Hoy, Día Mundial de la Salud Mental, queríamos aprovechar para poner el foco en la salud mental de las madres, y este año, en particular, en la salud mental de las mujeres embarazadas. Generalmente, cuando una mujer está embarazada, todas las preguntas y recursos sobre su bienestar se relacionan con la parte física, sin embargo, la parte emocional, no solo pierde protagonismo, en muchas ocasiones, también queda invalidada. 

¿Y si no es deseado?

Para empezar, tendemos a pensar y dar por hecho que una prueba de embarazo positiva es siempre una buena noticia y un disparador de felicidad extrema. Y es posible que sea así en un porcentaje grande de los casos. Pero, ¿qué pasa con el proceso emocional al que se tienen que enfrentar aquellas mujeres que se encuentran con un embarazo no buscado o con un embarazo en el que las circunstancias personales, laborales o socioeconómicas no acompañan? Sin lugar a dudas, no podemos obviar que la salud mental de las mujeres que se ven en situaciones como estas puede quedar afectada y requiera de espacios respetuosos que acompañen este momento con delicadeza.

Cuando es deseado también…

En los casos de embarazo deseado también podemos ver que la salud mental es relevante. Estamos acostumbradas a conocer la evolución física, pero sería importante que conociéramos de la misma forma la evolución psicológica natural de los embarazos. Por ejemplo, sabemos que durante el primer trimestre es habitual conectar con la ambivalencia de la alegría y de la incertidumbre; que a veces el sexo del bebé no es el que deseábamos y que vivimos un verdadero duelo con ello; o que hacia el final del embarazo se puede vivir un estado aumentado de ansiedad de cara al parto. Sin duda, el propio proceso natural tiene un impacto en la salud mental de la mujer embarazada. 

¿Y si no todo va bien?

Pero si además pensamos en aquellos casos de embarazos de riesgo por los motivos que sean, los embarazos en los que las cosas de repente se complican o lo difíciles que pueden vivirse emocionalmente los embarazos tras una pérdida gestacional, podemos entender que las vivencias pueden ser tremendamente complejas. Y a veces las complicaciones no tienen que ver con el embarazo, pero éstos duran el suficiente tiempo como para que también pasen cosas en la vida cotidiana en otras esferas, como la familiar, laboral, social, económica, etc, que, de nuevo, tengan un impacto directo o indirecto en la salud mental de las mujeres. 

Aprovechar el momento del embarazo

Lo que también sabemos es que el embarazo puede ser un momento particularmente interesante para el trabajo terapéutico. Por lo que deseamos fuerte que si te animas, encuentres un espacio en el que te sientas acompañada tal y como necesites. Que tú, tu bebé y tu salud mental seáis lo más importante. 

Noelia Extremera Martínez

Psicóloga Perinatal en LactApp