Día Internacional contra el Cáncer de Mama – Experiencia de una mamá lactante
A veces las experiencias de los demás nos ayudan a encontrar nuestro propio camino, así que aquí va un poco de mi experiencia con el cáncer de mama y la lactancia, por si le sirve a alguien.
Me encontraron un bulto en el pecho en la revisión ginecológica que me hacía cada año, sobre todo porque mi madre había muerto de cáncer con 49 años. Entonces yo tenía 35 y planeaba con mi pareja ponernos a tener hijos ya. En principio el bulto era benigno pero me lo revisaban cada 6 meses para observar cualquier cambio, por lo que fuimos posponiendo los planes y esperando. Finalmente el bulto creció y cambió de forma, y al biopsiar se vio que era maligno. Me operaron en agosto de 2015 cuando tenía 36 años, me hicieron una cirugía conservativa y me extirparon el tumor, los márgenes y el ganglio centinela. Después me iban a dar quimio pero me la pararon justo el día antes porque la anatomía patológica indicaba que era mejor no darla (ahora lo hacen cada vez más), me dieron radioterapia y terapia hormonal.
Como tenía buen pronóstico y un índice de recaída muy bajo, decidí interrumpir la terapia hormonal para quedarme embarazada y en mayo de este año, con 38, llegó mi pequeño Mael.
Si he de ser sincera, tenía muchas dudas sobre la lactancia y en el curso de preparación al parto me sentía poco identificada con las demás y con lo que me contaban. En parte porque dudaba de mí misma y de mi cuerpo tras el cáncer. Y en parte porque sabía que la mama operada era diferente. No tanto por la operación o las cicatrices, porque depende de qué tipo de operación y por dónde sea, se conservan bastantes conductos. Sino por la radioterapia, de la que se habla poco pero que supone cambios fundamentales en la estructura del tejido radiado. Además, mi pareja tenía dudas también y pensábamos que con biberones quizá podríamos repartirnos mejor. Ante tanta duda una semana antes de parir nos decidimos, porque fue mi pareja el que insistió en que pensara qué quería yo pero con todos los datos, a ir a un asesora de lactancia. Esa visita fue clave no tanto para ayudarme en los problemas que tuve después como para animarme y hacerme ver que era posible para mí dar el pecho.
Cuando nació mi hijo salimos del paritorio con el enganche hecho a ambos pechos y yo más feliz de lo que había sido nunca. Por desgracia, el segundo día de ingreso una enfermera me dijo que mi hijo había perdido mucho peso, que yo no tenía leche, y que cuando se tenía una mama operada había que meter suplemento. Y ahí empezó todo a torcerse porque te pillan recién parida, con un bebé, con dudas, y haces caso… Después aprendí que la fase de letargo puede durar más de 24h en algunos niños, que la gran cantidad de suero que me tuvieron que dar en el parto porque me bajó la tensión distorsionaba el peso del niño, y que sí que tenía calostro en las dos mamas y que era suficiente, que el que no me saliera con las manos no quería decir que mi bebé no lo sacara.
La pediatra nos quitó el suplemento en el alta, pero el enganche ya estaba afectado. Lo recuperé con mi matrona del centro de salud al día siguiente pero sólo en la mama no operada. Mientras, tuve la primera visita con la enfermera de pediatría que vino a decirme que estaba haciendo pasar hambre a mi hijo, que tenía que darle suplemento y volver a ver a la pediatra de urgencia al día siguiente. Así que me fui de allí llorando, con ansiedad y con la lactancia otra vez a punto de fracasar. En la visita con la pediatra nos volvió a quitar el suplemento y nos dijo que haríamos seguimiento más frecuente para ir viendo la evolución del peso cada dos días o así.
A esas alturas, mis dudas y mi miedo de no estar haciéndolo bien y de que mi hijo no estuviera bien alimentado eran enormes. Ni que decir que las tomas eran un desastre. Mi pareja me apoyaba en todo pero tampoco tenía claro qué debíamos hacer. A pesar de que sabíamos que algunos recién nacidos tardan más en recuperar el peso del parto cuando la pediatra nos metió el suplemento por tercera vez a la semana de vida lo vimos normal. Y ahí ya me decían que biberón de fórmula después de cada toma y cada vez de mayor cantidad. Veía la lactancia como algo cada vez más lejano.
