Anomalías de cicatrización post-frenectomía
A día de hoy, la frenectomía es la opción terapéutica quirúrgica para la remodelación del frenillo de la lengua ante una dificultad mecánica que ésta pueda suponer en un neonato.
La cicatrización normal en la mucosa oral
Por norma general, en la mucosa oral que es una mucosa húmeda, la cicatrización tiende a ser muy buena debido a la gran vascularización que podemos encontrar. Si dicha cicatrización es lineal y a su debido tiempo, debería cicatrizar en torno a unos 21 días desde la intervención.
No obstante, durante el proceso cicatricial pueden darse diferentes situaciones que nos lleven a una cicatrización más anómala o diferente a la esperada.
Factores a tener en cuenta
Lo primero de todo, es importante saber que, por la naturaleza de la frenectomía en un neonato, la herida no se puede infectar a menos que se hayan lesionado zonas más profundas que la musculatura lingual o incluso estructuras venosas o glandulares. De lo contrario, no existe esa capacidad de colonización bacteriana que conduzca a una infección activa.
Sí que es cierto, que de antemano podemos atender a ciertas condiciones que pueden incidir directamente sobre la cicatrización.
Es conocido que la cantidad de melanina que se encuentra en la piel del paciente a tratar puede acelerar o ralentizar la cicatrización. Por norma general, pieles más oscuras cicatrizan a una ligeramente mayor velocidad que pieles más claras.
Hay que resaltar, que pieles de tipo pelirrojo, puede generar más anomalías en la cicatrización debido a que son individuos en los que su producción de colágeno es menor, el cual es una estructura de gran importancia para conseguir una cicatrización suave y lineal.
Anomalías de la cicatrización
Dejando de lado la situación de base, las principales anomalías que se darán en la cicatrización pueden ser cuatro: la readhesión de bordes, el granuloma, la fibrosis y la recidiva.
Readhesión de bordes
En el momento en el que se ha realizado la frenectomía, la intención del cuerpo es acercar los bordes del tejido para cerrar la herida por primera intención (lo que intentamos con una sutura, cuando ya vemos que ese cierre primario no será posible). Dependiendo del tipo de técnica y del protocolo de rehabilitación de la herida, los bordes pueden quedar más cercanos y por tanto tener una mayor tendencia a readherirse. En dicho caso, lo ideal será poder intentar desbordar el tejido durante el proceso cicatricial para evitar una reinserción completa del frenillo como lo teníamos antes de la intervención.
Granuloma
Un granuloma es un tejido de nueva formación en respuesta a una agresión fúngica o bacteriana que pueda sufrir una herida abierta en proceso activo de cicatrización. Suele aparecer en torno a la semana 2 de cicatrización. Tiende a ocupar el tamaño completo de la herida, suele ser blando como en forma de coliflor o brócoli y no interfiere en el proceso cicatricial que sucede por debajo. Tiende a desaparecer de forma espontánea entre 2 y 4 semanas después de la aparición. En muchas ocasiones veremos que varía de tamaño de forma drástica de un día para otro.
Fibrosis
La fibrosis por contra, se da una vez acabado el proceso de cicatrización. Se aprecia en toda la zona donde antes estaba la herida y ahora la cicatriz, de forma dura y engrosada. Es como si las fibras que se han formado de nuevo, se hayan formado arrugadas y desordenadas pero no cortas. Si se trata de una fibrosis, no debería limitar el movimiento y posición casi óptimos de la lengua. Lo normal será, que durante la remodelación de este tejido (que puede ir de entre 3-6 meses a más de año y medio), se vaya suavizando y estilizando el estado de dicha cicatriz.
Recidiva
La recidiva es como su nombre indica, una readhesión completa del frenillo intervenido. Se presentará como una tensión nuevamente en la zona central (no en toda la extensión de la herida como en la situación anterior) con una banda isquémica a la presión y que no permite la función y posición correcta de la lengua. Puede ser que encontremos algo de liberación en comparativa a la situación inicial pre-quirúrgica pero si afinamos el análisis funcional veremos que todavía no nos permite la correcta función lingual.
Individualizar cada caso
Es por todo ello, que tenemos que entender bien qué tipo de intervención estamos haciendo y que conozcamos los tejidos que estamos tratando así como su morfología y proceso de curación. Hay formas de intentar reducir el porcentaje de aparición de anomalías en la cicatrización pese que en ocasiones no será evitable. Será entonces cuando conocer la etiología y el manejo de cada una nos permitirá un éxito mayor en nuestro procedimiento.

Dr. Juancho de Quixano
Odontólogo en FreLac Barcelona