargar gratuitamente y hacer la consulta en el apartado ‘Contacto’. Gracias!