Las grietas en los pezones son uno de los problemas más frecuentes durante la lactancia materna. Además, al estar relacionados con dolor, numerosos estudios indican que este es uno de los principales motivos de las madres para poner fin a la lactancia. Cuando una persona que amamanta presenta lesiones en los pezones, es importante conocer la etiología de éstas, así como el tratamiento más idóneo.

La valoración de la toma, del agarre así como las estructuras orales del lactante son indispensables a la hora de poder conocer la causa de las heridas. Heridas persistentes o que presentan varios días de evolución pueden además estar sobre infectadas o tener etiología infecciosa, por lo que la valoración del tratamiento antibiótico local o, si es necesario, sistémico, puede ser necesaria.

Conviene además tener presente que en el mercado existen numerosos productos que se comercializan con el fin de curar las grietas del pezón. La mayoría de ellos carecen de evidencia de efectividad, tienen un elevado coste e incluso de algunos se ha probado que lejos de aportar una solución eficaz, aumentan el tiempo de sanación de las heridas, con lo que su recomendación debería ser prácticamente nula.

Conocer la etiología de las heridas permite poder abordar de raíz la causa y por lo tanto mejorar el tratamiento y reducir las recidivas.
Es indispensable poder ofrecer a las madres información de calidad y ofrecer medidas de confort hasta que las lesiones desaparezcan. También es indispensable dar un abanico de opciones para que sea la propia madre lactante la que pueda escoger la opción que le sea más cómoda.

A continuación os dejamos una infografía en la que se describen los cuatro estadios en los que se pueden observar las grietas y heridas en los pezones de mujeres que se encuentran amamantando a sus criaturas.