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"No es normal sentirse triste después de parir" – Entrevista Cristina Silvente

"No es normal sentirse triste después de parir" – Entrevista Cristina Silvente

Nos encantan los profesionales que hablan claro, sin miedo y desmienten mitos con evidencia, es el caso de la psicóloga perinatal Cristina Silvente, que ha tenido la amabilidad de respondernos a unas cuantas preguntas sobre depresión posparto, lactancia y tratamientos psicológicos, vínculo madre-bebé, agitación por amamantamiento y cómo afrontar una situación difícil como la de no poder amamantar a nuestro bebé de forma exclusiva cuando lo habíamos previsto así.

Cristina Silvente es una psicóloga muy implicada con la salud materno-infantil y ha estado siempre muy activa a nivel de voluntariado, fue socia fundadora de DONA LLUM, asociación catalana por un parto respetado, y también de la Asociación Española de Psicología Perinatal. Es coautora del libro “Las voces olvidadas” y escribe, entre otras, para la revista española Tu Bebé.

Actualmente, tiene consulta en Barcelona y, si queréis seguirla (muy recomendable), podéis hacerlo a través de su cuenta de Twitter, su web y blog.

Además de todo esto, a nivel personal hay que decir que es imposible estar con Cristina una tarde sin oírla reírse a carcajadas. Es una persona muy positiva, activa, siempre en continuo aprendizaje vital y creciendo con cada nueva situación. Ella es una de esas persona que no tiene miedo a disfrutar de la vida y que, desde que la conocemos, está en proceso de investigación de alguna cosa interesantísima… es, en definitiva, un motor fantástico de cambio hacia adelante y que, por el camino, nos va mostrando cosas nuevas y definitivamente mejores.

Gracias Cristina por tu tiempo y energía 🙂

Se suele hablar de depresión posparto, de baby blues… ¿Es lo mismo?

No y sí. Anteriormente se hacía una distinción entre baby blues y depresión posparto. Una depresión posparto era considerada un cuadro clínico que debía tratarse (una depresión mayor que se da en el periodo tras el parto), y el baby blues eran síntomas más leves y pasajeros. Pero con los años hemos observado que el baby blues a veces es el principio o es la punta del iceberg de una depresión. Una de las razones que se daba para la existencia del baby blues era que se debía al cambio hormonal por el hecho de dar a luz. No hay evidencia científica que demuestre este hecho. Es más, no hay diferencias entre una mujer que ha dado a luz y una que ha sido intervenida quirúrgicamente. Lo explicaré un poco más: en algunos estudios se había mostrado que existía un pico de progesterona antes del parto y una disminución de progesterona tras el parto hasta el quinto día postparto. Se había relacionado esto con el “blues” postparto. Pues bien, se hizo un estudio comparando mujeres tras el parto, mujeres tras una intervención quirúrgica mayor y mujeres tras una intervención quirúrgica menor. Se observó similar malestar emocional de mujeres tras el parto que tras cirugía mayor. De hecho, hubo mucha más alteración tras cirugía mayor que tras el parto. Esta “disforia” muchas pacientes operadas que no habían sido madres la relacionaban justo en el 4 día postoperatorio, había sido repentino e inesperado.

¿Es normal que una madre se sienta triste después del nacimiento de su bebé? ¿Cuándo debería consultar a un profesional?

NO es normal. La naturaleza no puede haber previsto una mujer triste para cuidar de su criatura. Si una mujer está triste, se tiene que valorar qué está pasando. Subestimamos mucho todas las circunstancias que vivimos las personas, y muchas mujeres llegan a ser madres tras muchos sucesos que tienen su impacto emocional: un cambio de trabajo, un suceso trágico, desavenencias en la pareja, dificultad para quedarse embarazada, problemas en el embarazo o pérdidas gestacionales anteriores, un parto duro y una lactancia no fluida, más todos los comentarios, críticas a las que socialmente tiene que hacer frente.

Si la mujer no está bien de estado de ánimo, siempre se tiene el derecho a estar mejor. Basándonos en ese derecho, más que en un deber, es como podemos plantear la posibilidad de consultar a un profesional.

En caso de que una mujer necesite ayuda ¿A qué profesional debería consultar?

Esta entrevista la está contestando una psicóloga, así que no podría decir más que un profesional de la salud mental, claro, psicólogas o psiquiatras. No es sólo corporativismo. Hay que valorar que no haya más detrás, una trastorno de personalidad, por ejemplo, y, evaluar también comportamientos de riesgo para la salud del bebé o de la misma madre. El profesional debería tener nociones de este periodo, pero a parte, bajo mi punto de vista, buena formación en trauma. Muchas veces me he encontrado casos que parecían algo leve y había una buena historia traumática detrás.

También sería positivo descartar hipotiroidismo y déficit de Vitamina D, que recientemente hemos visto que está relacionado con estados deprimidos, de cansancio y de estrés.

