Hace unos días estaba escribiendo un texto de lactancia cuando me encontré con esta foto. En una fuente en Nuremberg (Alemania) que representa las seis Virtudes: la Fe, la Esperanza, la Caridad, el Valor, la Templanza y la Paciencia, coronadas por la figura de la Justicia. Y sí, a las 6 les sale leche de las tetas y a chorro.

La mayoría de mujeres tiene miedo a tener poca leche, así que esta cantidad de leche es el sueño de casi todas: ¡ríos de leche! Para las madres quizá es algo deseado pero realmente puede ser incómodo tanto para el bebé como para la madre.

Cuando la leche sale a chorro el bebé suele tener muchas dificultades para poder coordinar la succión, la respiración y la deglución. Se sienten muy incómodos y se suelen atragantar con tal exceso de leche. Esto hace que mamen incómodos o que directamente se aparten del pecho y se pongan a llorar desesperados por tanta abundancia. No es nada cómodo que te caiga la leche a chorro sin cesar y tengas que tragar y tragar para no ahogarte.

La hiperproducción de leche suele ser una situación circunstancial y habitual en los primeros meses de vida, en madres con hiperproducción o en caso de tándem. Suele mejorar y tiende a ir desapareciendo. Lo más importante es tomar medidas si el bebé está muy incómodo porque, si no hacemos nada, puede llegar a rechazar el pecho definitivamente a causa de la incomodidad que le causa esta situación.

Por suerte, podemos hacer algo para evitar que tanta producción de leche sea un inconveniente. Os dejamos diversos trucos para que, si os pasa, podáis encontrar el que os funcione mejor:

1. Deja que salga: cuando el bebé empieza a succionar el pecho manda una señal al cerebro de la madre, y se desencadena la eyección de la leche. En ese momento es cuando la leche empieza a salir a chorro, si apartas al bebé en ese momento solo hay que esperar a que deje de salir la leche.
2. Usar el sacaleches o estimular manualmente: antes de poner al bebé puedes intentar estimular para que se produzca la eyección de leche y, como en el punto anterior, dejar que la leche salga. Aunque puede parecer contraproducente sacarse leche porque puede parecer que vayas a producir más, la estimulación limitada al inicio de la toma no aumenta la producción de leche.
3. Coloca las manos: coloca una mano plana en la parte superior del pecho, presionando hacia las costillas, este gesto parece detener la salida de leche y facilita que el bebé pueda tragar.
4. Postura: la fuerza de la gravedad puede ser una buena aliada. Si te recuestas hacia atrás y colocas al bebé encima, la leche no saldrá con tanta potencia y al bebé le va a ser más fácil poder tragar la leche.

Si con todas estas medidas, la situación no mejora y crees que puede estar comprometiendo tu lactancia, acude a tu matrona para que pueda valorar la situación y recomendarte anticonceptivos o infusiones de salvia, que pueden reducir levemente la producción de leche.