Intenté ponerme en contacto con los grupos de lactancia de mi ciudad pero justo las pillé montando unas jornadas y no podían atenderme esos días, y yo ya temía que si seguía así un día más perdería las posibilidades de dar bien el pecho, estaba muy nerviosa. Así que llamé, de nuevo con la insistencia de mi pareja, a una matrona que conocí en la visita al hospital para ver si conocía a alguna asesora de lactancia que pudiera venir a mi casa, y como no encontraba a ninguna se vino ella a pesar de sus horarios. Se pasó cuatro horas al día siguiente en mi casa, ayudándome. Y volvió a los tres días. Y entre ella y mi matrona del centro de salud recuperé la lactancia, sin ellas y sin el apoyo constante de mi chico no habría podido.
En cuanto mi peque recuperó el peso del parto quité los biberones de la noche, de golpe. Y salió muy natural, porque él en realidad quería mamar y dormir a mi lado, nada más. Eso lo conseguimos ya cuando tenía un mes. A partir de ahí, además de no ampliar cantidad de suplemento fuimos reduciendo biberones. De 7 o así de 60ml pasamos a tres o cuatro, y con tres meses y medio ya sólo uno o dos. Porque sí, los biberones también se los daba a demanda, no después de cada toma, sino sólo si tenía hambre. Como el enganche en la mama operada no lo recuperé los usaba como segunda teta.
Ahora mismo, que tiene 5 meses, le damos sólo un biberón de 90ml a última hora de la tarde o primera de la noche si tiene hambre, porque mi teta ya no da más y no ha habido manera de quitarlo. Y por si eso importa a quien lee, de percentil va fenomenal.
Creo que me he extendido mucho pero quería contar las dificultades para que se vea que se puede dar el pecho tras una operación de cáncer de mama. Hay poca información sobre las mamas radiadas, casi toda la que encontré en revistas oncológicas americanas, así que hay que buscar. Las mamas radiadas producen leche, igual de buena en propiedades y nutrición, aunque en menor cantidad, ligeramente más salada, y cuesta más extraerla. Además la radiación afecta al pezón lo que puede ser una dificultad añadida. Las cifras que encontré hablaban de porcentajes interesantes de mamas radiadas que conseguían usarse en lactancia, casi un 50% de las que lo intentaban. Cada vez se detectan más cánceres de mama en mujeres más jóvenes porque hay más prevención, y algunas no hemos podido ser madres antes (quiero decir madres biológicas, que hay muchas maneras de ser madres). Así que esperemos que cada vez haya más información y podamos difundirla.
Por otro lado, si la mama radiada no va o si se ha tenido que hacer una mastectomía, también se puede con un solo pecho como hago yo. De hecho estoy convencida de que si no nos hubieran metido suplemento al principio lo habría logrado de manera exclusiva, como hacen las mamas de gemelos, por ejemplo, o como leí en un libro de lactancia sobre una sociedad donde las madres eran cazadoras con arco y sólo les daban un pecho para que el otro no aumentara de tamaño y seguir usando el arco. Se puede, si se quiere claro, que es decisión de cada una, situaciones hay muchas y sólo cada madre sabe lo que es mejor para ella y su bebé.
Se puede dar el pecho después de ciertos cáncer de mama y, lo más importante y que nadie me había contado, además de los beneficios para mi peque que de eso es mejor que escriban los profesionales, es que a mí me encanta. Me sienta física y anímicamente tan bien, me resulta tan placentero y bonito darle el pecho, que lloraba de felicidad cuando empezamos a poder hacerlo bien. Hasta mi pareja se emocionaba cuando lo veía apartarse de la mama, rebozado en leche, con un brillo tostado característico en los mofletes. La sensación de alimentar, consolar y amar a mi bebé todo en una era, y es, abrumadora cuando lo tengo en la teta. Lo vivo como una parte más de mi ciclo de reproducción, es reconciliarme con mi cuerpo y mis tetas después de todo, y es algo sin lo que ya no me imagino esta etapa de mi maternidad y que me da confianza para las que vengan.
Tetita power!
