Una gran parte de las consultas que recibimos en LactApp tienen que ver con los medicamentos durante la lactancia. Es un tema que despierta mucha inquietud y desafortunadamente, a menudo, las mujeres tienen dificultades para encontrar información veraz y actualizada que pueden acabar teniendo un impacto negativo en su salud y la de sus bebés.

Por eso hemos querido hablar de esta cuestión, para aclarar las dudas más habituales.

Las madres lactantes se ponen enfermas y la lactancia no las libra de padecer enfermedades comunes como el resto de la población.

Existe mucho miedo a la medicación durante la lactancia porque existe una creencia bastante generalizada de que los medicamentos que la madre toma pasan directamente a la leche materna y llegan en su totalidad al bebé. Este hecho tiene dos posibles efectos negativos: que las madres dejen de tomar la medicación que necesitan o que dejen la lactancia, parcial o totalmente, para medicarse.

El desconocimiento de algunos profesionales sobre el tema también les impulsa a recomendar el destete cuando hay que medicar a la madre, y se dan situaciones muy curiosas como esta: a una mamá de un bebé de tres meses se le debe pautar un antiinflamatorio para el dolor y se le recomienda dejar la lactancia, cuando en realidad este mismo medicamento se le había pautado a la madre justo después del parto (con un bebé recién nacido) para aliviarle el dolor producido por una episiotomía o una cesárea.

¿Qué debe tener en cuenta una madre lactante cuando se tiene que medicar?

En primer lugar debe saber que los prospectos de los medicamentos no suelen aportar información fiable sobre su compatibilidad con la lactancia. Aunque resulte sorprendente, las farmacéuticas no se la juegan y no están dispuestas a asumir el riesgo, por pequeño que sea, por una posible demanda. Así, en la mayoría de medicamentos existe un apartado común llamado “Embarazo y Lactancia” (como si ambas situaciones fueran iguales) donde se especifica que el medicamento pasa a la leche. Es evidente que esto no ayuda en nada. Las madres lactantes pueden tomar medicamentos y no es necesario pasar toda la lactancia sin un triste analgésico por el miedo a que implique un riesgo para el bebé.

Pero ¿pasan a la leche?

El paso de los medicamentos a la leche depende de muchos factores y, por tanto, no se comportan de la misma manera, algunos ni tan siquiera llegan a la leche. Hay que evaluar cada medicamento de manera individual. Algunos son totalmente compatibles, otros pueden tener un cierto riesgo para la lactancia según la edad del bebé, y otros serán completamente incompatibles y con su uso será necesario dejar la lactancia. Los medicamentos que requieren un  cese de la lactancia son pocos y muy concretos, y no se suelen administrar para enfermedades comunes.

¿Y de qué depende que lleguen o no a la leche?

Hay muchas variables de las que depende el mayor o menor paso a la leche: peso molecular, unión a las proteínas, índice leche/plasma… etc, por lo que es necesario valorar siempre la compatibilidad de cada medicamento. También la edad del bebé es algo a tener presente, puesto que no es lo mismo un recién nacido que depende exclusivamente de la leche de su madre que un niño de dos o tres años.

¿Dónde puedo encontrar información fiable?

Como ya hemos dicho, los prospectos de los medicamentos no son una buena fuente de información y, de la misma manera, los vademecums que usan los médicos no aportan mejor información en relación a la lactancia.

Pero las madres lactantes deben saber que sí disponen de buenas fuentes de información que les pueden ayudar a comprobar la seguridad de los medicamentos que deban tomar.

Esa información la pueden encontrar principalmente en dos webs:

www.e-lactancia.org

http://toxnet.nlm.nih.gov/newtoxnet/lactmed.htm (en inglés)

Ambas son bases de datos elaboradas por médicos especialistas en lactancia y que disponen de estudios concretos que les permiten saber con absoluta certeza si un medicamento es o no es seguro durante la lactancia.

Recuerda que la clasificación por niveles de riesgo en la base de datos de e-lactancia está pensada para bebés de 0 a 1 mes, a medida que crecen, el riesgo es menor.

*En LactApp dispones también de una base de datos con los tratamientos diagnósticos más habituales basada en las recomendaciones de las dos páginas web citadas.