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¿Podré amamantar con los pezones que tengo?

¿Podré amamantar con los pezones que tengo?

Todas las futuras madres se preguntan alguna vez, durante el embarazo, si sus pezones van a servir para amamantar a sus bebés. Pezones hay de todas las formas y los tamaños y, a priori, todos sirven para amamantar. Los bebés no sacan la leche comprimiendo del pezón, deben agarrarse y succionar el pezón a la vez que una buena porción de areola, ya que sólo así van a conseguir extraer la leche.

¿Para qué sirve el pezón?

Si decimos que todos los pezones sirven y decimos que la leche no se saca del pezón ¿Para qué sirve? Los bebés nacen con el sentido de la vista limitado, al nacer pueden ver sin demasiada definición a un palmo aproximado de su cara. La naturaleza conocedora de esa limitación  lo que hace durante el embarazo es “colorear” el pezón, se oscurece para que el recién nacido lo puede ver con mayor facilidad. Además, el pezón es más prominente que el resto del pecho y eso es para que el bebé lo use como señal táctil. Para que nos entendamos, te planteamos un experimento.

Pídele a alguien que en una pared en blanco de dos metros por dos metros te dibuje una cruz. Tu no puedes ver dónde la ha dibujado. A continuación te tapas los ojos y la tienes que 

encontrar.

¿Què? ¡Imposible! ¿No es cierto?

Pues el pezón es la referencia táctil que usan los bebés para saber dónde está la comida. Hay muchos tipos de pezón: muy prominente, normal, plano, invertido/umbilicado… También su diámetro puede variar mucho, pero normalmente todos permiten que el bebé consiga entender de dónde sale la leche y agarrarse.

¿Qué pasa con los pezones planos?

¡Buena pregunta! Si la madre tiene el pezón plano podemos creer que al bebé le va a resultar muy difícil poder mamar… Pero la realidad es que podemos ayudar al bebé a encontrar el pecho y agarrarse. De hecho, muchas veces lo hacen solos y sin ayuda, pero si se muestran un poco perdidos les podemos echar una mano.

Lo más importante si tienes el pezón plano es que, nada más nacer tu bebé, debe estar encima de tu esternón. Los bebés nacen preparados para rastrear y encontrar el pecho, si al llegar se muestra un poco desorientado, le puedes facilitar la búsqueda comprimiendo el pecho como si fuera un sandwich, de esta manera, le será más simple agarrarse. Si aún así no lo consigue y al cabo de 3-4 horas después del parto sigue sin agarrarse puedes intentarlo usando pezoneras, que suelen ayudar bastante en estos casos.

El contacto precoz piel con piel inmediatamente después del nacimiento facilita el primer agarre y una instauración de la lactancia.

Mis pezones son invertidos ¿Sirven igual?

Hay diversos tipos de pezones invertidos. La mayoría de mujeres que tienen el pezón invertido pueden amamantar sin problemas si el bebé empieza a succionar ya en la sala de partos y se les permite un contacto piel con piel que ofrezca la oportunidad al bebé de aprender a mamar. Con los días y a medida que el bebé vaya haciendo más tomas, conseguirá que el pezón protuya en mayor o menor medida.

El problema con este tipo de pezones se produce cuando el bebé no realiza una primera impronta
adecuada, es separado de su madre o tarda horas en realizar la primera toma. Estos bebés se pueden mostrar incapaces de localizar el pezón o incluso no saber agarrarse y succionar. En este caso el uso de unas pezoneras finas de látex puede ayudar a iniciar la lactancia.

Las dificultades con los pezones invertidos se producen en el caso de pezones invertidos “auténticos”. Este tipo de pezones pueden presentar una malformación interna: el músculo que se encarga de hacer protuir el pezón tira del mismo hacia adentro, lo que produce grietas y mucho dolor. También en algunas ocasiones, este tipo de pezones no tiene formados los poros del pezón,  impidiendo que la leche salga y causando una dolorosísima retención de leche. Este tipo de pezones imposibilita (en el caso de producirse de manera bilateral) la lactancia.

Mis pezones son enormes

Algunas madres tienen un pezón muy ancho o muy largo que puede dificultar la succión. En el primer caso, el pezón tiene un diámetro tan grande que el bebé no consigue succionarlo completamente. En el caso de los pezones muy largos, estos pueden activar el reflejo de náusea, situada en la parte posterior de la lengua del bebé e imposibilitar un agarre efectivo, ya que el bebé siente arcadas incluso antes de empezar a succionar.

En ambos casos se impone la lactancia diferida (ofrecerle leche con el sistema de suplementación elegido) hasta que la boca del bebé crece un poco y permite la correcta succión.

Mis pezones son planos, ¿los tengo que preparar durante el embarazo?

Sean como sean tus pezones no se recomienda ningún tipo de preparación especial duante el embarazo. Ni la práctica de ejercicios, ni el uso de aparatos… Los pezones no requieren preparación alguna, sean como sean. Si quieres preparar tus pezones acude a un grupo de apoyo durante el embarazo  y aprovecha la gestación para aprender todo lo posible con la lactancia.

 

Un comentario en «¿Podré amamantar con los pezones que tengo?»

  1. Fantástico. Como has dicho la areola se oscurece y el pezón sirve para marcar el centro de la diana, si a eso añadimos el sentido del olfato, el tacto y el gusto. Prácticamente todos los niños serán capaces de mamar en cualquier tipo de pezón, incluso en los invertidos, aunque pueda costar algo más durante los primeros días.

    Ayuda mucho sacarse una gotita de leche y acercarle la boca, para que huela, saboree y se oriente.

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