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“No fue difícil sacarle una parte positiva” – Relato diabetes gestacional

“No fue difícil sacarle una parte positiva” – Relato diabetes gestacional

Después de un embarazo previo con muchísimas complicaciones en el primer trimestre. En este embarazo, cuando pasé de la semana 13, la verdad es que me relajé mucho, creía que ya todo iba a ir sobre ruedas hasta el parto. De hecho empecé a informarme sobre el plan de parto, lugares donde parir… 

Y, de repente, llega la analítica del segundo trimestre: ¡PUM! Diabetes gestacional. 

Recuerdo que fui a contárselo a mi pareja llorando, mi frase era “no me van a dejar parir como yo quiero”. Había leído mucho sobre eso y la sombra de la inducción planeaba sobre mi cabeza, de hecho, me puse en lo peor… En mi cabeza ya pensaba en cesárea, separación, etc. 

Una vez más agradezco el maravilloso entorno que tengo. Mi querida matrona de confianza me ayudó a calmarme mucho, solo conseguí dejar de llorar cuando me dijo que sí que se podía tener un parto natural con DG.

Pero entras en la rueda. 

Te catalogan como embarazo de alto riesgo, más controles, más ecografías, estimación del peso del bebé. Yo fui muy estricta con mi dieta y con el ejercicio. De hecho, al principio me costó, pero luego me sentía muy bien, eliminé los azúcares de mi dieta, me apunté a yoga para embarazadas… Estaba estupenda.

Aun así, no conseguía controlar las glucemias de la mañana, así que me tuve que pinchar insulina, yo iba a parir con un equipo médico privado, y ahí ya me dijeron que la cosa se ponía más fea, que estaría con gotero todo el rato, que no podría utilizar bañera… Cambié de hospital. 

En el segundo hospital me dijeron que sí podía tener parto natural, pero que a mi bebé le darían suero glucosado si hacía bajones de azúcar al nacer… Otra cosa que no entendí, así que me puse a hacer extracción prenatal de calostro, para tener a mano si hacía falta y evitar el suero. 

Llegó la semana 40 y nada de ponerme de parto yo sola, mi cachorro no estaba listo para nacer, pero me dijeron que tenían que inducir el parto, no había más opciones. Por suerte para nosotros, ya llevaba unos días con contracciones, parece que la cosa ya se estaba preparando, y hubo que hacer poca cosa para provocar el parto, que duró 8h, me llevé una episiotomía de regalo, y al final utilizamos una jeringuilla de calostro congelado que tenía porque a mi bebé le costó un poco agarrarse al pecho. 

Realmente, mi vivencia de este embarazo no fue mala, ya que físicamente me encontraba mejor que nunca. Me engordé 9 kg ㅡque perdí muy rápido en el pospartoㅡ, estaba fuerte, hacía ejercicio a diario, comía muy bien, mejoró mi estreñimiento causado por el embarazo… no fue difícil sacarle una parte positiva a todo lo que estaba pasando. 

Pero desde luego, como siempre, mi mayor aliada fue la información que encontré, sin ella muy probablemente estaría contando una historia completamente distinta.

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