El diagnóstico de cáncer de mama durante la lactancia
El cáncer de mama es la principal causa de muerte por cáncer en mujeres a nivel mundial. Se considera que una de cada 10 mujeres sufrirá un cáncer de mama a lo largo de su vida. El rango de edad en el que aparece es amplio, aun así el 25% de estos cánceres se desarrollan antes de los 50 años, por lo que suele aparecer durante la etapa fértil1. Además, la evidencia demuestra que existe un aumento transitorio del riesgo de cáncer de mama en la madre en los primeros tres o cuatro años tras el nacimiento del primer bebé. Posteriormente, el riesgo vuelve a bajar, siendo menor en las mujeres que no han tenido hijos2. Parece que si el embarazo ha sido gemelar, el riesgo se reduce en comparación con los embarazos únicos2.
Muchas mujeres se encuentran que durante el embarazo o la lactancia, los profesionales de la salud les retrasan las pruebas de detección, diagnóstico y tratamiento debido a que algunos signos de cáncer de mama pueden parecerse al desarrollo normal de la glándula mamaria o a problemas relacionados con la lactancia. Además, hay una falsa creencia de que las pruebas pueden no ser adecuadas o suficientemente sensibles para diagnosticar correctamente un tumor. Por ello, las mujeres con cáncer de mama asociado al embarazo tienden a tener tumores más grandes, metástasis ganglionares y enfermedad en estadio avanzado2.
¿Cuándo se debe sospechar de un posible cáncer de mama durante la lactancia?
Durante la lactancia, uno de los signos de cáncer de mama puede ser un nódulo parecido al que aparece en una obstrucción de conducto galactóforo. El conducto obstruido debe responder en un plazo de 72 horas, aproximadamente, a un tratamiento conservador (frío local, masajes, cambios en la posición del bebé, uso de antiinflamatorios). Una masa persistente justifica una investigación más exhaustiva2, 3.
Debe sospecharse de la existencia de un cáncer de mama en las mujeres con mastitis recurrentes en el mismo lugar o con mastitis afebril que no se resuelve con antibióticos. El rechazo de la mama enferma por parte del lactante puede ser una indicación sutil de una lesión maligna subyacente4.
¿Qué pruebas diagnósticas se pueden usar durante la lactancia?
Durante la lactancia se puede usar con total normalidad ecografías, mamografías, aspiración con aguja o biopsia de mama para evaluar las masas mamarias sospechosas, de la misma manera que para las mujeres no embarazadas o no lactantes.
La interrupción de la lactancia durante la investigación no es necesaria, ni se recomienda a menos que se considere la realización de estudios nucleares específicos. Se recomienda consultar en www.e-lactancia.org la compatibilidad de estas pruebas con la lactancia. Si la interrupción estuviera justificada, existe la posibilidad de mantener la producción de leche durante el período recomendado para poder proseguir con la lactancia una vez haya pasado el tiempo necesario.
Si la madre presenta tensión mamaria, se puede recomendar un vaciado del pecho antes de la prueba, de forma que ésta no sea molesta y las imágenes más nítidas.
La mamografía no parece ser ni menos sensible ni menos específica durante la lactancia5 . Un resultado negativo de la mamografía nunca debe aplazar la evaluación de una masa indolora.
La aspiración con aguja y la biopsia mamaria de masas sospechosas pueden realizarse de forma segura durante la lactancia5. La aspiración con aguja fina muestra una buena sensibilidad pero un riesgo ligeramente mayor de interpretación falsa positiva durante la lactancia debido a la abundante celularidad, los nucleolos prominentes y los restos celulares, características que se comparten con el cáncer5,6.
Cualquier procedimiento diagnóstico para descartar el cáncer de mama, incluida la biopsia, puede realizarse sin destetar al bebé.
Es importante recordar que una de las complicaciones que pueden aparecer en una biopsia mamaria es la fistulización láctea. Se recomienda a la madre explicar la posible situación, cómo será su evolución y las medidas a seguir (seguir con lactancia materna, posibilidad de secreción láctea por punto de incisión durante un tiempo que puede ser prolongado sin que ello tenga por qué repercutir a la lactancia materna).
La lactancia materna no aumenta el riesgo de que el cáncer de mama reaparezca o de que se desarrolle un segundo cáncer de mama, ni de que conlleve ningún riesgo para la salud del bebé2.
Las mujeres previamente tratadas de cáncer de mama, que no muestran ninguna evidencia de tumor residual, pueden amamantar a sus hijos si es que lo desean de ambos pechos o si lo prefieren solo del que no estuvo afectado.
REFERENCIAS:
1 Sociedad Española de Senología y Patología Mamaria. La incidencia del cáncer de mama en España es de las más bajas de Europa. SESPM. 27/02/2021. Disponible en: https://www.sespm.es/la-incidencia-del-cancer-de-mama-en-espana-es-de-las-mas-bajas-de-europa/. 07/08/2021.
2 Helewa M, Lévesque P, Provencher D, et al. Breast cancer, pregnancy, and breastfeeding. J Obstet Gynaecol Can. 2002;24(2):164-184.
3 Walker, Marsha. Breastfeeding Management for the Clinician. Using Evidence. 4rth Edition. Burlington, MA: Jones & Bartlett Learning; 2017.
4 Petok ES. Breast cancer and breastfeeding: five cases. J Hum Lact. 1995;11(3):205-209. doi:10.1177/089033449501100322
5 Swinford AE, Adler DD, Garver KA. Mammographic appearance of the breasts during pregnancy and lactation: false assumptions. Acad Radiol. 1998;5(7):467-472. doi:10.1016/s1076-6332(98)80186-4
6 Yu JH, Kim MJ, Cho H, Liu HJ, Han SJ, Ahn TG. Breast diseases during pregnancy and lactation. Obstet Gynecol Sci. 2013;56(3):143-159. doi:10.5468/ogs.2013.56.3.143