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Gestación y lactancia materna ¿es una combinación segura?

Gestación y lactancia materna ¿es una combinación segura?

Cuando se habla de gestación y lactancia materna, nos encontramos con mensajes contradictorios que en muy pocas ocasiones tienen una fundamentación científica detrás. Esto conlleva a la madre o persona lactante tener dudas a la hora de planificar un embarazo durante la gestación, o miedos si es que ya está embarazada.

Falta de investigación en gestación y lactancia

Lo primero que debemos destacar es que cuando se realiza una búsqueda de publicaciones científicas sobre el tema, éstas brillan por su ausencia. Además, la mayoría de publicaciones de menos de 10 años son revisiones bibliográficas; por lo que no ha habido durante este tiempo una investigación básica con resultados robustos para poder esclarecer de forma contundente el dilema sobre los riesgos de la lactancia durante el embarazo.

Pero, ¿es seguro amamantar durante la gestación?

En las escasas publicaciones científicas, por lo general, parece que sí. Podrían producirse un aumento de abortos de primer trimestre, en realidad de dificultad de implantación, cuando la lactancia es exclusiva y antes de los 5 meses de edad del bebé amamantado. 

Esta dificultad de implantación podría ser debida a una fase lútea que aún no está bien establecida, tanto por insuficiencia lútea como de progesterona, que suelen ser hormonas que se activan un poco más tarde que los estrógenos cuando el ciclo menstrual se establece en el periodo de lactancia. 

Algunas revisiones, apuntan que durante los 5 primeros meses tras el parto, mientras se está aún con lactancia materna exclusiva, la posibilidad de aborto de primer trimestre podría llegar a ser de un 35%, mientras que después de este periodo, sería alrededor de un 15%, igual que en situación de no lactancia, por lo que la lactancia no aumentaría el riesgo de aborto espontáneo.

Se ha puesto en duda también la seguridad de la lactancia durante el embarazo por la presencia de oxitocina que podría relacionarse con contracciones uterinas. Como es sabido, los receptores oxitócicos uterinos se desarrollan a lo largo de la gestación. Durante los primeros meses, no suelen estar activados. Además, otras situaciones fisiológicas como puede ser los orgasmos también pueden activar la oxitocina y no se han relacionado con un aumento de riesgo de aborto. 

A medida que el útero se desarrolla, estos receptores pueden empezar a estar activados y, en ocasiones, la gestante sentir que durante la toma aparecen contracciones suaves que desaparecen de forma espontánea después. 

En ningún caso la lactancia se ha relacionado con aumento de muerte intrauterina, bajo peso al nacer o prematuridad.

Por otro lado, tampoco se ha relacionado con aumento de enfermedades gestacionales como hiperemesis gravídica, preeclampsia o eclampsia o colestasis gravídica. 

Los equipos investigadores, en sus conclusiones repiten una y otra vez el gasto energético que comporta amamantar y gestar a la vez y señalan la necesidad de más investigación para saber si, a nivel nutricional, se deberían hacer modificaciones si convergen lactancia y gestación. Aún así, los signos que podrían ser consecuencia de esta restricción nutricional no aparecen en el estudio, como puede ser aumento de fetos pequeños para la edad gestacional (PEG), fetos con crecimiento intrauterino restrictivo (CIR), prematuridad, aumento de peso insuficiente de la gestante o incremento de ferropenia u otros elementos.

Seguramente, estos datos indican que la lactancia durante el embarazo es segura tanto para el feto como para la gestante. 

Aún así, la investigación en lactancia materna siempre es bienvenida. 

¿Y cuando es necesario un tratamiento de reproducción asistida?

Si en situaciones fisiológicas la investigación brilla por su ausencia, cuando además añadidos dificultades en el inicio de la gestación, la ausencia aún es más notoria. Además, es importante contextualizar la situación de la madre o familia, muchas veces con un impacto en la salud mental importante.

La Dra Gaggiotti y la Dra Alvaro, médicas adjuntas especialistas en Reproducción Asistida de la Fundació Puigvert-Hospital de Sant Pau de Barcelona, lo explican en el artículo “lactancia materna y técnicas de reproducción asistida.

La lactancia durante la gestación

Durante el embarazo, la lactancia puede cambiar. Muchas mujeres van a notar como primer síntoma de embarazo el dolor o malestar en los pezones durante la succión. Es un síntoma que suele aparecer de forma muy precoz. Si el bebé amamantado es suficientemente mayor, puede también expresar que la leche tiene otro sabor.

Aunque en algunas ocasiones habrá una disminución de la producción láctea desde las primeras semanas de embarazo, no suele ser hasta la semana 16-18 que no hay una bajada brusca de producción. Esto es debido a que a partir de esa semana, la placenta empieza a producir en grandes cantidades estrógenos. El lactógeno placentario, hormona que también es segregada por la placenta, presenta sus picos máximos entre la semana 24 y 28 de embarazo y también tiene como consecuencia la disminución de la producción láctea. 

La gestante va a producir precalostro y, posteriormente, calostro, seguramente en más cantidad que si durante el embarazo no hubiera habido lactancia. 

Como se ha indicado anteriormente, cuando el embarazo está avanzado, es probable que se noten contracciones suaves autolimitadas durante las succiones que no se han podido relacionar con una aumento de riesgo de prematuridad. Igualmente aquí es fundamental la valoración individual de cada caso.

Algunos lactantes que son amamantados durante la gestación se van a destetar de forma espontánea. La incidencia de destete es incierta por falta de estudios. Seguramente es más alta si el lactante es más pequeño, ya que precisa más cantidad de leche. 

Cuando coinciden lactancia y embarazo, se debe valorar si la producción láctea materna es suficiente para la edad del lactante amamantado. Si el lactante es menor de un año de edad, es posible que necesite suplementación de leche artificial, sobre todo si la gestación cumple las 16 semanas durante este primer año. Si el lactante ha superado el año o ingiere una dieta complementaria suficiente, es posible que no necesite ningún tipo de suplemento. 

Una vez se haya terminado la gestación, la producción láctea volverá a subir de forma que habrá suficiente producción para ambos bebés. Esta situación se denomina lactancia en tándem. Es importante que la madre tenga la información para poderlo gestionar, así como la posibilidad de la aparición de la aparición de la agitación por amamantamiento, emoción que puede aparecer durante el embarazo o durante el tándem.

Referencias

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