Este 13 de enero se celebra el día mundial contra la depresión, patología que afecta a millones de personas en el mundo. La depresión posparto es una de sus manifestaciones.

¿Qué es la depresión posparto?

La depresión posparto es aquella que puede manifestarse después del parto y hasta un año después, aunque según algunos autores, puede ocurrir incluso más tiempo después.

Algunas estimaciones indican que la prevalencia de la depresión posparto se sitúa entre el 10% y el 15% de media de las madres, aunque varía según la población, ya que algunos estudios concluyen que la incidencia de la depresión posparto en mujeres primíparas se situaría sobre el 25%, y en mujeres latinas residentes en México o Estados Unidos puede llegar al 56% de la población. La prevalencia es tres veces más alta en países desarrollados.

Cabe destacar que las enfermedades mentales pueden ser estigmatizadas aún en muchos lugares del mundo, haciendo que sea difícil que las mujeres busquen ayuda. Además, la romantización de la maternidad hace que los sentimientos de culpabilidad aparezcan más fácilmente cuando no se experimenta felicidad o bienestar con el nacimiento de un bebé, con lo que la prevalencia de depresión posparto puede estar subestimada. Lo que lleva al infradiagnóstico y a la imposibilidad de implantar recursos, afectando a esa madre y al establecimiento del vínculo con su bebé entre otros problemas

Factores de riesgo de la depresión posparto

Aunque la depresión posparto puede afectar a todas las mujeres que han parido, hay algunos factores que aumentan el riesgo de que se presente:

• Depresión durante el embarazo
• Ansiedad durante el embarazo
• Experimentar acontecimientos vitales estresantes durante el embarazo o el puerperio temprano
• Experiencia de parto traumática
• Parto pretérmino y/o ingreso del recién nacido en la Unidad de Cuidados Intensivos Neonatales
• Falta de sueño
• Apoyo social escaso
• Antecedentes de depresión
• Dificultades con la lactancia

Signos y síntomas más habituales de la depresión posparto

Los síntomas más habituales de la depresión posparto suelen ser: 

• Estado de ánimo triste, ansioso o “vacío” persistente
• Irritabilidad
• Sentimientos de culpa, nulidad, falta de esperanza o impotencia
• Pérdida de interés o de placer en pasatiempos y actividades
• Fatiga o disminución anormal de energía
• Sentirse inquieta o tener problemas para quedarse quieta
• Dificultad para concentrarse, recordar o tomar decisiones
• Dificultad para dormir (incluso cuando el bebé está durmiendo), despertarse temprano en la mañana o dormir demasiado (tanto como riesgo como síntoma)
• Apetito anormal, cambios de peso o ambos
• Molestias o dolores corporales, dolores de cabeza, calambres o problemas digestivos sin una causa física clara o que no se alivian aun con el tratamiento
• Dudas constantes sobre su capacidad de cuidar al recién nacido
• Pensamientos sobre la muerte, el suicidio, o hacerse daño a sí misma o al recién nacido

La depresión posparto fácilmente pasa desapercibida porque los cambios en el sueño, el apetito y en la líbido pueden ser atribuidos al proceso fisiológico del posparto. Además de la dificultad para que los profesionales sanitarios puedan reconocer la depresión posparto, la evidencia apunta que hasta el 20% de las mujeres que presentan cambios en su estado de ánimo que podrían relacionarse con una depresión no lo identifican. 

Por este motivo, según la Asociación Americana de Obstetricia y Ginecología, es importante que los profesionales pregunten a sus usuarias sobre su estado de ánimo. Las consultas a lo largo del período posparto, tanto de la madre como del lactante, deberían tener espacio para su exploración.

Idealmente, todos los profesionales que están en contacto con la mujer en este periodo vital deberían conocer cómo cribar la depresión posparto para poder realizar una derivación adecuada. Es importante aquí un adecuado cribado para poder implantar recursos.

Cribado de la depresión posparto

Una herramienta de cribado es la Escala de Edimburgo. Consiste en 10 preguntas con cuatro opciones de respuesta que la madre contesta sobre cómo se sintió durante los siete días anteriores. Se suele contestar en menos de cinco minutos. Es una escala validada para realizar el cribado de depresión posparto después de las seis semanas del nacimiento. Una puntuación superior a 11 y/o la respuesta a la pregunta 10 positiva, indica que es necesario recomendar una valoración por parte de un profesional de la psicología perinatal. 

Es evidente que la exploración clínica también es necesaria para valorar la necesidad de derivación a un profesional de la psicología perinatal, así como la petición por parte de la usuaria. 
En este punto es necesario recordar que el tratamiento de la depresión posparto es compatible con la lactancia materna, incluso en situaciones en las que se hace necesario el uso de medicación. En www.e-lactancia.org hay información sobre compatibilidades de medicamentos y lactancia.

Referencias:

Depresión perinatal. (s/f). National Institute of Mental Health (NIMH). Recuperado el 10 de enero de 2023, de https://www.nimh.nih.gov/health/publications/espanol/depresion-perinatal

Management of women with mental health issues during pregnancy and the postnatal period (good practice no.14). (s/f). RCOG. Recuperado el 10 de enero de 2023, de https://www.rcog.org.uk/guidance/browse-all-guidance/good-practice-papers/management-of-women-with-mental-health-issues-during-pregnancy-and-the-postnatal-period-good-practice-no14/