La importancia de la postura de la madre al amamantar
La colocación correcta del bebé lactante al pecho es uno de los requisitos para una lactancia exitosa. Sin embargo, es frecuente que al inicio surjan algunos problemas que son debidos a una mala posición, a un mal agarre al pecho o en la mayoría de casos a la combinación de ambos. Lo bueno, es que gran parte de estos problemas tienen solución.
Primero de todo hacer mención a la importancia del primer contacto del recién nacido con la madre. Nada mas nacer el recién nacido está en lo que consideramos “máxima alerta”, los estímulos que recibe durante el proceso fisiológico del parto hacen que haya un aumento de adrenalina y una sensibilidad aumentada lo que ayuda al bebé a reconocer a su madre, a establecer un vínculo primario, y a poder así aprovechar su instinto para iniciar de forma espontánea la primera toma, de este modo el bebé hace un imprinting adecuado, lo cual hará que las tomas posteriores sean más fáciles porque se le “ha quedado grabado”. Por eso la importancia del contacto piel con piel precoz del recién nacido con la madre nada más nacer y mantenerlo mínimo 1-2horas, si dejamos al bebé sobre el abdomen de su madre, este va reptando hacia el pecho hasta cogerse por sí mismo/a (lo llamamos breast crawling y es espectacular ver como un bebé recién nacido está listo para mamar!) y post poner todas las intervenciones médicas y enfermeras siempre que sea posible.
Desde hace décadas con la pérdida de la cultura de la lactancia materna, las mujeres en ocasiones no tienen ni la experiencia ni el conocimiento suficiente ni tampoco el apoyo necesario como para sentirse seguras amamantando. Gracias a que el bebé nace sabiendo cómo hacerlo, es necesario e importante que la madre favorezca la lactancia escogiendo la mejor postura para su bebé en cada momento.
Y cuál es la mejor postura?
Desde mi punto de vista la mejor postura para el amamantamiento es como la mejor postura para el parto: la que elija la madre, creo que es mejor dejarla a ella elegir cómo se siente más cómoda amamantando. En muchas ocasiones las profesionales especializadas en lactancia podemos ofrecer ayuda y apoyo a las mujeres lactantes para guiarlas y ofrecer soluciones a ciertos problemas de lactancia habituales.
Algunos puntos importantes a tener en cuenta:
- Lo primero y más importante es que la madre siempre debe elegir una posición en la que esté cómoda
- Espalda apoyada siempre que sea posible para evitar sobrecarga muscular
- Hombros relajados y brazos relajados. En muchas ocasiones las mujeres que amamantan sienten dolor de brazos por amamantar con los hombros y brazos en tensión.
- La cabecita del bebé debe tener cierta movilidad, no debemos sujetar su cabeza de forma firme, ni empujarle desde ella hacia el pecho. Dejaremos que el bebé haga cabeceos buscando el pecho y que haga un buen agarre empujándole suavemente desde su espalda, así evitaremos la típica tendinitis de muñeca.
- En la posición clásica la cabecita debe quedar sobre el antebrazo relajado de la madre, debemos evitar que quede en la flexura del codo. El bebé puede hacer un movimiento amplio de la mandíbula para succionar si su cabecita está “hacia atrás”.
- La posición de amamantamiento tumbada de lado puede ser de alivio para las mujeres que sienten dolor en el periné tras el parto.
- Tras una cesárea la madre suele estar dolorida y la movilidad los primeros días está limitada. La posición semi-incorporada con ayuda de cojines o la posición de rugby del bebé suele ser de elección.
- El uso de cojines puede ser de ayuda a la madre para acomodar los brazos/espalda o entre las piernas si está de lado, así como un alzador o pequeño escalón para los pies en ocasiones es de gran ayuda.
Para que una lactancia sea exitosa la mujer debe sentirse en armonía física y emocional y para ello debe cuidarse primero ella, porque si ella se siente cómoda amamantando, su bebé lo percibe.
Marta Ibarra – Osteópata – Matrona N. Col 0853775
Tel. +34 687 651 075
Este artículo es una reflexión basada en el conocimiento de mis dos profesiones, soy matrona y osteópata. Con más de 10 años de experiencia en asistencia de partos, actualmente me dedico a lo que yo denomino “osteopatía materno-infantil”. Ayudo a mujeres y bebés que necesitan resolver ciertos problemas funcionales, siempre desde el conocimiento anatómico, fisiológico y científico.