Si una madre sufre depresión ¿Es mejor que deje la lactancia materna?

No, la depresión no debería ser la razón para dejar la lactancia. Al contrario, está demostrado que si la lactancia está siendo satisfactoria mejora la depresión postparto y protege, por ejemplo, al bebé, de las consecuencias negativas de la depresión de la madre. Normalmente se prima el tratamiento farmacológico, pero existen fármacos compatibles con la lactancia. Aunque el tratamiento farmacológico no debería ser único, sino acompañado de psicoterapia, y más intervenciones que se han visto beneficiosas: el estar o formar parte de en un grupo de madres, el ejercicio físico, la luz del sol, o suplementos como el Omega 3.

¿Qué tipo de apoyo y de quién necesita recibirlo una madre lactante?

De toda la sociedad. De la familia, la pareja si la hay, de las amistades, de los profesionales sanitarios, y de buenas políticas sociales.

En caso de tener dificultades con la lactancia, ¿qué comentarios es importante NO hacer a una madre lactante?

Todo lo que la haga sentir más culpable todavía, o que no lo está haciendo bien. Parece mentira, pero es raro escuchar decirle a una madre: ¡qué bien lo haces! Se nota que quieres lo mejor para tu bebé, me gusta esta decisión tuya. O ¿qué tal estás? ¿Te puedo ayudar en algo? ¡Algunas veces parece que las madres queramos matar a nuestros bebés!

¿Cómo puede “prepararse” mentalmente una madre para la maternidad?

Creo que la preparación debería hacerse desde la infancia. Tener buenos modelos, dar una información exacta, dar seguridad. A veces los modelos son los que tenemos, pero hay muchas mujeres que les va bien tener información durante la búsqueda o el embarazo mismo. No intentar hacer desaparecer los miedos, sino escucharlos para que te guíen.

¿Crees que la lactancia prolongada es fruto de la necesidad de la madre de cubrir sus necesidades o de un deseo irracional de mantener la lactancia para que su bebé no crezca?

No, para nada. De hecho la palabra “prolongada” no sería la adecuada. La lactancia dura lo que dura. El ser humano ha llegado hasta aquí con lactancias de entre 2 y 7 años de duración. Es cierto que no había otra cosa, pero no me encaja pensar en las madres de pueblos aborígenes, o de nuestra prehistoria, como unas madres que no desearan ver crecer a sus hijos (más bien todo lo contrario) o necesitaran cubrir sus necesidades. Yo no he encontrado ni un sólo estudio que demuestre que la lactancia a partir de X tiempo produzca trastornos. Y de los niños y adultos que conozco que han lactado tiempo no podría establecer ningún trastorno a causa de ello.

Se dice que la lactancia crea bebés dependientes y que mantener la lactancia a determinada edad puede producir trastornos psicológicos a los niños ¿Qué opinas de esto? ¿Tiene algún fundamento científico?

Como ya he comentado, ninguno. Por lo menos, hasta el día de hoy, no he encontrado nunca ninguna evidencia científica de ello.

Lo que produce trastorno mental son ciertos tipos de apego, y ciertas vivencias o la manera de atender ciertas vivencias emocionales.

¿Qué nos puedes contar sobre el proceso llamado “agitación por amamantamiento”?

No tenemos una información sólida al respecto, sí la experiencia de muchas madres con historias y circunstancias muy diversas. Sí que se observa que esa agitación se da muchas veces durante el embarazo de un siguiente hijo, o en la lactancia en tándem, quizá haya alguna explicación fisiológica en ello que hasta ahora no conocemos. Otras puede estar relacionada con vivencias que haya tenido la madre a lo largo de su vida, en relación a su cuerpo (dolor, intervenciones médicas, abuso) o sin tener relación con su cuerpo directamente, en relación a la disponibilidad hacia el otro, cuidar a otros, etc.

Aunque sea un porcentaje bajo, hay madres que no producen suficiente leche para amamantar en exclusiva a su bebé, ¿cómo se puede afrontar una situación así?

Pues igual que cualquier otro órgano del cuerpo cuando no funciona bien: es un proceso donde hay dolor, una pérdida, y, como tal, surgen muchas emociones hasta llegar a la aceptación del hecho. habrá mujeres que ese proceso lo lleven de una manera ágil, para otras será lento y serpenteante, y otras ahogarán esa pérdida para poder seguir adelante.

2 comentarios en «"No es normal sentirse triste después de parir" – Entrevista Cristina Silvente»

  1. Yo tengo cuatro meses con mi depresión, no he podido salir adelante totalmente. He pensado en ir a terapias pero tengo miedo a ser juzgada o que me digan que soy una mala madre por sentirme triste cuando mi bebé es una razón para estar feliz.
    Lloro en silencio todos los días, aveces siento que la vida no tiene ningún sentido para mí, quisiera dormir, despertar y ver que todo ha sido una pesadilla.

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