Berta Domínguez
4 comentarios en «Día Internacional contra el Cáncer de Mama – Experiencia de una mamá lactante»
Hola Berta, quiero darte un millón de gracias, al leer tu artículo me he emocionado porque es mi caso, la única diferencia es que después de operarme intenté la congelación de óvulos ya que tengo 38 años y la triste noticia después de un cáncer es que te digan que no puedes tener nenes, así que empecé la radio , las sorpresas no terminan ahí, pasados un mes y 15 días de radios , mi pareja me ve los cambios en mi cuerpo y me dice tú estás embarazada, me hizo mucho daño porque había enterrado el tema, peeero sii! estaba embarazada! Se había gestado en plena radio, a partir de ahí, se generó en mi un miedo que superó al miedo que tenía al cáncer en si, ya que no sabía si con el tratamiento de tamoxiceno más la radio había matado a mi feto…y mi única y última oportunidad.
Hoy, estoy de 30 semanas y se llama Hugo! La bendición de mi vida y un regalo caído del cielo que jamás , podré agradecer lo suficiente y expresar sin emocionarme , lo que he sentido y siento y bueno el darle el pecho sería ya …. El malito como yo le digo, no sé si saldrá adelante , si dará leche o no, pero lo voy a intentar , gracias Berta, ahora sí que me siento identificada muuuchas gracias de todo corazón!
Hola Berta, primeramente decirte que vaya valor y tesón has tenido.
A mí me detectaron un cáncer de mama 3 meses después de dar a luz a mi primera hija, me trataron 6 meses con 2 tipos distintos de quimio, me operaron 2 veces, una vez, una tumeroctomia con ganglio centinela y la segunda al dar los ganglios positivos en metástasis, una linfadenectomia, posteriormente acabando tratamiento con 30 sesiones de radio, para no extenderme decir que a mí se me fue la regla durante la quimio y estuve sin ella varios meses, ya nos habíamos echo a la idea de no tener más hijos, pero me volvió y básicamente todo esto es para decir que hace 10 días di a luz a mi segundo hijo y para mí también eran muchas dudas las que tenía con el pecho, yo el enganche del pecho malo no ha habido manera, del bueno sí que salió calostro, pero mi peque pasaba mucha hambre, mi pecho no da de sí, así que estoy con biberón y sacándome leche a lo que da, pero no me da para más de 2 o 3 bibes al día, porque no quería volverle loco enganchando pecho y biberón, te leo y me parece envidiable tu tesón para poder darle, pero yo con la primera se pasó llorando mucho mucho tiempo, no se enganchaba, no comía bien, toda mi espectativa de lactancia se vio truncada, tuve que meterle biberón porque me bajaba de 2,500 de peso y me la ingresaban, luego vimos que no fue casualidad, y menos mal, porque si hubiera dado pecho, el tumor no lo hubiéramos detectado y hubiéramos pensado que era una mastitis, así que con este, teniendo una de 2 años, habiendo pasado el tumor tan recientemente no me veo con fuerzas de luchar por lactancia materna exclusiva, además de tener miedos de estar sacándome y no cortarla por si remuevo hormonas o algo.
Esto también lo cuento por Toñi, no sé si has dado a luz ya y qué tal tu experiencia con el tema, te deseo mucho ánimo y paciencia y que sobretodo no te presiones o te sientas culpable tomes la decisión que tomes, eres la mejor madre para tu hijo le puedas dar pecho exclusivamente, le des mixta o le des biberón. Un abrazo a las dos.
Hola Berta! Yo tb sufrí cáncer de mamá pero en mi caso la cirugía fue radical, mastectomia + linfadenectomia. También pensé q nunca podría quedarme embarazada pero afortunadamente mi bebé está en camino ?. Estoy de 32 semanas y las dudas sobre la LM empiezan a aparecer. Mi matrona me había dicho que con la estimulacion del pecho q me queda no tendría por qué haber problema, pero leo y escucho tantas cosas que no se q pensar…..me apetece mucho pero me da miedo que mi bebé no tenga suficiente y q comentarios como que no tengo leche trunquen la lactancia ☹️. Espero poder tener tanta paciencia como tú y q finalmente sea posible. Un saludo!
¡Muy buenas consideraciones sobre la lactancia materna y su relación con el cáncer! Hoy en día no existen evidencias de que, al haber superado un cáncer de mama, no se pueda dar el pecho. Además, es hasta recomendable. Nosotros creemos que es una práctica bonita y vinculativa con los más peques.