Una nunca piensa en que llegará a hacer un tándem cuando tiene solo un hijo, y mucho menos un tritándem. Imagino que la que está esperando múltiples bebés sí que se lo cuestiona estando embarazada. No es nuestro caso.

Como tantas mamás hoy en día mi primer hijo llegó gracias a un tratamiento de reproducción asistida, Mateo nacía el 24 de agosto de 2014 a las 40+3 semanas de gestación, con una inducción médica tras muchas horas de rotura de bolsa y más de 10 dosis de antibióticos intraparto que me destrozaron la flora del pecho. Tres mastitis durante el primer mes como mamá hicieron que me cuestionara el seguir lactándole de ese pecho. Sabía que quería amamantar, estaba informada y empoderada, pero el dolor era tal que me planteé hacerlo con un solo pecho. Al final conseguimos superarlo.El 5 de febrero de 2016 volví a ser mamá, esta vez de forma natural, tanto, que Lucas por poco “se me cae” en el pasillo de paritorios. Le di a luz de cuclillas agarrada de una liana, a tres días de cumplir 42 semanas y llevándose sólo 17 meses con su hermano. Esa misma tarde comenzó nuestro tándem. No sólo nadie le roba leche a nadie, sino que mis dos hijos han crecido sanos, fuertes y porque no decirlo, preciosos.

Hace poco más de un mes nació Simón, a las 41+1 semanas de gestación nacía mi tercer pollito el día 19 de septiembre. Esa tarde vinieron sus hermanos a conocerle y como si fuera algo para lo que estuviéramos todos predestinados comenzamos el tritándem. Se lleva 36 meses con el mayor y 19 con el mediano. Sí, he tenido #3hijosen3años.

Sé que lo más óptimo a la hora de lactar a dos o más niños es, primeramente hacerlo por separado, para asegurar no solo que la lactancia está bien establecida con el recién nacido, sino que se recupere el peso de nacimiento sin problema. He de decir que siempre he confiado mucho en mi cuerpo y en el de ellos, todas las señales me han indicado que podíamos liarnos la manta a la cabeza. Y desde el primer día he optimizado las tomas dando teta de dos en dos.

A pesar de que muchos destetes ocurren durante los embarazos, que nosotros hemos superado lactancias en seco, amamantar con barrigones, sensibilidad de pezones e incluso agitación por amamantamiento. No digo que siempre haya sido fácil, pero sí que es perfectamente posible.

Cuando una ya conoce todas las posturas del “tetasutra” con dos bebés, comienzan los miedos sobre cómo será lactar a tres hijos con sólo dos tetas. Y piensas que nunca será un tritándem real, simplemente es seguir con el tándem mientras un tercero espera su turno. Pues no, no es tan fácil, sobretodo no lo fueron las dos primeras semanas, cuando el pecho se me ponía como piedras por la noche, porque mi cuerpo no entendía que por el día tenía “trillizos” y por la noche a un “hijo único” (ya que los mayores estaban destetados por la noche de hacía mucho tiempo). A las 4 o 5 de la mañana me tenía que sentar adormilada y ponerme el sacaleches para aliviarme un poco. En esos momentos una piensa: “Amamanto a tres hijos y aquí me hayo, con el sacaleches, porque aquí está la oferta y en la cama duerme la demanda”

He tenido que escuchar muchas “opiniones” sobre lactar embarazada, sobre darle el pecho a dos niños a la vez, sobre hacer tándem embarazada y ahora sobre amamantar a tres criaturas, obviamente no a la vez. Mis hijos y yo somos felices, y así seguiremos hasta el día que alguno de los 4 quiera dejarlo”