¿Puedo tomar una copa de vino en Navidad?- Responde Carlos González, pediatra
En esta época nos hacen mucho esta pregunta: ¿Puedo tomarme una copa de vino en la cena o en la comida de Navidad?
Por ello hemos preguntado al pediatra Carlos González sobre este tema que muy amablemente nos ha respondido esto:
A ver, creo que estamos totalmente de acuerdo en que el alcohol es malo, siempre, para todo el mundo, y en que nadie debería consumir jamás alcohol.
Ahora bien, una vez proclamado el anatema genérico contra las bebidas alcohólicas, cabe hacerse tres preguntas:
1.- ¿Hay algún motivo para hacer especial hincapié en la abstinencia para las embarazadas y madres lactantes? ¿Deberían las embarazadas y madres lactantes beber menos alcohol que otras mujeres, porque al daño a la madre
se añade el daño al hijo?
En el caso de las embarazadas, la respuesta es un rotundo SI. El alcohol durante el embarazo es particularmente peligroso para el feto, no hay ningún nivel de ingesta que se considere seguro, y el consejo inequívocó siempre ha
de ser que la embarazada no beba nada de alcohol.
En el caso de las madres lactantes, la respuesta es un “UN POCO”. Según algunos estudios, si la madre consume cada día más de dos unidades de alcohol (“dos copas”), puede haber efectos perjudiciales sobre el desarrollo del bebé. Otros estudios no encuentran ese efecto. Dado lo bajos que son los niveles de alcohol en la leche, parece poco probable que los posibles efectos, caso de haberlos, se deban realmente al alcohol en la leche. Algún autor decía que podía tratarse de una asociación estadística debida al consumo de alcohol durante el embarazo. Como el alcohol es muy peligroso
en el embarazo, y se sabe desde hace tiempo, y a las embarazadas alguien se lo habrá dicho, es probable que, al preguntarles para hacer el estudio, nieguen haber tomado alcohol durante el embarazo. Pero, ¿es creíble que una
mujer que toma cada día más de dos copas, haya conseguido estar nueve meses sin probar ni gota? Puede que el niño ya nazca afectado por el alcohol, pero como la madre niega haber consumido durante el embarazo, el efecto se
atribuya erróneamente a la lactancia.
En conclusión, creo que a las madres lactantes hay que recomendarles, como a todo el mundo, que no beban; y hay que insistir, más que con otras personas, que en todo caso no pasen de dos copas al día.
2.- Si una madre bebe de forma habitual más de esas dos copas al día, ¿habría que recomendarle que no dé pecho a su hijo? Creo que la respuesta es un casi rotundo NO. Los efectos perjudiciales del alcohol durante la lactancia son pequeños y no están inequivocamente demostrados. Los efectos de la lactancia artificial pueden ser graves y están bien demostrados. Por mucho que la madre beba, el biberón es más peligroso. Bueno, tal vez haya algún caso concreto, no sé, madre todo el día borracha, bebé prematuro, en que se pudiera discutir si la leche materna sigue siendo mejor que la leche artificial. Por eso he dicho “casi”. Pero incluso en esos casos, ¿puede una madre completamente alcoholizada cuidar eficazmente a su hijo, comprar suficiente leche artificial, preparar correctamente los biberones? Creo que el mayor peligro de una madre alcohólica no es el alcohol en la leche. Por supuesto, ante una madre que consume dos o más copas al día, debemos insistir para que reduzca y debemos ofrecer ayuda profesional para lograrlo, pero no debemos, salvo tal vez excepciones muy excepcionales, decirle que no dé el pecho.
3.- ¿Deberían las madres esperar, después de la ingestión de alcohol, un cierto número de horas antes de dar el pecho, para eliminar completamente el alcohol de la leche? Otro rotundo NO. Conozco ese nomograma canadiense que tan de moda se ha puesto. Pero lo que no demuestran sus autores, ni ningún otro, es que haya que esperar hasta que el nivel de alcohol en la sangre se haya reducido a cero. Creo que es suficiente, incluso para la madre de un recién nacido que se pasa con el alcohol con cierta frecuencia, esperar simplemente hasta que la madre se sienta despejada y no esté visiblemente ebria (en ese momento, el nivel de alcohol en sangre sería inferior a 0,15 o 0,10 g por dl, 0,01 g por litro). Y en niños de varios meses de edad cuyas madres sólo se han pasado con el alcohol de forma muy esporádica, digamos en nochevieja, creo que ni siquiera habría que esperar tanto. Es decir, no me asusta lo más mínimo que un bebé tome cada varios meses 50 o 100 ml de leche materna con una concentración de alcohol de 0,2 o 0,3 g por dl, lo que ya es
estar (la madre) como una cuba pero para el niño es una cantidad ridícula.
Creo que en un caso así, el peligro de que a la madre se le caiga el niño de los brazos es mayor que el peligro del alcohol en su leche. Creo que ese consejo de esperar hasta que el nivel de alcohol ha bajado a cero no sólo es innecesario, sino muy peligroso. Porque a la que te has pasado un poco, parece que tienes que esperar seis, ocho, doce horas para dar el pecho. O más. Y, durante ese tiempo, ¿que se hace con el niño? ¿Está en ayunas? ¿Le dan un biberón de leche artificial? Ambas opciones me parecen más peligrosas que un poco de alcohol en la leche.
Insisto, a cualquier persona hay que recomendarle que no beba alcohol, y a una madre (y a un padre) hay que recordarle además que tiene que dar ejemplo a su hijo, y que podrían suceder desafortunados accidentes si el alcohol disminuye su capacidad para cuidar al bebé, y que por todo ello, que por favor no se pasen. Pero, si se han pasado… pues a lo hecho, pecho. Y, como en otros muchos aspectos, sería muy desafortunado que nuestra insistencia en que no beba lleve a alguna madre a optar por destetar a su hijo, “y así puedo beber tranquila”. El pecho sigue siendo mejor, incluso con alcohol.
Feliz año
Carlos González, pediatra
En resumen…
El alcohol durante el embarazo está totalmente desaconsejado. Durante la lactancia, el mejor aliado es la prudencia. A más pequeño sea tu bebé, más cuidado debes tener. A medida que crecen —pese a que hay que continuar siendo precavidas, en especial por nuestra salud— si quieres tomar alcohol de manera esporádica, el riesgo para tu bebé es mucho menor. Porque además, no es lo mismo un bebé de dos meses que se alimenta exclusivamente de lactancia materna, que un bebé de dos años que ya toma otros alimentos.
5 comentarios en «¿Puedo tomar una copa de vino en Navidad?- Responde Carlos González, pediatra»
Me parece que decir que dar leche de fórmula a un bebé es “peligroso” y que una lactancia artificial puede tener “efectos graves” para un bebé es una barbaridad. Obviamente la lactancia materna será la mejor opción, pero no hay que demonizar la fórmula porque hay muchas madres que no pueden o no quieren dar el pecho y no por eso ponen en peligro a sus hijos.
Yo entiendo que se refiere a que es más peligroso una borracha dando un biberón que una borracha dando la teta…!