Una carta a los Reyes Magos
Queridos Reyes Magos,
parece que las fiestas terminan con vosotros y aunque por un lado digo “por fin”, por el otro pienso “qué lástima”. Sé que parezco incoherente, y lo soy. Pero de eso también se trata la maternidad, el posparto e incluso el amor, ¿verdad?
Estas Navidades han sido de todo menos relajadas. Cuando eres madre la familia no se corta un pelo al opinar sobre todo lo que hago entorno a mis criaturas. En resumen, podría decir que, según ellos y ellas, lo hago de todo menos bien…
Las críticas de mi madre me duelen, aunque también la he pillado varias veces mirándome muerta de amor desde el rincón de la sala.
Mi padre dice que mis hijos son unos malcriados, pero en la sobremesa lo he estado observando jugando con ellos y ese brillo de sus ojos no lo veía desde que era pequeñita, por no hablar de las enormes carcajadas.
Mi prima sin hijos no deja de insistir en que deje al peque llorar por las noches y que así, en solo tres días, dormirá del tirón. Pero cuando he vuelto del baño he visto cómo mecía al peque en sus brazos y se emocionaba cuando se le cerraban los ojos.
Y mi cuñado… que no dejaba de decirme que mi hijo era más adicto a la teta que él al tabaco… ¡Qué coraje!
¿Y mis sobris? Mis sobrinos no dejaban de imitarme con sus muñecos dando la teta mientras jugaban durante la sobremesa…
O sea que sí… ha sido duro, ¡pero también precioso!
¿Qué os podría pedir ahora?
Pues poca cosa, este año os doy las gracias y solo os pido poder seguir con esta estampa muchos años más.
PD: Bueno, también os pido una noche enterita para dormir a pierna suelta y un saquito de paciencia para llegar a la próximas Navidades con alegría. Y ya puestos, algún regalito de LactApp Shop, una suscripción a LactApp Plus (la sección Premium que encuentras dentro de la app LactApp) o una consulta en la clínica de LactApp.