Mi experiencia con el destete: “Nunca creí que llegaría a tener una lactancia tan duradera”
Nunca creí que llegaría a tener una lactancia tan duradera, tenía como ejemplo a mi cuñada que mantuvo la lactancia con mi sobrina hasta los 3 años, pero ella no trabaja fuera de casa y podía compaginar mejor las tomas.
Yo, como la mayoría de las mujeres, después de mi permiso de maternidad, mi lactancia acumulada y vacaciones guardadas, me incorporé al trabajo cuando mi hija acababa de cumplir los seis meses, por lo que pude hacer lactancia materna exclusiva los primeros 6 meses.
Por el tiempo que tenia que permanecer fuera de casa por el trabajo no me imaginaba que iba a llegar al año de lactancia. Tengo que hacer mucho deporte en mi trabajo, y justo tuve que hacer un curso que me hacia llegar tardísimo a casa, razones por la cual muchas compañeras me decían que pronto se me cortaría la leche, pero ahí estaba yo en el baño sentada en el WC, o cuando podía al vestuario a sacarme la leche con el famoso sacaleches eléctrico.
Estuve así varios meses hasta que después del año de lactancia empecé a espaciar las extracciones, conseguí aguantar las horas del trabajo hasta llegar a casa con la niña, eso si, lo primero que hacia era darla de mamar (yo ya comería después… xD).
Pasó el tiempo y cuando cumplió 18 meses, fue cuando ya me plantee que debería empezar yo el destete porque veía que por ella no iba a pasar, le ENCANTA la lactancia. Cuando terminó el verano, empezó la guardería (hasta ese momento se quedaba con la abuela), y fue cuando empecé a quitar tomas poco a poco, al principio no pude, por el cambio que implicaba para ella empezar la escuela infantil y que se ponía mala cada dos por tres, pero cuando llegó diciembre que cumplió los dos años, ya solo tomaba por la noche o cuando se aburría que me pedía “teti”.
Lo que terminó de determinar mi decisión del destete, fue que cuanto mas tiempo pasaba y mayor se hacía, mas consciente era de la situación. Nosotros no descartamos darle un hermanito no muy tarde, y no quería quedarme embarazada y seguir dándole pecho, o destetarla porque venía el herman@. Yo no iba hacer lactancia en tándem, admiro quien lo hace pero para mi no es compatible.
Así que un día en enero, después de las fiestas, me puse bastante pachucha por un resfriado, y empecé a decirle que no podía darle teta porque “estaba malita y si tomaba, se ponía malita también”. El primer día, un berrinche enorme, que a mí me daba una pena… de hecho, siempre pedía dormir conmigo porque ¡se dormía con la teta! Y esa noche pidió dormir con su padre. No me lo creía, y así las dos noches siguientes, la cuarta noche ya pidió que fuera yo y me pidió teta, pero yo le dije que seguía malita y no podía, pero que podía abrazarla y eso la contentó, y se durmió conmigo en la cama SIN MAMAR.
Han pasado ya 10 días y creo que puedo decir que ya hemos echo el destete, alguna vez me sigue pidiendo, pero yo le digo que la abrazo y me devuelve el abrazo y se contenta.
Ahora mismo tengo un sabor agridulce, por una parte descanso mucho más, ya que duerme por fin del tirón, pero echo de menos esos momentos íntimos. Creo que si no fuera porque no voy a tardar en intentar ir a por el segundo, hubiera aguantado más con la lactancia. Pero mi motivación fue que no quería que sintiera rechazo al tener que hacerlo rápido por un posible embarazo.
Noemí.