Hace apenas 5 días aparecía en un blog el relato del post parto de una madre en un hospital de una población cerca de Barcelona. Os haremos un pequeño resumen de la situación porque el texto que ha escrito la madre con su experiencia está en catalán

Al día y medio de haber nacido, la niña tiene que ser ingresada para poderle administrar antibiótico. El problema llega cuando al día siguiente la madre recibe el alta y no dispone de habitación para ella.

Puede estar en todo momento en contacto con su bebé pero cuando pide una silla reclinable para poder dormir a su lado se le niega y se la “invita” a irse a casa a descansar durante las tomas nocturnas. La madre se niega a irse a casa y se ve obligada a dormir en el suelo al lado de su bebé.

Nos gusta recalcar que esta madre, a pesar de las malas condiciones, asegura que se sintió apoyada y cuidada por las enfermeras que la atendieron. El problema radica, como siempre, en la falta de consideración del sistema sanitario de cara a los niños y las madres. Cualquier habitación de un hospital incluye un lugar para un acompañante, ¿cómo es posible que esto no sea siempre así en caso de bebés? ¿Por qué ahorramos costes en algo tan fundamental?

En este caso la madre podía estar con su bebé pero en otros muchos casos las madres no tienen la posibilidad de estar de manera permanente al lado de sus bebés, ya sea en caso de hospitalización o en el caso de la realización de pruebas diagnósticas. Algunos profesionales no permiten que los padres estén de manera permanente al lado de sus hijos ㅡcuando, por ejemplo, es necesario sacarles sangreㅡ, escudando su decisión en que de esta manera los niños se portan mejor y están más calmados. A nadie le gusta ir o estar en un hospital y si hasta a los adultos nos dan miedo ciertas cosas ¿Cómo puede llegar a sentirse un niño sin sus padres?

Para evitar estas situaciones se creó la Carta Europea de los derechos de los niños y las niñas hospitalizados. Que les garantiza, entre otras muchas cosas, el derecho a estar acompañados de manera permanente:

A estar acompañado/a de su padre, su madre o de las personas cuidadoras. Estas personas podrán participar de la estancia hospitalaria, sin que les comporte costes adicionales ni obstaculice el tratamiento del niño o de la niña.

Y resulta evidente que es esencial facilitar unas condiciones mínimas a estos padres que van a estar muchas horas al lado de sus pequeños.