10 cosas que puedes esperar de la lactancia materna
Cada lactancia y cada maternidad son únicas y cada una de nosotras lo vive a su manera, con nuestros momentos álgidos y nuestros momentos más duros, con sentimientos de plenitud y agotamiento. Cuando estamos embarazadas, y más cuando es nuestra primera maternidad, tenemos unas expectativas sobre cómo vamos a vivir todo el proceso que no suelen tener nada que ver con lo que nos encontramos cuando nace nuestro bebé. ¿Y qué nos encontramos? Pues insistimos en que cada una vivirá su lactancia y su maternidad a su manera, aún así nos aventuramos a nombrar 10 cosas que puedes esperar de la lactancia materna:
- Gozarás de una relación auténticamente profunda: cuerpo, carne y teta. Sí, amamantar a tu bebé va mucho más allá de lo meramente físico, emocional e incluso animal. Amamantar es relacionarse desde lo más humano, desde el amor, desde la incondicionalidad, desde el saber, desde la belleza…
- Moverás montañas: que el amamantamiento funcione perfecto desde el primer dia, puede suceder, de hecho sucede, pero es muy habitual encontrarse con dificultades de varias índoles, desde dificultades mecánicas, pasando por temas emocionales, hasta dificultades sociales. Si algo tiene la teta es que mueve montañas para encontrar aquello que necesitamos o que necesita nuestro bebé. Es cansado pero altamente reconfortante.
- Harás grandes amigas: porque criar sola es antinatural e incluso cruel, después de mover montañas encontrarás personas increíblemente fantásticas que te apoyarán desde la sinceridad y la empatía, tanto que será imposible no forjar lazos que durarán toda la vida.
- Perderás la paciencia: acéptalo. La lactancia materna es maravillosa, pero aquello que necesitamos en muchos lugares o en muchas personas no es fácil encontrar. Es fácil decepcionaros con según qué reacciones o comentarios, y llegará el momento que… ¡perderás la paciencia! Pero tranquila, también llegará el momento en el que todo pasará y te resbalará 😉
- Leerás, clasificarás y desecharás mucha información: la información está ahí y es tanta y tan variopinta que tendrás que hacer un gran trabajo de selección y síntesis. Además, leer sobre lactancia y maternidad es adictivo, disfrútalo.
- Echarás de menos tu autonomía: amamantar a un bebé, sobre todo las primeras semanas, significa tener que parar. Los primeros días no harás otra cosa, tu bebé necesitará succionar para alimentarse nutricional y emocionalmente, tendrás que concentrarte mucho en la posición y postura, no podrás dejar de observar aquel cuerpecito que se agarra a ti porque eres su vida y él/ella la tuya, es maravilloso. Pero lo bonito no quita que te pondrás de los nervios porque no podrás hacerte la comida, ni ducharte, ni ir al baño si quieres invertir más de 20 segundos, ni siquiera encender el ordenador. No podrás girar-te sin que tu bebé te reclame porqué constantemente estará reclamando tu contacto visual, y esta situación, hasta que nos adaptamos, puede llegar a ser muy desesperante. Hazte con un buen portabebés y una mesita donde tengas comida, botella de agua y tu teléfono.
- Aprenderás a gestionar tu tiempo: siguiendo con el punto anterior, al principio es todo bastante caótico y luego… ¡¡también!! La diferencia entre las primeras semanas y las siguientes, será que habrás aprendido a gestionar tu tiempo y tus recursos de manera cada vez más eficiente.
- Nadarás en fluidos… este es el cuadro que vas a tener: compresa posparto con sangrado más o menos abundante durante más de un mes + leche que sale de tus pechos en el momento más inesperado + regurgitaciones del bebé + pipís y cacas líquidas que se disparan en cuanto oye el “crac” del velcro del pañal… Sí, los fluidos son unos grandes protagonistas. Prepárate para cambiar sábanas, mantitas, muselinas, pijamas, camisones, sujetadores y camisetas a ritmo militar.
- Tu armario se volverá contra ti: la ropa de embarazada de queda grande… la anterior pequeña… tus caderas se han ensanchado, tus pechos son de una talla cuando te levantas, dos tallas más grandes al cabo de 2 horas, una talla menos dos meses después… es un auténtico conflicto de intereses XD
- Redescubrirás tu cuerpo: para mi gusto es una de las cosas más maravillosas que suceden en la lactancia. La conciencia corporal… nos miramos desnudas y nos damos cuenta de que hemos cambiado. Puede resultar extraño e inquietante al principio, pero os aseguro que redescubrir tu cuerpo es perfecto. Ser consciente de cómo cambia tu cuerpo para amoldarse al de tu bebé… ser consciente del tacto, de tus curvas, de tu vientre, tus brazos… Entenderse una misma és revelador.
Y, ya fuera de estos diez mandamientos, no debemos olvidar que si una cosa podemos esperar de la lactancia es que estamos en constante cambio y que cuando ya nos hemos acostumbrado a la situación, todo vuelve a cambiar y tenemos que volver a adaptarnos.
Imagen vía instagram de @tracyandrsnmetod