Actualizado el 28 de mayo de 2020

En la situación de emergencia sanitaria que estamos inmersos sois muchas las enfermeras, auxiliares de enfermería, médicas, limpiadoras, trabajadoras de la alimentación, etc. que estáis diariamente en contacto con personas que tienen la COVID-19 o tienen la sospecha de tenerla y que también amamantáis. 

Antes de nada, queremos daros las gracias. Gracias por todo lo que estáis haciendo, gracias por cuidarnos y por cuidar a nuestras personas queridas. Gracias por acompañarnos en momentos muy complicados y hacer de puente con nuestros familiares y amigos.

Cada día nos llegan consultas con inquietudes tales como ¿qué hacer para proteger a mi bebé de la infección? ¿Cómo lo hago cuando llego a casa? ¿Cómo gestiono mi lactancia habiendo estado expuesta a la infección en el trabajo?

Al llegar a casa

Hay unas recomendaciones establecidas para las mujeres que estáis trabajando expuestas a la COVID-19 al llegar a casa, que os recomendamos que os leáis, pero específicamente para las que además amamantáis, hay poca información.

Recomendaciones para las profesionales expuestas a la COVID-19 (información extraída de la Clínica Universidad de Navarra):

• Cuando llegues a casa después de la jornada laboral:
  • No toques nada
  • Sácate los zapatos
  • Deja los objetos que llevas encima en una caja (bolso, gafas de sol, llaves,…) en la entrada y ciérrala
  • Limpia el móvil y las gafas, si es que llevas, con agua y jabón o alcohol de 70º
  • Si traes algún objeto de fuera, límpialo con 25 mL de lejía en 1L de agua
  • Dúchate

• En el día a día:
  • Evita que las personas con quien convives tengan contacto directo con tus fluidos corporales (sobre todo secreciones nasales y saliva)
  • Evita compartir los objetos de uso personal (cepillo de dientes, cubiertos, platos, vasos, toallas,…)
  • Lava tu ropa, tus sábanas y toallas a un mínimo de 40ºC
  • Lava tus platos, cubiertos y vasos con agua y jabón y, si puede ser, en el lavavajillas
  • Limpia habitualmente el baño y la cocina con lejía y usa productos de un solo uso
  • Limpia con productos desinfectantes el teléfono, mando de la tele, interruptores, teclado del ordenador, grifos, pomos de las puertas,…
  • Mantén bien ventiladas las zonas comunes

Recomendaciones sobre lactancia materna y riesgo de COVID-19

Las recomendaciones internacionales siguen promoviendo la lactancia sin hacer excepciones por grupo de riesgo. Es más, fomentan la lactancia materna en mujeres que padezcan la COVID-19, a no ser que ésta no lo desee o no pueda.

Aunque la evidencia es escasa, también parece que el grupo de niños y bebés es poco susceptible a tener la enfermedad y, si la tiene, suele ser con pocas complicaciones.

Las medidas a tomar también dependen de cada familia y sus circunstancias, si tenéis ayuda o no, si vuestros bebés duermen con vosotras habitualmente y si hay o no posibilidad que no lo hagan, de la energía que implica también hacer cambios en casa cuando seguramente en el trabajo también tenéis mucha presión, etc.

La Organización Mundial de la Salud y otras organizaciones oficiales no han definido qué hacer en estos casos.

Algo que debemos recordar es que el bebé también puede ser fuente de la infección, aunque él no tenga síntomas o sean leves. Por lo tanto, es importante que se evite dejarlo a cargo de personas de riesgo cuando vosotras estéis trabajando, siempre que sea posible.

Y, si no es posible, que estas personas traten de seguir lo más estrictamente que puedan las recomendaciones de protección.

Recomendaciones de higiene en el caso de convivir con una persona de un grupo de riesgo

Si además convives con una persona que es de grupo de riesgo (tiene más de 65 años o enfermedades crónicas como hipertensión, diabetes o problemas de inmunidad):

• • Procura tener el mínimo contacto posible con ella
  • Duerme en camas separadas
  • Usa un lavabo distinto o desinféctalo después de usarlo tú
  • Toma las medidas generales de protección individual
    • Realiza una higiene frecuente de manos
    • Cúbrete con el interior del codo si tienes tos o estornudas
    • Usa pañuelos desechables
    • Evita contacto cercano
    • Evita tocarte boca, nariz y ojos

Dicotomía

No solamente nos llegan las inquietudes de las madres en relación a la enfermedad en sí, sino que también recibimos consultas en las que afloran los sentimientos de culpa. 

Volver al trabajo es siempre un momento complicado para las madres, ya que se suelen tomar muchas decisiones sobre quién va a cuidar al bebé en ausencia de la madre, cómo se va a alimentar el bebé, reajustes importantes en el hogar y en la organización familiar, entre otros. 

Ahora, además, las mujeres que terminan su baja por maternidad y deben reincorporarse al trabajo estando expuestas a la COVID-19, se encuentran en una situación muy compleja, que puede generar muchas dudas. 

Algunas de las consultas que recibimos en LactApp estos días son: ¿Y si me quedo en casa con mi bebé y no me reincorporo al trabajo? Y si vuelvo, ¿con quién dejo a mi bebé? ¿Lo dejo con mis padres a pesar de que son población de riesgo?  ¿Me reincorporo al trabajo, sabiendo que es un momento de alta demanda de personal, que los servicios que están saturados y mis compañeras se están enfermando? ¿Quién me necesita más: mi trabajo o mi bebé?.

¿Cómo se gestionan estos sentimientos? ¿Cuál es el camino a escoger?

Aquí no tenemos la respuesta. Cada una debe buscar cuál es la mejor para ella y su situación. No hay decisión fácil y es probable que tomes el camino que tomes, aparezca la culpa, la culpa que tanto duele y no ayuda. Es un sentimiento complicado, que nos puede hacer sentir mal independientemente de la decisión que tomemos. No se trata tanto de tomar buenas decisiones, porque no existen, sino que tiene más que ver con escucharnos y elegir lo que, en el momento en el que vivimos, consideramos mejor.